Sigue existiendo una gran deida social-histórica con nuestros pueblos indígenas, a pesar de nuestros derechos consagrados en la carta Magna, han sido vulnerados en muchos casos:
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Tenemos la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela – CRBV y la Ley Orgánica de Pueblos y Comunidades Indígenas – LOPCI, pero en reiteradas ocasiones vemos como estos derechos son violentados por las autoridades gubernamentales que con sus prácticas politiqueras y racistas, anti indígenas contrarrevolucionarias desconocen a las autoridades indígenas legitimas en sus comunidades, crean autoridades indígenas paralelas y no lo toman en cuenta a esas comunidades en las decisiones de los proyectos y políticas públicas. Así es como está sucediendo con el ARCO MINERO (AMO), las comunidades indígenas no están siendo consultadas sobre este mega proyecto devastador y criminal.
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El derecho a organizarse como comunidades indígenas, en consejo comunal: aun siendo un derecho constitucional, legal, se desconoce y ponen trabas cuando los hermanos indígenas en el ejercicio de estos derechos deciden conformar o reestructurar un consejo comunal.
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En cuanto al derecho a la salud y a la educación: nuestras comunidades indígenas se encuentran desasistidas, no tienen ambulatorios dignos y donde existen no llegan los medicamentos necesarios. Tenemos comunidades indígenas sin escuela; esto es gravísimo, por eso tenemos hermanos indígenas no escolarizados que desconocen el sistema jurídico y son vulnerables de caer en delitos, generalmente por la ignorancia y el desconocimiento de la ley. A cada rato vemos por los medios impresos que detienen a los hermanos waraos por tráficos de gasolina, por tráfico de drogas en el rio Orinoco; en los últimos tiempo esto se ha hecho con más frecuencia debido a la hambruna que padece el pueblo warao. Pero la pregunta que yo me hago es: ¿por qué no detienen a los guardias nacionales? Son ellos los que llevan el control de la venta de combustibles, ellos son los primeros responsables. Es de conocimiento público que descaradamente despachan la gasolina y el gasoil con preferencia a quienes les pagan una cantidad que es un exabrupto. ¿Qué papel o qué función cumple la Guardia Nacional en la Zona Fluvial, si a cada rato atracan y roban las pertenencias en pleno Rio Orinoco a nuestros hermanos Waraos, los matan las mafias del combustible y quedan impunes, y para rematar estas mafias del combustible han desplazado a comunidades enteras del Bajo Delta por problemas de la zona.
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El derecho a la practica económica de acuerdo a sus usos y costumbres: la caza y la pesca. Las autoridades policiales y militares aun irrespetan estos derechos, atropellan al indígena que de algún modo busca el sustento diario para su hogar. Cuando el warao se traslada para el pueblo para vender lo que caza y lo que pesca, o para adquirir los productos que no consigue en su comunidad (como por ejemplo cuando el warao lleva los cangrejos al mercado de Tucupita para la venta) primero se encuentra con los administradores del mercado municipal que no le permiten el acceso para que pueda vender su mercancía. ¿Qué le queda al warao?: venderlo por las adyacencias del mercado municipal; y entonces allí le cae la policía municipal o estadal para quitarles su mercancía porque no esta permitido, pero... ¿Para quien se la quitan?: Para ellos mismos (los policías). Esto se llama "abuso de poder".
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El derecho a una vivienda digna según sus usos y costumbres: La vivienda tradicional del warao se construye con madera y la palma (temiche) que se usa para el techado y se han visto casos donde se ha detenido a hermanos waraos por sacar estos materiales que son para la construcción de sus viviendas, esto no es justo: ¡EL WARAO MERECE RESPETO!