Hace 22 años un asesino, guapo y apoyado por el gobierno de entonces, segó la vida a un joven universitario, que después de lucha y sacrificios lograba graduarse de ingeniero civil en la Universidad de Los Andes. Fue una tarde aciaga, Benardino Navas, después de discutir y agredir a su mujer encontró en el estacionamiento de su casa a Luis Carvallo, quien vigilaba para que su novia hiciera una necesidad fisiológica. Toda la rabia y la frustración la volcó el asesino contra aquel joven indefenso, tomó su arma de fuego y sin mediar palabra disparó para quitarle la vida a un joven que soñaba con realizarse como profesional universitario.
A raíz de esos sucesos nació el Movimiento Social 13 de Marzo. Provenientes de Ruptura, agrupación política de izquierda, pasamos a formar parte de ese movimiento, en que se destacaban líderes estudiantiles como Diógenes Andrade, José Goyo Villarroel, entre otros más que dieron vida al movimiento estudiantil. En aquel entonces el Movimiento 13 tenía un norte de lucha, hoy totalmente desvirtuado y convertido en el brazo armado de la oposición que ayer amparó al asesino de Luis Carvallo Cantor.
¡Cosas veredes amigo Sancho!, diría Don Quijote a su fiel escudero Sancho si se refiriera a este Movimiento 13. Ayer luchaba por la autonomía universitaria, por el justo presupuesto a las universidades autónomas, por reivindicaciones estudiantiles. Hoy vemos un Movimiento 13 alineado y alienado a la derecha que tanto combatió ayer. En el pasado quedó una lucha revolucionaria auténtica que hizo historia en el movimiento estudiantil venezolano.
Quienes hoy se autodenominan dirigentes estudiantiles del Movimiento 13 mancharon ese pasado glorioso, conseguido en la lucha diaria, en las aulas de la clase y en cualquier espacio universitario o no, donde era necesario reclamar en procura de justicia. Hoy son estudiantes de 20, no de calificación de un buen estudiante, sino del tiempo que llevan en la Universidad de Los Andes cursando una carrera, sin que el reglamento de repitientes los toque, pues para ello cuentan con el apoyo de autoridades universitarias que les perdonan esta falta y hasta movilizan el Consejo Universitario para graduarlos lejos de su recinto.
Este Movimiento
13 no es el Movimiento Social 13 de Marzo que nació con el asesinato
de un estudiante universitario. No es el movimiento universitario de
Freddy Yépez, ni tampoco de Diógenes Andrade ni de quienes formamos
parte de su creación. Este Movimiento 13 es un adefesio sin definición
filosófica ni ideológica. Se ha convertido en una organización para
manipular al estudiantado, para amparar delitos y vagabunderías, para
defender una cúpula religiosa olorosa a corrupción y explotación,
para arremeter con violencia contra los estudiantes revolucionarios
que apoyan el proceso bolivariano que lidera el Presidente Chávez.
(*) Periodista – Docente IUTE
ncorredortrejo@gmail.com