Aquella mañana del viernes, asistí al palacio de gobierno local, como de costumbre, pero a diferencia de otros días estaba acongojado, con flato, triste por lo que consideraba una traición infame hecha contra un hombre que encarna la esperanza de millones de hombres y mujeres de este nuestro país.
Hice lo de rutina, firme documentos, atendí a varias personas, pero ya en el ambiente había algo que llamaba la atención, los adversarios de siempre deambulaban igualmente desde muy temprano por el boulevard de la plaza Bolívar y los pasillos de la Alcaldía.
En eso, atendí una llamada que provenía de la Gobernación del Estado, se trataba de una Convocatoria, para una reunión con el primer magistrado tachirense Lic. Ronald Blanco La Cruz, para las nueve de la mañana en el Salón Leonado Ruiz Pineda, a lo que respondí que no era factible, en razón del factor tiempo y por la misma situación que vivía el país.
Aquí quiero acotar, que me llamó la atención el hecho de escuchar una proclama o llamado a una asamblea que en esa hora mañaneras estaban haciendo profesores no afines al gobierno nacional de la Universidad Simón Rodríguez por intermedio de la Radio Fascinación, quienes reconocían tácitamente “el nuevo gobierno” y por lo tanto hacía un llamado para una reunión de los integrantes del Núcleo local, donde proponía la constitución de una Junta provisional para la conducción o administración de la Unesr La Grita.
Recuerdo que converse por vía telefónica con el ciudadano prefecto de Municipio Abogado Carlos Noguera, para que fuera hasta la Escuela Estadal Josefa Antonia Duque, donde según información, el personal adscrito a ese plantel había montado toda una algarabía al extremo que estaban quemando pólvora, con lo cual tenían asustados a los niños del jardín de Infancia Monseñor Jáuregui, quienes tienen su sede en la planta baja de esa edificación.
Más tarde, otra llamada de una amiga, anunciándome que entre mañana y tarde determinados personajes tomarían la alcaldía para solicitarme la renuncia del cargo que por mandato popular y legal el pueblo me había dado por tercera vez consecutiva.
Alguien me informó que habían tomado por asalto la Gobernación del estado y la sede de la lotería del Táchira estaba siendo saqueada, entonces salí por un instante a la calle donde pude observar un pequeño grupo de personas, políticos que habían sido reiteradamente derrotados por el pueblo en diferentes jornadas electorales, mayormente vinculados a los vestigios del social cristianismo y a los adecos; ahora disfrazados de Primero Justicia.
Al observar sus caras y sus miradas, les vi mucho odio, entonces pensé en mis empleados y obreros que laboran dentro de la casa de gobierno, por eso pasé de inmediato por cada una de las oficinas y les pedí que fueran evacuando de manera tranquila la sede y que en la tarde no asistieran al trabajo, ya que por lo visto la alcaldía iba a ser tomada. En efecto, eso hicimos; el personal fue saliendo poco a poco.
En las afueras de la casa de gobierno, frente a la plaza Bolívar, estaban amenazantes, vociferando frases muy fuertes, no aptas para describir en esta crónica.
Algunos empleados y obreros, me decían:- “Si usted se queda. Nosotros también, le acompañamos”, a lo que respondí, no se preocuparan que yo también iba a la residencia y regresaría en la tarde; pero en vez de seguir hacía un vehículo que me esperaba, tome camino hacía la casa cural, creyendo un poco que estaba dirigiéndome hacía la embajada del vaticano, así lo pensé y así lo digo, en la entrada pregunte por monseñor Abad Buitrago, con quien quería hablar sobre la visita que ese día nos dispensaba el obispo auxiliar de Mérida, quien hacía dos hora antes me había llamado vía celular para indicarme que venía por Bailadores.
Sentados en el comedor de la casa Cural, aproveche para comunicarle a monseñor Abad lo que estaba sucediendo en relación a la posible toma de la Alcaldía y solicitud de renuncia de mi condición de primera autoridad del Municipio. En ese instante, recibí una llamada del capitán Atahualpa Pazmiño, de la Batería de Morteros 120 mm, a quien invite para que nos reuniéramos junto a monseñor para ventilar la situación que se estaba comenzando a presentar. Ya en ese momento, los tomistas habían capturado la sede de la alcaldía, ya que el jefe del comando regional de policía, prácticamente nada hizo para evitarlo, ya que parecía que estaba de cuerdo con la situación adversa al gobierno legitimo. Más sin embargo, varios agentes, según grabación que pude observar más luego, entre los que estaba el sargento Moncada, trataron de persuadir a los tomistas o golpistas de su acción.
