Elías Jaua; las heridas morales no las provocó el enemigo; las provocamos nosotros

Camarada Elías en su articulo “Sanar las heridas” usted dice en un párrafo: “El Presidente Maduro señaló, con acierto, que las heridas no solo han sido materiales sino también morales. Así como sectores privados de la economía, en connivencia con cierta burocracia estatal, han aprovechado la guerra para enriquecerse de manera ilegal, también importantes sectores populares han sufrido un proceso de desclasamiento, optando por el camino del pillaje de la propiedad de otras familias, la explotación del pobre por el pobre mediante la extorsión de todo tipo y la desviación de los productos y recursos del Poder Popular, entre otras miserias humanas que han aflorado en medio de las dificultades”.

Coño camarada; vamos a seguir hablando en tercera persona; las heridas morales son nuestras, las provocamos nosotros no el enemigo, ese es nuestro principal sistema de defensa y lo hemos descuidado.

¿Por qué lo hemos descuidado?

Porque hemos caído en el mal que ha matado a toda revolución; el pragmatismo; esa especie de espejismo diabólico de ir tras el fin sin importar los medios, obviando principios que sin ellos se tuerce el rumbo estratégico.

 

Este año se cumplen 100 años de la Gran Revolución Rusa, la historia de la revolución de octubre tiene que ser un libro de obligatoria lectura de todo revolucionario para entender como se triunfa en una revolución y como desde dentro se falsifica y se traiciona, desde un pragmatismo que desplazó el control obrero hasta mutar en la dirección de una casta burocrática. Así mismo esta pasando con la revolución bolivariana.

El pragmatismo condena al ostracismo a valiosos revolucionarios y a los que no puede por cuestiones de su enorme estatura histórica simplemente momifica su pensamiento y los convierte en un aburrido estribillo. Y ahí comenzamos a descender por un tobogán de acciones que aunque estén muy pintadas y floreadas de fraseología revolucionaria distan mucho, desdicen mucho de una moral revolucionaria.

Bajo esa forma pragmática de hacer política nosotros hemos provocados grandes heridas que son mas dolorosas que las que nos hace el enemigo; porque nosotros tenemos que entender que esto es una guerra y el enemigo esta para golpearnos pero es triste y terrible y así debemos de reconocerlo que las heridas morales las provocamos nosotros.

Desde el pragmatismo:

- Hemos cobijado, amparado y fortalecido a nuevos grupos económicos, truhanes de la política, chulos de la revolución; porque para el pragmático es más fácil entenderse con esas especies que debatir de frente con algún camarada crítico.

- Hemos fortalecido el nepotismo, el amiguismo y la sociedad de compadres por encima de las relaciones orgánicas de las estructuras revolucionarias; para tener respuesta de alguna solicitud al estado o al partido, los caminos son, los compadres, los amigos, o las Blancas Ibáñez.

- El clientelismo es consecuencia de esta forma de hacer política y con el clientelismo hemos engordado exageradamente la burocracia; las misiones que fueron una medida genial para baipasear la pesada burocracia cuarta republicana, hoy se están convirtiendo en los pesados y lentos ministerios.

- Se ha desarrollado una especie de caudillismo interno tanto en el partido, el gobierno y en las empresas del estado; no son tendencias con planteamientos políticos e ideológico que pudieran entenderse en discusiones y debates donde prevalezcan las fuerzas de las ideas sino que son grupos y jefaturas que aplastan al adversario interno y sin ningún escrúpulo son capaces hasta de pactar con el diablo para lograr sus objetivos.

- La impunidad, ineficiencia y el burocratismo, ese es un trío que camina junto, en el ejercicio publico y político; otros de los males que hemos alimentado; así como vemos los mismos enrosques a nivel de altos cargos con funcionarios que no dieron la talla en tal institución o no hay un balance objetivo de sus resultados así mismo pasa a nivel regional y local; funcionarios o dirigentes políticos incapaces, que han robado, que han cometido toda clase de abusos lo que viven es en un eterno tour por diversas instituciones públicas o en responsabilidades partidistas, porque todos ellos son intocable, todos ellos tienen su caudillo protector. Para muestra un botón: Usted se ha preguntado camarada Elías ¿Por qué para comprar el gas de uso domestico se hacen mas colas que cuando el para sabotaje? Si hoy la distribución del gas esta en nuestras manos ¿Pregunte por los que han dirigido esta empresa que nació en revolución? ¿Estarán castigados o premiados?

- El pragmatismo usurpa el protagonismo popular; así como la burocracia rusa fue desplazando el protagonismo de los soviet de obreros, campesinos y soldados a partir de la muerte de Lenín, la persecución a Trostki y a los históricos bolcheviques hasta llegar en época de Gorbachov que el último soviet de diputados de la URSS, del poder de los trabajadores, tenia tan sólo un diputado obrero; así mismo nos esta pasando a nosotros; la institucionalidad burocrática se esta tragando a la nueva institucionalidad revolucionaria, el ministerio de la Comuna, Fundacomunal, Alcaldías y Gobernaciones y demás ministerios lejos de entender y asumir su papel con el poder comunal, se han convertido en bozales que frenan y coartan las iniciativas populares; las universidades creadas por la revolución son victimas de las ambiciones del caudillismo regional que lo único que aspiran es ponerle mano a los recursos monetario o aprovechar la representatividad del cargo no importándoles un carajo la misión política de tales instituciones; pregunte camarada Elías ¿ Cuantas universidades territoriales han adecuado sus reglamentos a los fines de desarrollar productivamente su territorio y cual ha sido el avance hasta ahora? y en cuanto al resto de nuestras universidades bolivarianas, seguimos graduando para el estatus, para la movilidad social, para el “sueño americano” y no para la transformación y la liberación. Eso mismo pasa con el partido; las UBCh y los demás organismo son apéndices del estado, dependen de los gobernadores, alcaldes o de algún caudillo. Las elecciones internas de las que algunas veces hacemos alarde son una especie de video juego donde termina ganando la maquina.

