Definitivamente a un grupo importante de venezolanos nos preocupa las reacciones políticas sobre los resultados electorales anunciados tal vez al filo de medianoche del 6-D. Sí, nos preocupa y no exactamente porque seamos paranoicos, ni veamos fantasmas y creamos en historias de aparecidos. Algunos datos de la realidad indican que estas negras expectativas pueden ocurrir, aspiramos que sólo sean augurios y no realidades.
Dos datos “muy en caliente” los tomé del programa televisivo de José Vicente Rangel (25/10/2015), esta vez le correspondió a Maryclen Stelling, socióloga, columnista y experta en medios de comunicación. “Están utilizando el miedo como medio para aglutinar la población, votos (…) en este caso dado las cercanías de las elecciones está arreciando la estrategia de transmitirnos el miedo a través de la información, miedo al chavismo y miedo a que ese sector político gane las parlamentarias", señaló refiriéndose a la estrategia comunicacional de la MUD. En fin, si gana el Psuv y sus aliados vendrá el caos y el país entraría en una fase terminal.
Pero no sólo la oposición usa esta modalidad de campaña electoral. La analista indicó “que el chavismo también recurre a esta estrategia… es el miedo a lo que pasaría si vuelve la cuarta República, ahí hay un elemento de manejar el miedo".
¿Qué efecto produce desde ya esta campaña sistemática de sembrar el temor entre venezolanos? Algunos pensadores venezolanos ya lo han indicado: la crispación de la ciudadanía responde a la necesidad política de sembrar inquietudes profundas para evitar reacciones racionales a la hora de votar. Si el elector responde emocionalmente entonces buscará entre las alternativas conservadoras (que siga el proceso bolivariano) y los cambios radicales (un nuevo gobierno para el 2016). Esta estrategia es una careta más que se pone la falsa polarización que se ha construido políticamente en Venezuela, que en nada beneficia a los ciudadanos de a pie, pero si a las élites políticas y económicas que la propician. Pero este es otro tema, sigamos.
José Vicente Rangel dijo ayer que “lo fundamental de los próximos comicios parlamentarios del 6 de diciembre, independientemente de quién resulte vencedor, es el respeto al resultado dictado en las urnas y escrutado por el Consejo Nacional Electoral (CNE)… La democracia impone saber ganar y saber perder, en otras palabras, jugar limpio, porque en la política y en la vida no se acaban en una prueba comicial". Pero sabemos que los actores políticos apuntan en otra dirección, quieren hacerle trampa a la democracia.
Algunas expresiones de la MUD y el chavismo lo confirman. El Presidente Maduro en una de sus arengas televisivas dijo que “tenemos que prepararnos para ganar las elecciones del 6 de diciembre de este año 2015 como sea, ganar como sea”. Expresiones inapropiadas para un actor electoral relevante en cualquier campaña electoral, tal vez al Presidente le llegó un aguijonazo de la crispación emocional que está a flor de piel en el país. Diosdado Cabello ha señalado que la MUD está lista para no reconocer los resultados que serán anunciados por el CNE. Es decir, habrá insubordinación civil y terrorismo.
Por su parte la MUD no ha escatimado esfuerzos por crear la matriz de opinión de que el 6-D ya el gobierno nacional tiene montado un fraude electoral. Critican sistemáticamente al CNE, exigen presencia de observadores internacionales que le sean afines (OEA/ONU/Comunidad Europea), descalifican a los observadores de UNASUR/CELAC, no participan en el simulacro electoral y algunos de sus voceros han dicho que sólo se atendrán a los números que ellos manejen el día de los comicios.
Así están las cosas, como dijo un viejo periodista ya fenecido.
¿Qué hacer los ciudadanos que no formamos parte de las élites políticas, económicas y sociales que conducen al país a un choque de trenes electorales?
En primer lugar, no ceder al chantaje político que está montado por los factores que se han beneficiado de la polarización. Venezuela es diversa y plural, no es blanco y negro, existen matices. Cada quien votará por quien considere pertinente para atender y resolver los problemas del país, así funciona la democracia. Pero después del domingo viene el lunes, después del 6-D, viene el 7-D. El país sigue y nos veremos las caras todos, no importa por quien se haya votado.
¿Acaso los problemas que el país padece se resolverán mágicamente cuando la Presidenta del CNE anuncie los resultados electorales? ¿Acaso el anuncio electoral significará que el país ha colapsado definitivamente? Sabemos que no es así. La realidad no funciona de esa manera.
Paz y respeto a las leyes es la actitud adecuada, no lo digo yo, lo dijo José Vicente ayer: “Por ello… que la clave de un desarrollo electoral armónico, está en la actitud que los venezolanos asuman este 6 de diciembre por la noche, cuando el órgano rector informe al país los resultados de este evento.
Agregó que en caso de dudas utilicemos los canales que establece la ley para impugnarlos y se aporten pruebas contundentes, pero que no se repita la historia de lo que ha sucedido en 18 elecciones anteriores, en las que se aceptan únicamente resultados favorables y se rechazan los que son desfavorables a determinado sector, con el único propósito de contar con un argumento que excuse la derrota o promueva la violencia".
Repito, paz y respeto a las leyes es la conducta correcta para todo venezolano. Bueno, que nos no agarre desprevenido este lunes 7 de diciembre de 2015.
suarez.nelson2@gmail.com