En medio de esta situación por las ondas hertzianas de las emisoras FM 105.9 y Radio Altura, varios entrevistados, hablaban hasta el cansancio de la necesidad de mi renuncia; según ellos- dizque para evitar muertos-Así eran las intervenciones de una supuesta sociedad civil, que se dejaban escuchar en tonos y frases agresivas, desconsideradas y soeces.
Mientras esto acontecía frente a la casa de gobierno local; el capitán de la batería llegaba con representantes de una tal auto denominada “sociedad civil”, y en el instante que comenzábamos la primera ronda de conversaciones hizo acto de presencia el Coronel (ej.) Oswaldo Rada Prieto, Director del Liceo Militar Jáuregui. Todos y cada uno de los factores presentes en dicha mesa de dialogo expusieron sus razones, del por qué, yo debía renunciar al cargo de Alcalde del Municipio Jáuregui, argumentos falaces y políticos, sin ningún sustento legal fue todo lo que pude oír.
A lo que respondí que no existía ninguna razón, o mandato legal que me obligara a deponer mi cargo de alcalde a esa supuesta representación de la sociedad civil. Ante mis argumentos, de principios y legalidad, tomó la palabra el Coronel (ej.) Director del Liceo Militar Jáuregui, para exigirme de manera compulsiva:- “la renuncia - por que según él - se acababa el tiempo, y que con ello, evitábamos las muertes que podían suceder”.
Es decir, esta autoridad militar desconoció de hecho la condición de primera autoridad de que estoy revestido por mandato popular.(Al tiempo que tácitamente aceptaba el golpe de Estado contra el Presidente Legitimo de la República).
Nuevamente explique que la forma y manera como se pretendía buscar la renuncia de mi autoridad, violaba todo el procedimiento y el debido proceso, ya que la única manera de hacer efectiva la renuncia de un alcalde era que este lo hiciera de manera voluntaria y ante la Cámara Municipal, para que el vicepresidente, asumiera el cargo de alcalde y la Cámara designara un nuevo Vicepresidente. Entonces exclamaron que los concejales también debían renunciar, a lo que respondí - mucho más a mi favor - porque de ser así, en caso que quisiera los concejales renunciar voluntariamente, no tendrían ante quien hacerlo.
Otra instancia –les indique- para buscar la salida de un alcalde o cualquier otra autoridad electa democráticamente, es a través de un referéndum revocatorio de mandato, y ello solo es posible si se llena algunos extremos y esto si este mandatario pierde en las mesas de votación, porque podría suceder, que gane el referéndum. Otra manera de salir de un alcalde es que una junta medica calificada lo declare psiquiátricamente incapaz mentalmente, o que un tribunal de la República le dicte sentencia firme por algún delito que se le hayan imputado y comprobado y finalmente el cargo queda vacante, si este fallece de muerte natural o si sus adversarios lo mandan a matar. Esas son las únicas opciones legales que permiten sacar a un alcalde legítimamente constituido.
Una Ciudadana de nombre Yeniret, quien habló en nombre de la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez, núcleo la Grita, recriminándome el hecho que éllos, como estudiantes tomistas habían perdido tres meses, y que yo como alcalde, no había hecho nada, si no hasta el final del conflicto;- según élla,- eso era suficiente razón para que renunciara al cargo de alcalde. (Es de hacer notar que esta Ciudadana es empleada del Ministerio de Educación como auxiliar de Pre escolar en la escuela bolivariana de El Surural). También estuvieron presentes dos concejales de la llamada oposición, quienes después de argumentar sus razones del por qué yo debía renunciar, pusieron sus cargos a disposición de la autodenominada sociedad civil, es decir renunciaron. (Pero los muy farsantes después que paso el temporal se incorporaron a cámara sin chistar absolutamente nada sobre su renuncia) A los pobres argumentos expuestos por los concejales golpistas, respondí más o menos lo siguiente:- Ciertamente desde la alcaldía hemos apoyado El Plan Bolívar, porque ellos vinieron al Municipio a construir varias casas a varias familias que las necesitaban, y eso no es ningún delito, ahora bien, si ustedes, señores concejales- tienen alguna prueba de que pudo haber existido corrupción, nada tengo que ver con eso, ya que los presupuestos los administró el Capitán Pazmiño y hasta donde tengo información, más bien se hizo más de lo que estaba previsto. En todo caso si ustedes, concejales renunciantes tienen pruebas, muéstrenla y pídanle la renuncia al capitán y no a mí.
