Mi palabra

Hablo el Fiscal ¡Silencio sepulcral!

"La mediocridad no conoce nada

que le sea superior;

el talento, sin embargo,

reconoce instantáneamente el genio"

Arthur Conan Doyle

 

Mi abuelo materno, cuando le mentían siempre callaba y por mucha vuelta del embustero, al final terminaba con una expresión muy certera ¡Diga la verdad, porque los embustes tarde o temprano se conocen! Así, terminó el "show" montado por la esposa de Carlos Lanz, después de dos años de incertidumbre por conocer la verdad, lo que al final resultó un abominable crimen para un libreto de película, de los muchos que pasan por dramas pasionales, y la desesperada ambición por dinero por distintos motivos, especialmente a través de la corrupción. Pero este caso tiene una connotación muy particular, ya que, desesperados acusadores lo politizaron al extremo de crear interesadamente la sospecha en el gobierno, porque el odio no los deja caminar con rectitud.

Esclarecido el crimen y apresados los implicados, solo nos queda, buscarle la explicación a la conducta perversa de la señora Mayi Cumare, quien planificó todo, a pesar de ser por encima de todo una madre de familia, y una funcionaria del estado venezolano y esa función de progenitora una de las funciones más nobles de cualquiera mujer en el mundo, que, rara vez desea mal para sus hijos y por eso, cuando se lee la declaración de una de las hijas ¡asume tu responsabilidad, no nos involucre a nosotras en eso! Hiere los más nobles sentimientos en la relación entre una madre y sus descendientes; ya lo decía el insigne novelista Fiodor Dostoyevsky en un pensamiento para tenerlo muy presente "No nos olvidemos de que las causas de las acciones humanas suelen ser inconmensurablemente más complejas y variadas que nuestras explicaciones posteriores sobre ellas"

La frialdad, como actuaba la señora Cumare atrajo a varias personas, que, inocentemente se acercaron al comité de búsqueda de Carlos Lanz, pero también cayeron desaforados enemigos del gobierno del presidente Nicolás Maduro, del fiscal Tarek William Saab; los blancos seleccionados para dispararles cualquier andanadas de suspicacias, pero a la larga se impuso la paciencia, la sabiduría y por encima de todo, el saber que la verdad iba aflorar en cualquier momento para frustración y desesperación de los que, se montaron en una jugada malévola, sin pensar en las implicaciones posteriores, porque todavía no se conoce un crimen perfecto.

No salgo del asombro, desde el mismo momento de haber leído un artículo de un ex ministro, pero no cualquier funcionario; porque aparte de haber pasado por varios ministerios, ex presidente, asambleísta y además sociólogo, profesor en dicha profesión, quien tuvo la desfachatez de titular dicho escrito con la siguiente expresión por demás llamativa (¿Hasta cuándo escondemos la verdad?) Daba la impresión de conocer todo, o por lo menos se lo suponía. Ahora, cuando el fiscal de la República aparece con la verdad en la mano, con los mínimos detalles del horrendo crimen vía sicariato, como autora intelectual una dama, a quien conoce bastante de trato y comunicación, entonces el sociólogo se mete en un profundo silencio, sin decir nada de la verdad, que reclamaba con profunda insistencia.

Todo lo que ha pasado, desde el mismo momento del "secuestro" del profesor Carlos Lanz, se convirtió en un tema para seguir atacando al gobierno, con argumentos tan descabellados, que, ahora ponen contra la pared a muchos de estos atrevidos opositores. Al producirse el desenlace la mediática opositora prácticamente callo y solamente los más recalcitrantes articulistas siguen buscando la rendija por donde atacar. Esto nos demuestra algo muy elemental, ampliamente conocido, pero lo dejan a un lado, como los niños traviesos la cartilla del abecedario. Si destacados profesionales no asimilan la lección ¿Qué podemos esperar de los que andan detrás del dinero, y en el momento más oportuno se montaron en el portaviones que, significó Hugo Chávez? Cuando el odio, la envidia y la falta de sentido común, más la ambición de poder y dinero se apodera del torrente sanguíneo para hacerle oposición visceral al gobierno, los resultados son precisamente los que, estamos viendo. Nadie puede entender y defender la actitud de la señora Mayi Cumare, cuando hizo, como dicen en los bajos fondos: tirar por un barranco a sus progenitores. Sin embargo, apareció María Corina Machado, defendiéndola dándole la razón a los que dicen, que, no está bien de la mente.

 



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Narciso Torrealba


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