La escuela, como su concepto lo indica debe convertirse en un agente de multiplicación social donde el alumno sea disciplinado para los proyectos que debe desplegar su comunidad de una manera critica. El educando no debe ser una persona gélida, donde solo recibe información curricular sobre sus aciertos y errores. Debemos avanzar en el campo de la Ciencia y Tecnología, pero también formar al hombre que ha de enfrentarse al futuro y debe ser preparado con un verdadero sentimiento crítico y humanista. Las multinacionales de la cerveza en nuestro territorio nacional, buscan descalimar al joven con mensajes de violencia y pérdida de la identidad que bloquea sus sentimientos y busca dañar a quienes se encuentran a su alrededor para crear un conjunto de conflictos que determinan una postura ideológica ante la estructura del Estado Venezolano.
Hay una propaganda no oficial, enmarcada en un conjunto de ficciones e imaginación que tiene como único fin detonar un pensamiento escamatoso en la población estudiantil venezolana y que ésta, salga de nuevo a la calle para protestar. Pero, nadie se hace responsable por éstos hechos que pueden convertirse en violentos, ya que, los dirigentes políticos de la centro derecha solo buscan apropiarse de espacios que les beneficie en el futuro propio.
Hay posiciones antagónicas en el seno de algunos movimientos políticos del país que desean convertir el área en un polvorín de actos irregulares cuya meta final es paralizar el proceso de cambio que debe tener Venezuela en el campo ético y tecnológico para enrumbarse definitivamente como un Estado moderno hacia la verdadera realidad geopolítica que tenemos en Latinoamérica, como eje de la integración y formación de un nuevo liderazgo político.
Los jóvenes deben ser preparados para iniciar un programa de empuje verdaderamente participativo y que garantice una ideologia y disciplina partidista, nadie, puede estar alejado del nuevo eje que es el Estado y, siempre lo ha sido. Venezuela, debe ser más productiva y el plan de acción debe ser claro y con personas disciplinadas que verdaderamente amen a su patria.
Estamos en una nueva forma de hacer gobierno, aunque existen muchos desfases, solo falta acoplarlas y reajustarlas porque se necesitan jóvenes y personas preparadas para cargos gerenciales que determinen una aceleración de los postulados del gobierno bolivariano.
De allí que, las escuelas básicas, los liceos y aldeas universitarias deben asumir sus responsabilidades y acatos para avanzar hacia un criterio renovado de participación política y social. Debemos profundizar la democracia en el país, mediante la aplicación de las leyes, siempre vinculadas con la sociedad y los Consejos Comunales, como una nueva visión de la participación comunitaria hacia los entes del Estado.
Se debe aplica correctivos a la vieja política y dinamizar las estructuras del Estado, aprovechando la intervención del presidente en todos los puntos de legitimación del poder, para evitar la destabilización del Estado proveniente de grupos anárquicos que solo desean aislar a Venezuela del contexto científico y cultural.
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