Por su parte los propietarios y directores de las emisoras comerciales, señores Luis Aguilar y Daniel Aguilar, señalaron que el alcalde tenía que renunciar, por el hecho de estar apoyando a otros dos medios radiales de los llamados Comunitarios. Ante este débil argumento les recordé todo el apoyo que este humilde cristiano les había prestado a sus emisoras y a ellos en lo personal.
Monseñor Abad Buitrago, en su primera intervención indico que todo se debía hacer pegado a lo que establece la ley, igual criterio expuso el capitán de la Batería de Morteros 120 mm.(Quien de alguna manera había sido aludido por los Concejales renunciantes).
A través del celular se me informó que la subdirectora de la Unidad Educativa liceo “Ángel María Duque”, recorría en su carro las calles de La Grita, junto a otras personas, ondeando la bandera tricolor, celebraba no se sabe, sí la versión de la renuncia del Presidente Constitucional, o la llegada de la dictadura del presidente más brevísimo que haya tenido la República vez alguna.
Asumiendo mi condición legitima de Primera autoridad, hice un llamado a través del celular a los integrantes del resto de la Cámara Municipal, y a mis directores de gestión; para que se hiciera presente en el lugar de reunión (Casa Cural de la Basílica menor del Espíritu Santo), como en efecto lo hicieron; a quienes narre los pormenores y la posición institucionalista que en lo personal yo había asumido, como era la de negarme sobre toda las cosas a renunciar, ya que no existía razón o ley alguna que me obligara a hacerlo. Los cinco ediles que hacen un equipo de trabajo, hablaron para expresar entre otras ideas que ellos eran los legítimos representantes del pueblo, pero que si por alguna razón el pueblo determinaba que ellos tenían que irse, no existía ningún problema, ya que ellos no habían nacido con esos cargos, y que todo caso una posición final tenía que estar acogida al estamento legal que rige la República. En este momento, intervino nuevamente el Coronel director del Liceo Militar Jáuregui, para exigirme que debía renunciar de inmediato, ya que el tiempo se agotaba, me imagino que quiso decir:-“que su paciencia se le agotaba”. Ante esta irreverencia y desconocimiento tácito, por parte de referido coronel, de mi investidura de Alcalde, le solicite en alta voz que levantara un acta donde desconocieran mi autoridad legítima y que a partir de ese instante quedaba a su disposición para que me hiciera preso.
En este estado de cosas, los autoproclamados representantes de la Sociedad Civil, trataban de ponerse de acuerdo en la conformación de una Junta de gobierno Municipal provisional. Monseñor Abad Buitrago había involucionado de su postura inicial institucionalista, para plegarse a la solicitud de mi renuncia.
Llamadas a través del celular y mensajes de textos de muchas personas me alentaban a mantenerme firme, ya que el pueblo había visto y estaba escuchando los insultos y agresiones infames que en alta voz expresaban los personeros que estaban pidiendo mi renuncia, quienes a mi entender, solo representaban intereses politiqueros, grupales, personales y oscuros. Otro email de tantos decía -“La alcaldía de Jáuregui, no puede, ni debe caer en manos de esas personas inescrupulosas, aguanta, que la gente del campo y el pueblo está contigo”.
En el ambiente ya circulaba una primera versión de Junta de Gobierno Provisional Municipal, constituida por Monseñor Luis Abad Buitrago y los Abogados Alirio Omar Martínez y Edgar Ricardo Medina. Esto irrito a otros personeros que no se sintieron seguramente representados, ya que habían sido excluidos. (Esta Junta de Gobierno local fue elaborada e impulsada por el Director de la Emisora Fascinación 105.9, señor Daniel Aguilar, quien ese día ratifico su conducta de oportunista.
