En nombre de la paz se cometen toda clase de crueldades, de infamias; la bandera de la paz dispensa cualquier discusión; si es en nombre de la paz todo está justificado, se lanzan bombas sobre civiles, se invaden países; si es en nombre de la paz todo está bien, se hacen pactos con el diablo; si es en nombre de la paz no necesita explicación.
El gobierno tiene la paz como centro de su política, y ésta le funciona como una patente que lo autoriza a cualquier cosa: entrega la Patria en nombre de la paz, entrega al Socialismo en nombre de la paz; "con la paz me acuesto y con la paz me levanto", parece ser su credo; todos sus pasos, sus dislates, los justifica con la paz. Es oportuno reflexionar sobre este argumento, estudiemos las relaciones con los gringos, signadas por esta rara paz. Veamos.
Los gringos nos agreden y el gobierno se enciende y enciende al país, trece millones de firmas, el mundo movilizado contra la agresión, se calificó al imperio de la principal peste que padece la humanidad, se llamó a zafarrancho de combate… Y las firmas se las llevó el viento, se hicieron reuniones secretas con altos funcionarios del ejército enemigo, ahora, altos voceros declaran que los gringos "no son dolor de cabeza para nosotros". En ese ambiente secreto no conocemos bien las causas del cambio, no sabemos qué pagamos, qué promesas hizo el gobierno. Los trece millones de firmantes se quedaron viendo a la luna, no sabemos qué está pasando fuera de cámara, de fotos sonrientes y abrazos sospechosos. Sólo nos queda especular.
El decreto sigue allí, las visas siguen suspendidas, las declaraciones del comando sur no cesan, los ejercicios militares en la región tampoco, a Diosdado lo acusan y mantienen la acusación, los gringos no desmienten. En ese ambiente se da la extraña reunión en Haití, que justifican con el desgastado argumento de la búsqueda de la paz, y el que no esté de acuerdo es un malvado que busca la guerra.
¿Está el gobierno buscando la paz de la Patria o está entregando la soberanía y entregándose al imperio?
El imperio sólo entiende dos formas de relación: con ellos sólo es posible conseguir la paz con la sumisión a sus intereses; o con un pueblo y un gobierno viril que haga valer su dignidad y esté dispuesto, dé señales, de defender su soberanía con el coraje que haga que el precio de una agresión mayor sea tan alto que sea imposible para el imperio pagarlo. A los pueblos y gobiernos débiles los somete, sólo respeta a los pueblos y gobiernos recios.
Entonces se debe determinar qué tipo de paz se busca con los gringos, se debe saber cuál es el precio que se está pagando: ¿se entrega el Socialismo de Chávez?, ¿lo cambiamos por el socialismo de felipillo y el psoe?, ¿se entrega el sueño de Chávez, la soberanía?, ¿es shannon un nuevo procónsul imperial?, ¿estamos rodilla en tierra o arrodillados? Nuestros gobernantes le creen ahora al imperio, olvidamos la acusación contra Diosdado, ya leopoldo saldrá, volveremos a lo que el 4 de Febrero superó. Ahora cuál es el enemigo: ¿los socialistas, los chavistas?, ¿en nombre de la paz habrá gobierno junto a la mud?, ¿ya la burguesía no es mala?
Le estamos pagando al imperio con la esperanza de un pueblo que se va quedando sin líderes confiables, creíbles, le estamos pagando con el abandono de los sueños de Chávez, con la traición de judas.