La crisis alimentaria que está sufriendo el mundo, tras las alzas de precios de los principales rubros agrícolas, ha servido de excusa para que se inicie una cruzada contra los combustibles biológicos, de parte de instancias poderosas. Se convierte en una señal de la que hay que estar atentos, porque las negociaciones activadas en la Organización Mundial de Comercio (OMC), presionarán a los mercados en todos sus sectores.
Por una parte, el director general del FMI, Dominique Strauss-Kahn, estimó que concluir las negociaciones de la Ronda de Doha, ayudará a que los precios de los alimentos bajen. Esto supone que se eliminen las restricciones de comercio agrícola y se libere la actividad, con el propósito que las mercancías se vendan de manera libre, a ello hay que sumar que los subsidios sean eliminados, implica que los agricultores de países desarrollados compitan en iguales condiciones al resto del mundo.
Esa decisión, será muy difícil de alcanzar, y no se puede asegurar que el precio de los alimentos baje al haber un libre comercio, situación propicia para especuladores. El escenario actual es totalmente contrario a lo que se plantea con la Ronda de Doha, se ha desatado una ola de proteccionismo en países productores como Egipto, Vietnam, India, China, Argentina, Ucrania, Rusia y Kazajstán, donde las autoridades decidieron proteger el consumo interno, contra la escasez, con la consecuencia de más aumento de precios.
Por otra parte, se ha iniciado una satanización de los combustibles biológicos, con toda razón, por ejemplo EEUU, destina 30% de la producción de maiz, para producir etanol, otro país importante de este producto es Brasil, que lo procesa de la caña de azúcar. El etanol es producido como fuente energética alternativa, para combatir los precios petroleros, inflados hoy artificialmente.
El FMI ha señalado que en 2005 se invirtió en la tecnología ecológica, 38 mmd y se estima que aumentará a 100 mmd, lo que es un indicativo que la producción de etanol no será detenida. Desde la ONU se ha pedido moratoria total al combustible alternativo. El presidente de Brasil, Luiz Lula da Silva, ha salido en defensa del combustible biológico y ha propuesto que se debe incrementar la producción petrolera para que los precios caigan. El presidente brasileño alardeó de los nuevos hallazgos de petróleo en su país, con los que estima ayudará a que baje el crudo.
Las decisiones no son sencillas, si se pusiera fin al etanol, para hacer bajar los precios de alimentos, resultaría en una escalada de los precios petroleros. Sí en Brasil cumplen las expectativas de Lula da Silva, e incrementan el volumen de petróleo, el mercado podría verse saturado del hidrocarburo, haciendo que inversionistas especuladores salgan de sus posiciones de manera rápida, lo que descalabraría el precio petrolero. Sí el etanol es producido como una alternativa combustible, y se produjera la presión bajista en el hdricarburo, con la entrada de Brasil como un gran productor de crudo, al bajar los precios, ¿Para qué seguir produciendo etanol?
Ciertamente los combustibles biológicos no son los únicos responsables del alza de los precios de los alimentos, la demanda de China e India de rubros como carne, ha crecido y presiona el mercado de granos para la alimentación de ganado. La atención se centrará en las negociaciones de la OMC, sobre la Ronda de Doha, si bien no se podrá concretar en pleno, es muy posible que se alcancen acuerdos, sobre rubros que pasarían a ser librados y referenciales, que de alguna manera ayudarían a solventar parte de la crisis alimenticia, ya se está hablando de la papa.
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