¡Que grandeza la del pueblo venezolano al demostrar todo ese amor y esa pasión!
Evidentemente, me refiero a los sucesos que comenzaron aquel aciago 11 de Abril, pero que terminaron al mejor estilo de una historia épica, donde pase lo que pase, al final, el bien siempre triunfa y la justicia se impone, en aquel 13 de Abril que no podemos olvidar y que además tenemos el deber moral de recordar conmemorar, celebrar y explicar a las generaciones venideras.
Son acontecimientos como estos los que nos deben mover, los que nos deben inspirar y mantenernos convencidos de que SI es posible lograr la patria que nos hemos planteado. Problemas hay muchos, no obstante, corazón para enfrentarlos y derrotarlos hay mucho mas.
Las manifestaciones populares de Abril nos dejan muchas lecciones, cualquiera de ellas muy importante y trascendente. Por ejemplo, debemos prestar especial atención al nivel político que hemos ido alcanzando poco a poco y casi sin notarlo, sobre todo si lo comparamos con la conciencia política casi nula que tuvimos hasta finales del siglo XX, en verdad aún nos queda mucho por hacer y la buena noticia es que ya pusimos manos a la obra de manera sistemática con el motor "Moral y Luces".
La mayoría de los venezolanos es dueña de esa moral, hecho ya harto demostrado, por esto, no podemos permitir que una minoría, con poder, pero minoría al fin nos robe los sueños que hemos ido alcanzando, no sin esfuerzos. Sueños que hace muy poco parecían utópicos, pero que con el devenir del tiempo y los acontecimientos los podemos ver, los podemos abrazar y hasta los materializamos y por nada en este mundo estamos dispuestos a abandonar.
A muchos de nosotros se nos intentó robar el futuro, poniendo los beneficios generados por nuestro país en manos de una clase gobernante y corrupta que no estaba dispuesta a ceder ni un centímetro en beneficio del resto. Fueron muchos los sinsabores, hambre y miseria que tuvimos que soportar, es por esto que, ahora mas que nunca debemos mantenernos en pié de lucha, RODILLA EN TIERRA, para defender lo que hemos logrado recuperar y mas importante aún, defender lo que le corresponde a nuestras generaciones futuras.
Hemos tenido, desde que nos empeñamos en hacer una revolución, muchos momentos importantes, que nos han ido dejando una huella que nada ni nadie podrá borrar, pero lo sucedido aquel glorioso 13 de Abril no tiene ni tendrá precedentes, al menos en muchos años, en ninguna latitud de este planeta. Un pueblo engañado, burlado, ignorado y hasta maltratado, salió a la calle -sin otra arma que su amor, su conciencia- de manera espontánea a restablecer el orden constitucional que había sido roto por un grupo de gorilas, asesinos y ladrones insensibles, con la firme disposición de decirle al mundo con la voz en cuello, que VENEZUELA CAMBIO PARA SIEMPRE, aún a riesgo de la vida... ¿Para que queremos vida si nos roban la dignidad?.
Que sabroso es decir una y mil veces que, hoy mas que nunca me siento MUY ORGULLOSO de llamarme venezolano, de ser hijo de la patria de Bolívar y Miranda pero sobre todo de compartir los ideales con todos estos guerreros de la Venezuela moderna y progresista que se convertirá mas temprano que tarde en un modelo a seguir por todos los países de mundo. Que me perdone el Libertador, pero en estos momentos prefiero el título de COMPATRIOTA al de CIUDADANO.
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