El venezolano, desea ser tomado en cuenta en el país de los programas sociales y solo puede esperar del presidente Nicolás Maduro Moros que logre controlar el plano económico, lamentablemente el programa de Chávez en terminar las vías férreas fue dejada a un lado. Venezuela, es el país de los programas sociales de subsidios a gente que no tiene empleo ni ingreso, adultos mayores, jóvenes sin trabajo, estudiantes sin beca, tandas de préstamos a la palabra, microcréditos a microempresas. Le estamos agradecido, muy agradecido, pero solo deseamos que los productos que vengan del campo tengan un precio real, verdaderamente justo. Es decir, con las consecuencias devastadoras que la recesión económica está teniendo sobre empleos e ingresos que se tenían. Una red de supermercados en Carabobo, ha retirado de su plantilla un aproximado de quinientos, (500), trabajadores. Todos los canales de Tv que tiene el Estado, nos hacen ver las inversiones en el campo agrícola, pero un aguacate cuesta noventa mil, (90000) bolívares soberanos, algo exorbitante.
Lo he sugerido en mis columnas: es como si Presidente creyera que hay un país del gobierno, que se debe al pueblo, y un país distinto del pueblo que no necesita atención del gobierno. Social y demográficamente visto, el "país del pueblo" en que piensa el gobierno es el más desprotegido y también el más improductivo. Es el país que en condiciones normales necesita más apoyo, una política de subsidios solidaria, porque no puede sostenerse a sí mismo, ni crear su propio camino de bienestar. El gobierno tiene que atender a ese país que no puede solo. Hay un pocon de ciudadanos que no desean trabajar y otros que son engañados, más el tren ejecutivo que se hace el mutis ante las orientaciones del ciudadano presidente.
No me explico, como nuestro presidente que viene de las raíces del pueblo se deja envolver por la nueva oligarquía, que reside ahora en La Lagunita Country Club, porque los verdaderos millonarios les vendieron esas casonas del viejo municipio El Hatillo.
Pero el país que la pandemia amenaza con arrasar es el que tiene ingreso y empleo, el que de alguna manera se basta sí mismo, el país de donde vienen los excedentes, los impuestos, para subsidiar al país marginado. Lo que necesita el país productivo que se habla en Tv, está destruyendo la pandemia, son recursos temporales para pasar debajo de la ola de destrucción y salir del otro lado con capacidad de ponerse rápidamente en pie. Pero ese es el país que olvida el Presidente. La voluntad de un pueblo que obedece su voz y liderazgo.
El covid-19 impacta la economía mundial de tres maneras: afectando directamente a la producción, creando trastornos en la cadena de suministro y, por consiguiente, en el mercado.
Esta tragedia de la pandemia exige un nuevo Renacimiento, que pasa por una Venezuela y una Europa unida, sin fisuras, y por el surgimiento de un mundo más compacto y solidario, diferente en gran parte al que ha existido hasta ahora, tras el ataque del virus que ha sido mortal y global. Y una Latinoamérica en plena libertad.
Ahora, debemos tener cuidado, en ¡Wuhan ¡están grandes multinacionales de laboratorios farmacéuticos que son líderes de cárteles de drogas que se distribuyen en el mundo y es uno de los núcleos científicos del mundo, incluso del mismo EEUU. Allí no hay conflicto de territorios. Todos están trabajando, aislaron si territorios ya marcados como Chernobylli. Menos mal que Cuba logró sacar niños de esa región y los trato con signos positivos, Así, la industria de las drogas también: se conforma de empresas con un CEO responsable (líder del cártel), toda un área operativa y su fuerza de seguridad. Para los narcotraficantes mexicanos —acostumbrados a las interrupciones en la cadena de suministro por la persecución constante y el conflicto por los territorios— no está llegando su ahora principal materia prima, el fentanilo... la droga de moda en Estados Unidos. El más importante productor de fentanilo es China y se elabora en... ¡Wuhan! Una ciudad industrial conocida por su producción de químicos, incluidos los ingredientes para cocinar fentanilo y otros poderosos opioides sintéticos.
Y apenas el 8 de abril, después de 76 días de encierro, se reactivó. La cadena de suministro de fentanilo ha reducido las ganancias de los traficantes mexicanos y ha elevado los precios de las drogas callejeras en EU. Los Ángeles Times, revela cómo el comercio de narcóticos se ha visto obstaculizado por cierres, prohibiciones de viaje y otras acciones para contener el virus. Un portavoz de la DEA en San Diego ha señalado que las píldoras de fentanilo en su área ahora se venden en 7 dólares cada una, en comparación con los 5 o hasta 3 dólares de hace unos meses. Las pandillas que trafican no están cobrando sus salarios y esto implica que la industria del narcotráfico va a tener que migrar a otras áreas para poder sobrevivir. Nos dicen los que saben que en México habrá un repunte en la extorsión y el fraude en todas sus modalidades: telefónico, cibernético y territorial. Y no perdamos de vista al mundo del huachicol: algo más harán si con la caída de los precios mundiales del petróleo, la venta de la gasolina robada deje de ser negocio. Y en Venezuela sin gasolina por un bloqueo y la destrucción de PDVSA, Palabras clave En los años de 1500 no hubo virus que detuviera a las Naos de China... aquellos galeones que establecieron la ruta Nueva España-Filipinas... nuestro ancestral lazo económico con Asia; nos llegaban sedas, maderas, arroz, mango, azafrán, biombos y marfiles, etcétera. Y claro, el comercio de las especias. Hoy los tiempos algo han cambiado. Entonces también mandábamos plata. Pero no a cambio de fentanilo.
Así Venezuela, así presidente Maduro, ojos abiertos con PDVSA, los países asiáticos y EEUU.
Precisamente analicemos el discurso del presidente López Obrador entre el 26 y el 27, sí no obedece, ya se trama un Golpe de Estado, ¿La razón? Dedúzcala, es el mundo de los fármacos, es el negocio de disminuir la población, es controlar la energía de los países débiles, atraparlos en su misma red por insulsos, ¿Lo somos?