De Lídice a Gaza

Años atrás, durante una visita que realicé a la entonces Checoslovaquia, pedí que me llevaran hasta el poblado de Lídice, símbolo de la barbarie nazi.

Del crimen cometido contra personas inermes, civiles, niños, mujeres, ancianos. El lugar y su historial son sobrecogedores. Como sucede con todos los lugares sobre los cuales se abate en algún momento la violencia más irracional, Lídice es un testimonio impresionante de lo que suele ser el terrorismo de Estado y del designio vesánico de un grupo de hombres -en este caso la cúpula nazi- de aplastar cualquier valor humano.

Lídice fue arrasada de cuajo en 1942 durante la ocupación alemana. Mil trescientos de sus habitantes -200 de ellos mujeres- fueron fusilados luego de ser cazados como animales, y todas las viviendas incendiadas. La orden fue acabar con todo vestigio de vida. Que no quedara en pie nada de lo que había sido aquel lugar. Que la acción quedara como constancia irrefutable de la aberrante voluntad de castigar la resistencia a la ocupación nazi. Lo que originó aquella brutal acción fue el atentado contra Reinhard Heydrich -el segundo hombre del aparato de terror de Himmler-, designado para ese entonces por Hitler "Protector de Bohemia y Moravia".

La muerte del jefe nazi desató la desproporcionada y demencial respuesta. Como testimonio de la indignación que el hecho provocó, el nombre de Lídice fue adoptado en muchos lugares del mundo. Caracas rindió homenaje a la martirizada Lídice dándole el nombre a un sector de la ciudad.

¿Por qué la mención del histórico episodio? Su actualización tiene, obviamente, relación con lo que sucede en Gaza.

Una vez más la historia se repite con increíble crueldad. Y todo cuanto argumentan quienes defienden, o guardan silencio, ante la agresión de Israel, está caracterizado por la fragilidad. Algo que dijo, por ejemplo, la ministro del Exterior israelita, Tzipi Livni, lo confirma. Con arrogancia afirmó que la razón de la invasión y masacre de Gaza residía en que si Hamas lanzaba un cohete contra una escuela judía, ellos no podían responder haciendo lo mismo contra una escuela palestina. ¿Acaso no es eso y mucho más lo que ha hecho el Ejército de Israel? De igual modo desborda cinismo el razonamiento del gobierno de Israel cuando reacciona ante la expulsión de su embajador en Caracas preguntando "de qué lado está Venezuela", para agregar que "del lado de Hamas y de Irán y, por consiguiente, del terrorismo".

¡Vaya desfachatez! Ahora resulta que el hecho de condenar la terrible acción terrorista de Israel que destruyó Gaza y ha asesinado y herido a miles de personas, mujeres, niños, ancianos, mediante la ejecución de un plan militar que cuenta con sofisticados recursos bélicos, es terrorismo. En el fondo Israel recurre al truco de siempre. El mismo de Bush y sus secuaces, consistente en que quienes torturan, desaparecen personas, desconocen el debido proceso, provocan millones de muertos y heridos en Irak, acaban con la economía y la cultura de esa nación y se prodigan en acciones salvajes en otras partes del mundo, no son terroristas sino aquellos que los denuncian.

Concluyo estas consideraciones con lo siguiente: para los que no somos antisemitas y toda la vida sostuvimos que el antisemitismo es una de las mayores perversiones históricas; quienes hemos dado reiteradas muestras públicas de combatir semejante irracionalidad, tenemos autoridad para repudiar la salvaje agresión de Israel a Gaza y todo cuanto ella entraña: otro rostro del racismo, calculada servidumbre a la política imperial norteamericana, violación de normas elementales del derecho internacional y, sobre todo, degradación de la causa humanista que emergió del humo de los crematorios de los campos de concentración del nazismo. Es inaceptable desde todo punto de vista que los perseguidos de ayer se tornen en perseguidores. Que las víctimas del pasado se conviertan en verdugos.

Ya lo decía alguien con absoluta pertinencia: "El Israel que salga de este conflicto no será el mismo que entró en él... Al final, los responsables de esta acción militar desproporcionada tendrán que preguntarse si ha valido la pena. Israel habrá vuelto a demostrar -a lo sumo, agrego yo- que es el más fuerte, pero al inmenso coste de quedar más solo y más inseguro". Por eso que no es banal la mención de Lídice. Como siempre ocurre a los que apuestan al ejercicio implacable de la fuerza, el tiempo de revertir el resultado no tarde en llegar. Ya David no es David.

LABERINTO

Jugada maestra por más que la oposición pretenda disimularlo, la verdad es que Chávez le movió el piso y la dejó, prácticamente, sin política ante a la enmienda. Al ampliar el universo, al despersonizarla en nombre de un principio que todo el mundo entiende, o sea, que la decisión en una democracia siempre está en manos del pueblo, se desplomó la precaria construcción basada en truculentos sofismas...

La respuesta opositora refleja la confusión que generó la propuesta chavista: una, la inefable argumentación de un ex decano de Derecho que descubrió el agua tibia al denunciar que la modificación debe incluir cinco artículos más de la Constitución -algo de cajón-; otra, el señalamiento de que Chávez dio ese paso porque se siente derrotado. Este último argumento se fundamenta, como siempre, en los resultados de dos encuestadoras chimbas, que si fuera por lo que ellas informaron antes de cada elección Chávez no hubiera ganado una sola...

La situación que se plantea a la oposición tampoco se resuelve con las declaraciones forzadas de algunos de sus gobernadores que, como se suele decir coloquialmente, son "de los dientes para afuera". La propuesta de postulación indefinida para todos es el equivalente a una "carga de profundidad", es decir, a las minas lanzadas contra los submarinos. Ya hay indicios de su efecto letal y comienzan a surgir contradicciones. Unos alzan el tono de voz y dicen que la iniciativa no cambia la situación; en cambio otros sostienen internamente que la cosa "ha cambiado"...

Por cierto, se habla de un movimiento que reivindica la abstención debido a la certeza que tienen muchos de que la enmienda, ahora reformulada y ampliado su ámbito, se impondrá fácilmente. Esto, según ellos, revertirá negativamente sobre la oposición, y que por tanto conviene descalificar el evento comicial de febrero denunciando un fraude...

Lo cierto es que la oposición luce desmotivada y confundida. Hay quienes guapean; mientras otros tienden a desentenderse...

Las próximas encuestas, fuera del marco decembrino y con la nueva realidad que surge con la ampliación, serán demoledoras...

Por cierto: uno de los mejores columnistas de Colombia, Antonio Caballero, escribió en la revista
Semana de Bogotá: "Incorrecta y grosera es la actitud indiferente del mundo ante la interminable tragedia de los palestinos. No puede uno menos que preguntarse si es que ese mundo indiferente no ha visto nunca una película de nazis y judíos"...

No obstante, las reacciones aumentan en el mundo. Un vocero de El Vaticano compara a Gaza con un campo de concentración y en el propio Israel hay protestas de los judíos ortodoxos.


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José Vicente Rangel

Periodista, escritor, defensor de los derechos humanos

 jvrangelv@yahoo.es      @EspejoJVHOY

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