Ayer mientras llevaba a mi hija con sus dos muchachos al colegio "Jesús María Marrero" ubicado en la Calle "Arismendi" de la popular Parroquia Guarenas, me enteré que los directivos del mismo pretenden subir las mensualidades a más de cuatrocientos bolívares soberanos (BS 400,00), cuando ésta ni siquiera llegaba a los diez bolívares soberanos (BS 10,00). Óigase y entiéndase bien, estamos hablando de un incremento del cuarenta mil por ciento (40.000 %).
A todas luces, con la nueva matrícula a cobrarse, los señores eclesiásticos que supuestamente deberían seguir los pasos que nos dejaran las enseñanzas de nuestro Salvador Jesús, están cayendo en una vulgar especulación, al mejor estilo de los capos de las mafias que dominan la economía mundial, haciéndoles el coro a la componenda que desde hace más de tres lustros, vienen armando las oligarquías del mundo contra la patria de Guaicaipuro, Bolívar, Sucre, Miranda y Chávez, entre otros tantos ilustres que han dado sus vidas por nuestra independencia.
En Asamblea de Representantes, a estos diablos con sotanas se les echó en cara que este incremento es absurdo, puesto que el referido colegio está siendo subsidiado por el Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, es decir, el gobierno del Presidente Nicolás Maduro, aquel que quieren llamar dictador, el cual prácticamente les paga a quienes son los encargados de llevar las riendas de la institución, toda la nómina para su normal funcionamiento.
Ya el Comandante Chávez en más de una oportunidad, nos había asomado aquel viejo refrán y que escuchamos en un merengue caraqueño que reza "El cura de San Juan de Dios, le dijo a su monigote, por más que te tongonees, siempre se te ve el bojote". Y es que a lo largo de la historia, la jerarquía eclesiástica venezolana ha estado involucrada en cuanto complot se esté planificando para pulverizar los intereses de una mayoría desposeída y representada en el pueblo, para irse a apoyar a los amos del poder económico, los cuales emplean todas sus artimañas para desestabilizar al país. La historia está llena de varios episodios como aquellos aciagos días del 11, 12 y 13 de abril de 2002.
Para terminar, acá les dejo una reflexión: Hay que ser muy ignorante para no darnos cuenta de todo ese concierto hegemónico internacional por espoliar las riquezas de la República Bolivariana de Venezuela, (hablamos de espoliación cuando se nos quita de manera injusta y con violencia, lo que es nuestro, es decir, nos malandrean para despojarnos de nuestras riquezas naturales). Por ello,
