El día miércoles 17 de octubre desde horas de la mañana se intento perpetrar un desalojo múltiple y simultaneo a 3 familias del edificio Chopin, Colinas de Bello Monte por parte del “propietario” del referido inmueble.
En este edificio viven solo familias en su mayoría madres sostenes de hogar, inquilinas desde hace muchos años que pagan sus alquileres puntualmente.
La Red Metropolitana de Inquilinos y la comunidad salieron en la defensa de estas tres familias que iban a ser despojadas de sus viviendas sin más razón que la avaricia de un dueño que le ha sacado el jugo a esos apartamentos por más de 20 años y dice querer desalojar a los inquilinos antes de la reforma.
En el desalojo habían 2 jueces más de 50 policías, camiones de desalojo obreros, cerrajeros, bien parecía un batallón que iba a atrapar a peligrosos terrorista cuando en realidad se trataba de despojar de su vivienda a unas señoras con sus hijos.
Ante la impotencia del dueño al no poder desalojar a las inquilinas debido a la presión del pueblo abajo del edificio gritando consignas, mando a sus secuaces a destruir todo el apartamento, la pobre señora veía como el “dueño” mando a caerle a mandarriazos a su cocina, baño, pisos y todo en presencia y agrado de los jueces ejecutores y no conforme con esto arrastraron a la inquilina por los pisos causándole lesiones cuando esta trato de impedir que le destrozaran su hogar.
Entonces es allí cuando reflexionamos y leemos las notas de prensa pagadas por la asociación de propietarios (APIUR) en El Universal, por solo nombrar a un medio, donde estos dicen que “se encuentran en estado de indefensión ante la reforma constitucional”.
Cuando en realidad ante indefensión se encuentra el hogar de la familia venezolana y la estabilidad familiar por parte de estos 2.000 propietarios dueños de la paz de más de 25.000 familias.
Y todo por una defensa inmoral a una supuesta “propiedad privada” que desde ningún punto de vista ni ningún acuerdo nacional e internacional puede pasar por encima de los derechos humanos. En donde el propietario que tiene el dinero para pagar un tribunal hace lo que le da la gana y como decía Rómulo Betancourt disparen primero y averigüen después, aquí desalojan primero y averiguan después, total ¿que podrán hacer unos simples inquilinos?…dirán ellos
Nosotros como organización social y que tenemos que ver estos desalojos a diario no perdemos el asombro al ver de lo que son capaces los dueños del poder económico en este país, desde destrozar los inmuebles hasta pagar sicariatos con tal de desalojar a una familia del negocio redondo que representa para ellos la vivienda en alquiler.
Como movimiento social apoyamos ampliamente la reforma y en especial al artículo 82 en donde la vivienda principal sea resguardad de semejantes acciones viles y vandálicas, pues si bien aquí no se le pretende violar a nadie su “derecho a la propiedad”, el derecho a la vivienda, a la protección de la familia y el hogar tampoco puede ser violado ni vulnerado y mucho menos de manera tan vil e inhumana.
La Red Metropolitana de Inquilinos no ha descansado en el hecho de impedir más ultrajes y violencia contra el hogar de la familia venezolana, levanta su voz ante toda la colectividad pidiendo que vuelquen sus ojos sobre estas practicas medievales y salvajes que no tienen más justificación sino la lucha de clases, el poderoso que busca imponerse sobre el pobre, del capitalista que a amasado grandes fortunas valiéndose de todo tipo de artimañas que van desde la evasión fiscal y la explotación, por solo mencionar algunas y no herir susceptibilidades y dentro de los cuales han acaparado la existencia de las viviendas del mercado secundario en las áreas urbanas especulando con ellas.
En asambleas de inquilinos aprobamos y apoyamos absolutamente la reforma constitucional, pues la actual jurisprudencia le brinda armas enormes a estos desalmados “propietarios” para ir en contra de la humilde familia venezolana carente de vivienda que ha dejado una gran parte del fruto de su trabajo durante décadas en el pago de un alquiler que va hacia un saco sin fondos y donde solo pueden esperar al final de sus días, un desalojo.
Apoyamos la protección de la vivienda principal, apoyamos la protección a la familia, apoyamos la lucha contra el latifundio (que aparte de ser en las áreas rurales también lo tenemos en la ciudad), apoyamos las otras formas de propiedad.
No más a la especulación inmobiliaria pues la vivienda es un derecho y no un negocio.
Un alto a los latifundistas urbanos y no más desalojos.
*Red Metropolitana de Inquilinos
elisant32@gmail.com