Las ansias del poder eran más que evidentes, los facinerosos se debatían dentro de sus propias contradicciones, la tendencia copeyana representada por el concejal renunciante se movía con sus acólitos de un lado a otro con su cara estirada, ya que de nada le había servido colocar su renuncia, no aparecía en la lista de los integrantes de la junta de gobierno que remplazaría al Alcalde Legitimo. Por su parte la fracción de los Adecos representada en ese momento por los disfrazados de Primero justicia (léase: los hermanos Javier y José Sánchez, saltaban en una sola pata bajo el grito ¡Ni un paso a tras! Como señal de inconformidad por no haber sido tomados en cuenta en la mala junta de gobierno que estaban anunciando. Así mismo, más de un abogado de los que estaban allí esperando un nombramiento o designación se me acercaron en varios oportunidades a decirme: entre otras cosas:-“Esto es el acabose; ¿dónde quedamos nosotros en todo este berenjenal...?” Igualmente recuerdo que un Copeyano de los poco que quedaban me pregunto:-“¿Macario, usted mantiene la propuesta de ir a un referéndum?”. A lo que les respondí: “¡Claro, eso es Ley, en el momento en que se llenen los requisitos y la autoridad legitima lo convoque vamos al Referéndum!”.
Desesperados los inconstitucionalitas, ante mi firmeza de respeto primero que nada al pueblo soberano y a la constitucionalidad, optaron por salir a la calle, a hablarle a sus seguidores, a informarles a través de Monseñor Buitrago que: -“el Alcalde desgraciadamente se ha negado a renunciar”, desmintiendo ellos mismos por esta vía, la versión que habían echado a correr en las primeras horas de la mañana de mi renuncia. Reitero Monseñor Abad, que tenían más de cinco horas y medias hablando y tratando de convencer al Alcalde para que renunciará pero que este se negaba a ha hacerlo, pero que había que tener paciencia, que había que espera.
Mientras esto acontecía, por última vez se acerco hasta mi el coronel director del Liceo Militar Jáuregui, (Rada Prieto), para informarme que:-“como me negaba a renunciar, él, se retiraba y me retiraba toda protección, haciéndome responsable de lo que sucediera de allí en adelante, de unas supuestas muertes y saqueos” - que seguramente sólo en la mente de aquel militar estaba viendo venir ese panorama macabro, ¿Quien sabe en que planes anda dicho señor? -Pensé para mis adentros-
En este instante me enteré que un grupo de exaltados se había dirigido hasta la casa de mi suegro en el barrio Fátima donde vivo con mi familia, a presionar para que me viera obligado a renunciar. Después mi señora me informó que el capitán de la batería les había dado protección, junto con varios vecinos y amigos que se apostaron frente a la residencia para evitar el saqueo que seguramente tenían planeado aquellos facinerosos.
Mientras los cabecillas de la autodenominada sociedad civil se distrajeron hablando en las afueras de la casa cural, converse con un Joven sacerdote Gritense de apellido Cáceres quien al igual que yo, seguramente llegó a la conclusión que allí no existía ninguna imparcialidad, en aquel lugar ya no tenía ninguna garantía de neutralidad. Efectivamente varias personas abrieron una puerta que da a la iglesia por donde salimos los concejales y personal de confianza de la Alcaldía hacía la calle tres.
Es importante describir que en el exacto momento en que salía de la iglesia un ciudadano que no recuerdo en este instante quien fue me abordo perdiéndome que le atendiera un asunto personal, a lo que le respondí que:-“más luego ya que el momento no era factible”. Fue entonces cuando escuche unas voces que me llamaban desde el negocio de los Segnini, a donde me dirigí sin saber que ese lugar iba a ser asediado por la irracionales que cayeron allí como si dentro del mismo se hubiera refugiado un delincuente o prófugo de la ley, viéndome obligado a solicitar protección del capitán de la batería, quien logró sacarme escoltado hasta la sede de la Batería de Mortero 120 m.m. Aquí es interesante que reseñe lo siguiente: Quienes encabezaban aquella irracionalidad, eran en su mayoría ex candidatos a alcalde y a concejales, que en estos diez últimos años, el pueblo sabio de Jáuregui había derrotado. (Varios exaltados lanzaron improperios, saliva y punta pies contra mí persona en el momento que salía a montarme en el vehículo que me trasladó hasta la batería, prueba de ello es que a uno de mis directores lo escupieron al estar cerca de mí en ese instante). (Quienes estaban al frente de esta jauría humana en ese instante eran: El Concejal José Sánchez, El Director del Instituto Privado Andrés Bello, TSU Javier Sánchez, ex candidato a Alcalde.
Allí, igualmente observe rostros tristes de gente amiga y solidaria, lo que indicaba que estaba comenzando a llegar el pueblo digno.
