El 04 de febrero de 1992, escuchamos decir al Presidente Chávez: "Por ahora, los objetivos que nos planteamos no han sido logrados", seguramente, se refería al intento de la toma del poder y la de capturar al entonces Presidente Carlos Andrés Pérez, que no fue alcanzada en ese momento. Desde entonces, he asociado esa frase espontánea del Presidente Chávez con la célebre frase del Presidente Rómulo Betancourt, "We will come back", cuando supo que el candidato de Acción Democrática, Luis Piñerúa, había sido derrotado por el candidato de COPEI, Luis Herrera Campins, en las elecciones de 1978.
En ambos casos, se reconocía con gallardía la derrota y se expresaba con total seguridad plena de esperanzas que, en un futuro, se lograrían los objetivos planteados y se retornaría para poder cumplirlos como se esperaba. En el caso de Acción Democrática, se cumplió su retorno con los triunfos de Jaime Lusinchi y luego de Carlos Andrés Pérez. En el caso de Hugo Chávez, este volvió para alcanzar el objetivo de la "toma del poder" por vía pacífica y democrática, en elecciones celebradas el 06 de diciembre de 1998 y como todos sabemos volvió sucesivamente al poder, hasta su fallecimiento.
He querido titular este artículo recordando esas dos conocidas frases de dos Presidentes que han jugado un papel relevante en la historia contemporánea del país, porque tal como lo he expresado pública y privadamente: "Por ahora no hemos cumplido con los objetivos planteados" y estamos obligados a regresar, no sólo para revisarlos y redefinirlos, de ser necesario, sino que estamos obligados a volver con nuevos bríos, voluntad y pasión, para cumplir con eficiencia los objetivos establecidos y expresados en numerosos planes, programas y proyectos y en innumerables discursos, compromisos públicos y actos de habla en los que hemos asumido no sólo construir un socialismo original y solidario, sino también, una patria soberana e independiente.
Por ahora no hemos cumplido, totalmente, y aún estamos en deuda con:
1. Reducir la corrupción y evitar, al máximo, la impunidad.
2. Garantizar una adecuada calidad de vida para la gran mayoría de la población, en especial, de los sectores de menos recursos económicos. Regresar, al esfuerzo sostenido que nos permita la reducción de la pobreza y la miseria en Venezuela. Y, en definitiva, garantizar la mayor suma de felicidad social a nuestra población.
3. Bajar los altos índices de inseguridad individual y social.
4. Sustituir el modelo económico rentístico y monoproductor, por uno que garantice un desarrollo integral, sustentable, sostenible y autogestionado e implementar una política monetaria y fiscal, que contribuya con la drástica disminución de la tasa de inflación y el incremento de la producción y la productividad nacional. Sincerar la economía y darle el valor real que tienen nuestros productos energéticos no renovables. Cumplir con los obligaciones internacionales como la creación del Sucre.
5. Elevar la capacidad de gobierno de nuestros líderes e incrementar la eficiencia técnica y política de nuestros gerentes y gobernantes.
6. Elevar el nivel de conciencia y de formación integral de la población comunera que le permita, en forma gradual, asumir el poder del Estado.
7. Disminuir, sustancialmente, nuestra elevada dependencia científica, técnica y tecnológica, en especial en el área petrolera, gasífera y petroquímica; así como en los procesos que nos garanticen una verdadera soberanía y seguidad alimentaria.
8. Mejorar la cobertura y calidad de los servicios de educación, salud, transporte público, entre otros. Conscientes de los avances obtenidos.
9. Crear un clima social estimulante y motivante que evite, o reduzca, los permanentes conflictos personales, familiares y colectivos. Y genere un clima de armonía y paz, que confronte la guerra y la violencia.
10. Diseñar y construir, en colectivo, un modelo social originario que respete nuestro acervo cultural, nuestras tradiciones, la cosmogonía ancestral, nuestras propias realidades y se apoye en "los poderes creadores del pueblo", sin imposiciones de ningún centro de poder extranjero cualquiera que este sea. Cumplir con las ideas iniciales contenidas en el llamado "Libro azul", vinculadas con la necesidad de crear, inventar y construir, nuestra propio y original modelo de relacionamiento humano.
Por citar sólo algunos de los compromisos, intenciones, objetivos o metas que hemos enunciado, sin que aún, a pesar de todos los avances y resultados obtenidos, hayamos podido sentir que lo hemos alcanzado completamente.
Por todas estas razones, con independencia de los resultados electorales que hemos obtenido, hoy domingo 06 de diciembre, estamos obligados a regresar como tantas veces volvió el Presidente Chávez, para contribuir al logro de estos objetivos que nos planteamos y no hemos podido alcanzar como deseamos.
Como sea hemos de volver a Chávez. Hemos de volver, para aplicar, de verdad verdad, las postergadas 3R (revisión, relanzamiento y reimpulso), dar el giro de timón al que nos invitó y cumplir con su promesa de elevar los niveles de eficiencia de la gestión gubernamental y terminar de hacer realidad lo que nos demandó, tantas veces: Hacer la REVOLUCIÓN dentro de la revolución.
Estamos obligados a volver sobre las tres raices, sobre la lectura y análisis del Proyecto Simón Bolívar y sobre todo, sobre el ejemplo de dignidad, humildad, honestidad y compromiso que nos mostró el Presidente Chávez.
Volveremos porque, por ahora, no hemos logrado los objetivos que nos planteamos, no sólo electoralmente, sino política, moral y espiritualmente.
hugomoyer@gmail.com