Y lo peor de toda esa autoflagelación que golpea nuestra moral, producto del pragmatismo como vía de desecho a los principios revolucionarios ha provocado otros dos males severos.

1) – Hemos venido formando una militancia mercenaria, que hasta inocentemente cree que esta haciendo revolución, que sustituyen los debates colectivos, por la compra de conciencia aprovechando recursos públicos, ejerciendo la pillería, la maniobra artera, las campañas de descréditos y lo digo con conocimiento de causa camarada Elías; me lo supieron decir “dirigentes” estudiantiles de universidades bolivarianas que defienden esas practicas; “Lo que pasa es que tu no sabes nada de política, así se hace la política”, eso mismo lo he visto en los consejos comunales y en los CLAP; dígame cámara ¿Que diferencia hay de esto, a los dirigentes estudiantiles adecos y a las asociaciones lecheras de Carlos Andrés Pérez que este servidor combatió? No hay ninguna diferencia y si antes las combatí tuve que enfrentarme a las estructuras del partido y del estado, hoy si los combato me enfrento a las mismas estructuras pero del PSUV y del Gobierno revolucionario.

2) El otro gran mal y ese es el peor de todos los males es que estamos perdiendo aceleradamente el concepto del bien público, lo publico lo vemos como una piñata a la que todos tenemos que sacarle lo mas que podamos, en nuestra subjetividad estamos perdiendo el sentido de patria, en las alcaldías, gobernaciones, ministerios, empresas del estado, en ninguna parte existe la política de hacer las cosas con esfuerzo propio, todo es un contrato, una nueva compra, porque allí están las ganancias, las comisiones, el ayude de un amigo, el pago de favores, eso es no querer a la patria, no tener conciencia del bien público.

¿Que hacer para sanar las heridas morales que nosotros nos hemos provocado?

Camaradas necesitamos sentir ese respaldo moral que teníamos en el 2002 – 2003; cuando la gente decía ¡Con hambre y desempleo, con Chávez me resteo¡ pero para eso debemos restablecer la confianza y no hablen en tercera persona, la responsabilidad está en ustedes; que están en los puestos de dirección, son ustedes los que deben de dar un sacudón moral, desechen el camino del pragmatismo, no juguemos con los principios revolucionarios, y no me venga a calificar de puritano o de infantilismo de izquierda, es sencillamente que los obstáculos en la revolución no se superan torciendo el camino, se superan derribándolos con mas revolución.

No es con cuatro gritos en una cadena de televisión como nos van restablecer las confianza y sanar las heridas morales, son grandes decisiones; Fidel y la Revolución Cubana en el momento mas duro y critico, no ocultaron ni menos postergaron la decisión de fusilar a un vergatario soldado que lamentablemente se desvió de los principios socialistas.

Y Bolívar supero esa  especie de "bovera" como usted lo dice; primero haciendo participe y protagonista de la guerra a los desposeídos y segundo en 1817 unifica las fuerzas confirmando la decisión de Consejo de Guerra que condenó a la pena de muerte a uno de los mas brillantes soldado de la Republica, al invicto general y Libertador de Guayana; Manuel Carlos Piar.

No estoy llamando literalmente a fusilamientos, sino que se tomen decisiones trascendentalmente revolucionarias que moralice la tropa.

Que se tenga el coraje de luchar firmemente contra la ineficiencia, el burocratismo y la corrupción luchando contra el amiguismo, la sociedad de compadres, el nepotismo y promover una relación orgánica característica del principio colectivo y socialista.

Así como se llama a los enemigos históricos para “trabajar juntos”; que se tenga la entereza, la humildad, la voluntad de llamar y dialogar con Jorge Giordani; Toby Valderrama, Ana Elisa Osorio, Héctor Navarro, Juan Barreto, Gustavo Márquez, Cliver Alcalá y Freddy Gutiérrez, Rodríguez Torres, los compañeros de Marea Socialista entre otros; tal vez la reunión seria fuerte pero estoy seguro que ninguno de estos va a pedir dólares preferenciales.

Y para terminar que se cumpla con el último consejo que según sus palabras les dio Fidel: “Téngale confianza al pueblo”; y aunque el sindicalismo gansteril, la gerencia corporativista y los caudillos amenacen; impulsen por la calle del medio la Gestión Directa y Democrática de la Dirección del Proceso Social de Trabajo por parte de la Clase Trabajadora y los Consejo Socialista de Trabajadores y Trabajadoras.

Así se podrán ir sanando nuestra heridas morales.

ABREBRECHA Y DESPUES HABLAMOS



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José Ovalles


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