Al compatriota Ángel Vicente Rivas, le confieso que he leído con satisfacción sus opiniones muy acertadas acerca del señor Jerónimo Carrera Damas, las cuales aparecen en su muy buen artículo publicado en Aporrea el 05-03-07 “Zamuro cuidando alpiste”.
Hasta ahora había creído honestamente que el partido Comunista había evolucionado tanto, que entendía sin retaliaciones ni dogmas, lo que era el proceso revolucionario venezolano. Truncado en otras épocas pasadas por el sectarismo y la corta visión política de las dirigencias que sólo veían a través de la URSS y no se detenían a pensar en la propia historia que nosotros tenemos. Si revisan sus actuaciones pasadas, analíticamente, sin temores ó prejuicios, se darán cuenta de que así fue.
Sin embargo, esto no justifica los Pompeyos Marquez o Teodoros Petkof, quienes son producto de ese PCV y que actualmente no son más que vulgares traidores a la patria, y podrán aparecer otros más. Hago está salvedad no vaya a ser que aparezcan los más papistas que el Papa y me cuestionen sin una argumentación sólida pero que podría ser conveniente aunque se aleje de la verdad.
Muchos conocimos la llamada “moral del lobo”: Lo que yo hago no lo puedes hacer tu, y tu haces lo que yo te ordeno. Esta era la forma de actuar que tenía el personajillo y sobre todo sabía obedecer como un guachimán nicaragüense, de esta manera justificaba su cómoda y deliciosa estadía en Praga en unión de su señora esposa por allá en los años 60. Por supuesto que se conocieron museos de arte y de historia, el museo de Carlo ó iglesias góticas para nutrir el intelecto, pero también eran agradables las Kabarnas de la Varlasky Enamiesti, la principal avenida de Praga, donde se podía degustar un buen vino ó una Piltzen que de hecho es de origen checo. Si no escribí bien el nombre de la avenida, admito la corrección que me pueda hacer el personajillo ó de alguno de sus asiduos visitantes en esa bella ciudad.
Por supuesto que esa elevada cultura, impide de forma natural, la entrada de nuestras expresiones culturales en el cerebro y más aún cuando es sabido que no lo hemos desarrollado completamente.
Afortunadamente, la historia muchas veces se hace impredecible y cuando menos lo esperas te llevan al borde de la cuneta y es allí donde se caen las caretas. Nunca imagine, y lo confieso, que el personajillo llegara a ser presidente del PCV, aunque respeto mucho a esa organización política por sus haberes.