En la batería, fui atendido por el Dr. Ramón Romero, y más tarde por la Dra. Rosalba Pabón y la Dra. Magali Camargo; después de descansar y meditar, en horas de la noche, salí hasta la puerta del cuartel, donde hable a la gente que estaba presente, adversarios y seguidores del gobierno legítimamente constituido; y entre otras tantas afirmaciones, ratifique mi firme disposición a no renunciar, por respeto al pueblo y la constitución nacional vigente. Bajo estas frases:- “Ni renuncio, ni me renuncian”. El texto de mi alocución seguro quedo grabado, ya que por ahí pude observar que alguien estaba con una filmadora.
Adentro - en el cuartel pensaba el peligro que se corría en la calle, en los alrededores de la plaza Bolívar, ya que algún provocador podía crear una situación de confrontación entre los manipulados y seguidores del proyecto, fue entonces cuando apareció la idea de que había la posibilidad de salir de allí, sin ser visto por la gente que estaba agolpada a las puertas de la batería. (Adversarios y seguidores). Propuesta que acepte, para de esta manera, evitar lo que siempre hemos querido evitar, cero confrontación de pueblo contra pueblo, porque al fin y al cabo, los adversarios son pueblo, mis seguidores son pueblo, y los soldados igualmente son hijos del pueblo.
Ya mi familia, (excepto César Ernesto que estaba conmigo), se había ubicado en un lugar seguro, para evitar que los exaltados, le siguieran asediando y maltratándoles psicológica y verbalmente.
Por la ventanita que está por la carrera 4 muy cerca de la esquina de la calle 4, se abrió, baje por una pequeña escalera, allí estaba un vehículo de un buen amigo (Odontólogo de la Batería de Morteros) esperándome.
Fuera del cuartel, me comunique por celular con varios compañeros, para pedirles que poco a poco fueran solicitándole a mis seguidores el desalojo de los alrededores de La Plaza Bolívar; yo estaba ya seguro en otro lugar de La Grita.
En la mañana del sábado, amanecí en San Cristóbal, donde visite el Diario de La Nación, allí denuncie la felonía cometida contra el Presidente de la República y la sensación que la mano del coloso del norte estaba mentida hasta los tuétanos en este complot, donde repudie la agresión hecha contra el gobernador del Táchira e hice conocer los acontecimientos contra mi y el gobierno legitimo de Jáuregui, e igualmente realice visita ante Televisora Regional del Táchira (TRT), donde percibí que existía ya un ambiente de control de la información por parte del gobierno de facto, que se había auto juramentado y proclamado, sin observar los mecanismos que establece la Constitución Bolivariana .(sólo hasta el Lunes 15 es que aparece la nota en la edición de La Nación; tengo entendido que las declaraciones que di, del mismo tenor en TRT no salieron)
Importante acotar que el día 13 de abril, a eso de la 1 y 30 am estuve re regreso en la ciudad de La Grita, para ese momento el personal directivo de la alcaldía había emitido un comunicado donde se rechazaba la postura anti democrática e inconstitucional de los golpistas locales.
De llegada a La Grita, entre al Colegio Santo Rosa de Lima, donde hable con el Obispo Auxiliar de Mérida, Monseñor Márquez. Para subir más luego hasta la Casa de la Cultura, donde había una concentración de una gran caravana vehicular convocada en rechazo al golpe de Estado. Frente al busto de Don Pepe Melani, en aquella plazoleta hice una alocución sobre el hecho de estar comenzando a vivir bajo un régimen dictatorial, negador de los más mínimos derechos ciudadanos, y pedí con mucha fuerza que por favor no hiciéramos el recorrido de la caravana convocada, para evitar provocaciones y agresiones innecesarias. Eran como las dos y media de la tarde, y por lo menos yo, no tenían ninguna información de cómo estaba evolucionando la situación en el país, ya que las televisoras y radios privadas nada informaban al respecto. Sólo como a eso de la tres de la tarde el compatriota Asdrúbal Corredor me informa que “existe una esperancita”, que su hijo que está al lado del gobernador de Mérida le acaba de informar que la Aviación del Estado Aragua, está enfrentando el golpe y que apoyan al Presidente Chávez. Para esa hora la Emisora Griteña había vuelto a salir al aire, y su director señor Alirio Guerrero, me hizo una entrevista donde reiteramos la denuncia ante la colectividad del inaceptable Golpe de Estado que el garrote y dólar, la Oligarquía nacional y varios militares habían dado al Proceso democrático del país.
