Desde España

Tipos con mucho interés

Ayer entré a Correos para enviar unas cartas y mientras esperaba turno me entretuve en leer la información que proporciona la oficina bancaria que se encuentra allí, Deutsche Bank, sobre los intereses de los préstamos y créditos que concede. Son estos, como puede verse en la imagen de abajo:

Créditos y préstamos a 3 meses: 7,19%
Créditos y préstamos a 1 año: 7,45%
Créditos y préstamos a 3 años: 8,24%
Préstamos hipotecario vivienda a tipo fijo: 6,43%
Préstamos hipotecario resto a tipo fijo: 6,96%
Préstamos hipotecario vivienda a interés variable: 2,07%
Préstamo personal al consumo: 9,38%
Descubierto en cuenta corriente con consumidores: 10,00%
Resto descubiertos: 30,60%
Excedidos en cuenta de crédito: 30,60%

Todos ellos, como dice la nota, sin incluir comisiones u otras cargas.

Naturalmente el banco olvida señalar que esos créditos y préstamos puede darlos con el dinero que el Banco Central Europeo le concede sin límite al 1% o incluso, si se trata de bancos privilegiados como el Santander o el propio Deutsche Bank, con el que le dio la Reserva Federal al 0,25% y en secreto, como ya comenté en otra ocasión  (16 billones de regalo a los bancos y empresas que provocaron la crisis y que más empleo destruyen).

No creo que pueda haber una muestra más clara y evidente de lo que está impidiendo de verdad que salgamos de la crisis.

¿Qué empresa puede sobrevivir con estos tipos y eso, en el hipotético caso de que le concedan los préstamos, porque antes que dárselos, los bancos prefieren utilizar el dinero que casi gratuitamente les da el banco central para especular o comprar deuda?

¿Cómo puede soportar una pequeña o mediana empresa un 30% de interés si se excede puntualmente en su línea de crédito?

¿Cómo se puede reactivar la economía con esos tipos de interés por las nubes cuando la financiación es imprescindible para que las empresas que crean empleo vuelvan a ponerse en funcionamiento?

Es posible que las grandes empresas que tienen liquidez propia suficiente no se vean muy afectadas por estos tipos porque no tienen tanta necesidad de recurrir a esta financiación pero es que esas empresas no son las crean empleo. Al revés, son las que lo destruyen. Las que lo crean son las pequeñas y medianas y estas tienen un problema principal que solo tiene un nombre: la voracidad y usura de la banca que ponen de relieve esos tipos de interés.

Pero ni siquiera a la vista de esos datos son capaces los gobiernos de tomar las riendas con dignidad y parar los pies a la banca.

Al revés, de la mano de la patronal insisten en el mismo diagnóstico equivocado y cínico de la crisis. Para ellos, no se trata de que con falta de crédito y con esos intereses las pequeñas y medianas empresas que crean el 90% del empleo no puedan funcionar y tengan que cerrar. No. ¡De ningún modo! En su opinión, según nos dicen a todos constantemente, lo que sucede es que las grandes empresas y los bancos aún no tienen todo lo que necesitan y que, por tanto, hay que seguir dándole todo tipo de ayudas, a costa de dejar sin aire ni agua al resto de la economía.

Por eso, en lugar de pararles los pies y garantizar ingresos, financiación y demanda suficiente a las empresas que crean empleo y a los hogares, lo que hacen es promover la concentración bancaria para que siendo menos tengan más facilidad para controlar el mercado y poder aumentar sus beneficios más cómodamente; reducir el coste de los despidos para que no tengan que gastarse mucho dinero en desprenderse del personal; acabar con la negociación colectiva para que no tengan que perder mucho tiempo discutiendo con sus empleados; privatizar los servicios públicos para que las grandes empresas participadas por los bancos y ellos mismos se queden con el mercado; bajarles los impuestos para que puedan recuperar el aliento ganando miles de millones y no tengan que tirar su dinero financiando los gastos de la gente que creen que solo quiere vivir de los demás; o ahorrar en gastos sociales porque a las rentas altas no les son necesarios los servicios universales que financian.

Estas medidas que antes aplicaba el gobierno de Rodríguez Zapatero y ahora el de Rajoy no permiten salir de la crisis. No hace falta ser un genio de la economía para darse cuenta de que no apuntan a los problemas reales que la están agudizando día a día, como advierten los tipos de interés vigentes que he mostrado. Solo son la forma de aprovechar la crisis para aumentar el beneficio, los privilegios y el poder de las grandes empresas y de los bancos, la expresión de la gran estafa que se está cometiendo contra la ciudadanía.


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