La nueva arquitectura de la Universidad Venezolana

Tiempos complejos, pero con claro proyecto de país, perfilan el contexto actual en el cual la universidad venezolana debería definir o redefinir sus planes de trabajo. La decisión del pueblo venezolano en el reciente proceso electoral nacional contribuye de manera determinante a actuar en consecuencia, no hacerlo significaría continuar de espaldas a las realidades concretas. La universidad es una institución fundamental para avanzar en el proceso de desarrollo local, regional y nacional, rehacer su arquitectura tanto en  la filosofía como en lo organizacional  y  en sus objetivos es una tarea que no tolera más dilación.

     Para construir la nueva arquitectura de la universidad debemos tomar en cuenta:

  1. La guía estratégica que representa el Programa de la Patria, respaldado por la inmensa mayoría de los venezolanos y que se convertirá en el II Plan Socialista de Desarrollo de la Nación a partir del 10 de Enero de 2012.
  2. La Ley Orgánica de Educación, en cuyo texto se establecen los principios rectores de la universidad venezolana, los principios fundamentales a lograr y el modelo estructurante de la institución universitaria. En esta Ley se profundiza la democracia otorgándole el derecho a votar en igualdad de condiciones a estudiantes, obreros, empleados, docentes y egresados; es decir, la comunidad universitaria podrá decidir el destino de la universidad que en teoría se dice  es de todos sus miembros.
  3. La realidad concreta de las regiones y las necesidades específicas del territorio en el cual están inmersas las universidades. El territorio se constituye en el activador de las potencialidades científicas, tecnológicas y de innovación de la universidad como un cuerpo que armoniza con el entorno del cual también forma parte. La universidad tiene la responsabilidad social de contribuir conjuntamente con los demás actores sociales a desarrollar el territorio y transformar sus comunidades.

     La nueva arquitectura de la universidad debe ser expresión de la voluntad entusiasta y decidida de la comunidad universitaria. Es en la comunidad universitaria donde reside el poder soberano, generador de las transformaciones necesarias. El poder de la comunidad universitaria, además de elegir las autoridades universitarias, también es contralor y debe hacer seguimiento del cumplimiento de los planes y el desarrollo eficiente de los mismos.

     En esta nueva arquitectura universitaria no tiene cabida el marasmo, el anquilosamiento, la desmotivación y la desvalorización del trabajo académico. La nueva arquitectura de la universidad venezolana tiene que ser edificada sobre la base de la necesidad de tener instituciones de alta productividad científica y tecnológica en la cual el conocimiento producido debe impactar en la solución de problemas tanto en el ámbito local y nacional como en el contexto latinoamericano ahora apuntalado por la participación decidida de Venezuela en Mercosur, Unasur, la Celac y el Alba.

     La universidad venezolana debe crecer con el país y colocarse en sintonía con los desafíos actuales. La verdadera autonomía tiene expresión en la decisión propia de los universitarios de transformar la universidad y en consecuencia darse una nueva arquitectura universitaria para nuevas realidades.

El autor es: Profesor Titular. UCLA

scamachocastejon@gmail.com



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Salvador Camacho


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