Sobre los pormenores de las alocuciones radiales, intervenciones públicas de personas en las afueras de la casa parroquial, se me hace difícil, describirlas, porque no tuve tiempo de escucharlas todas, pero por lo que me han contado, fueron desconsideradas y violatorias a los más mínimos derechos humanos de las personas que fuimos aludidas. Por eso recomiendo que quienes puedan aportar sus versiones ciertas de lo hecho y dicho aquel viernes y Sábado de abril, es importante, ya que ello servirá como documento de la historia viva de nuestros tiempos, para que quede como un precedente de lo que no puede, ni debe volver a suceder.
Más sin embargo días después tuvimos acceso a varias grabaciones de alocuciones radiales, videos y fotografías https://youtu.be/Qy6XbWckSg8 donde se constata la calaña de personas que lograron reunirse en mi contra, por ejemplo el TSU Javier Sánchez, ex candidato a alcalde derrotado en las últimas elecciones municipales por el pueblo de Jáuregui, quien a su vez es Director de un Colegio de parasistema, inscrito en el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Instituto Privado Andrés Bello ¡Qué mal ejemplo para sus educandos! También pude observar en el vídeo casero a los Concejales Principales Abogado César Moreno Pineda, y Lic. José Sánchez, quienes reconocieron a la junta nacional de gobierno de facto, aupando a sus seguidores para que con gritos pidieran la renuncia del alcalde; al tiempo que éllos, hacían la pantomima de renunciar públicamente a su investidura de Concejales. Los Abogados Leonel Rodríguez, Alirio Omar Martínez, Edgar Ricardo Medina y Mayra Duque de Paparoni, esta última persona se expreso en varias oportunidades por la emisora fascinación, en términos desconsiderados y descalificadores contra mi persona y como alcalde y mis funcionarios, dando por asentado que quien escribe este informe, había perdido su legitimidad y que por lo tanto, estaba obligado a renunciar a mi condición de primera autoridad del Municipio.
En el vídeo y fotografías observe:- Sindicalistas corruptos, docentes reposeros que cobran sin trabajar como Marcos Alburjas quien en horas de la mañana agredió físicamente a mi hijo César Ernesto, por ahí observe agazapado como siempre al Lic. José Ostos entre otros; en la grabaciones de entrevistas por la radio local pude escuchar a viejos políticos adversarios que ese día se levantaron como “El Lázaro de la Biblia” a despotricar y solicitar sin argumento legal mi renuncia. Entre ellos, varios abogados a quienes se les olvido quizás las lecciones de derecho constitucional que recibieron alguna vez en sus salones de clase y entre otros varios sujetos que fueron candidatos a alcaldes en procesos electorales pasados y quienes en otrora se rasgaban las vestiduras por la democracia, más sin embargo, ese 11, 12 y 13 de Abril, oportunistamente desconocieron la Constitución Bolivariana de Venezuela y por ende los más mínimos principios democráticos universales.
Ahora bien, mi pregunta es la siguiente: ¿Existirá justicia digna y capaz de resarcir los daños morales y espirituales que esos facinerosos hicieron y cometieron contra mi persona y mi familia? ¿O Sucederá como siempre, que la impunidad prevalecerá nuevamente?
En verdad, creo que por razones obvias, la justicia debe imperar esta vez, por encima de cualquier otra consideración, ya que de no hacerlo estaría dejando un mal precedente, que daría pie, para que en cualquier otro momento, esta pesadilla tan horrible pueda volver a cometer, contra el estado de derecho y cualquier otra persona o familia de este nuestro hermoso país.
Que esta crónica, quede como prueba fehaciente de la barbarie de quienes echaron al lodo el principio fundamental del respeto a los derechos de los pueblos.
En La Ciudad de La Grita, a los veintiún días del mes de abril del año dos mil dos.
………….. (*)INFORME DETALLADO DE LOS ACONTECIMIENTOS QUE SE PRODUJERON INFELIZMENTE LOS DIAS 12 Y 13 DE ABRIL DEL 2002, COMO SECUELA DIRECTA DEL ACTO DE DESLEALTA AL ESTADO CONSTITUCIONAL. (Versión suministrada por: MACARIO SANDOVAL, ALCALDE DEL MUNICIPIO JAUREGUI