• II Cumbre América del SUR-África (ASA), fue como un viaje de regreso en el tiempo, esta vez   entre iguales que buscan reconstruir un mundo multipolar.
• Nuevo siglo y milenio no tolera más preeminencia unipolar

     A bordo de las calaveras  que trasportaban a los colonizadores,  comenzaron a llegar miles de esclavos africanos, quienes generalmente no hablaban el mismo idioma, pues fueron traídos en grupos de diferentes regiones de África con el fin de que no pudieran comunicarse entre ellos, y de esta forma evitar brotes de rebeldía. Si buscáremos alguna comparación, fue algo así como reeditar la Torre de Babel, con lo cual los traficantes de esclavos simplificaban el mecanismo de dominación, haciendo más fluido su comercio, y el rendimiento a su manera de la organización social del trabajo en el Nuevo Mundo.

     Posteriormente, fueron clasificados de acuerdo con las tareas que desarrollaban en su lugar de origen. Por ejemplo, para trabajar en ganadería los españoles trajeron los arrieros de Angola, este es el motivo por el cual en los Departamento de Antioquia, al noroeste de Colombia, y Cesar, en el norte, donde aún existe la industria ganadera, hay muchos descendientes de estos esclavos. En cambio, para minería los preferían de Guinea, Yoruana y Congo, y para la extracción de madera los buscaban en culturas selváticas. Con el trascurrir del tiempo comprendieron los traficantes de esclavos africanos que resultaba dispendioso traerlos de afuera pues muchos morían en el camino, razón por la cual a última hora optaron por obligarlos a reproducirse. La mejor forma de lograr esto era escoger un joven sano y fuerte, llamado padrote, el cual se convertía en especie de semental que le llevaba una mujer que estuviera en época de ovulación para asegurar la fecundación.

A partir del régimen colonial se modificaron las relaciones de producción existente en nuestra sociedad precolombina. Atrás quedaban los cultivos comunitarios de las tierras y el trabajo colectivo en la producción de los bienes materiales indispensable para subsistir. Para Federico Brito Figueroa: En   la estructura económica de Venezuela colonial se desarrollan (y a veces coexisten en los mismos territorios diferentes sistemas globales de producción, con características de régimen económico de esclavitud y de relaciones de servidumbre. Armando Cordova en su texto Dialéctica del Subdesarrollo, califica de “relaciones pluriparticulares” la coexistencia de diversas relaciones sociales en un mismo modo de producción.

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Alianza Continental hace posible un mundo multipolar

Agenda que va más allá  de los discursos

Con la asistencia de más de 20 Jefes de Estado y de Gobierno y otras autoridades de unos 60 países, se sello en la Isla de Margarita el compromiso de echar adelante un proyecto universal que sustituya en inoperante mundo unipolar por el multipolar. Igualmente, se convino en que más allá de una declaración meramente final y cortoplacista, se espera que sea la próxima cumbre del 2011, la que permita evaluar y medir los resultado  propuesto por sus principales  actores, ya que  es5e evento  no pretende ser otro más de esos que se convocan sin resultado alguno en el mundo occidental.

Aunque nos separe el océano, las asimetrías economicas y la diversidad de regímenes políticos, entre Sudamérica y África si existen condiciones para acuerdos consensúales que nos permitan transformar el orden internacional actual.   De no ser así, tampoco hubiese sido posible posibilitar la creación de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) el 14 de septiembre de 1960 en Bagdad. ¿Acaso fue impedimento que entre sus integrantes concurrieran sátrapas, bajaraques, sultanes y gobiernos seudo democráticos como aquella engañosa partidocracia puntofijista instaurada en Venezuela a partir de 1959? ¿Acaso los avances de la nueva tecnología, harían imposible llegar más lejos de la propuesta del Congreso Anfitrionico de Panamá?

Demostrando que es posible el mundo multipolar

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EL GRAN AUSENTE

Se equivoca Álvaro Uribe creyendo que después de él vendrá el diluvio. No son los hombres, sino las instituciones las que permanecen en el tiempo, afirmación que no logra entender el mandatario neogranadino.  De ahí que la dosis de cinismo e hipocresía que se encierra en este cuestionado inquilino del Palacio de Nariño, no tiene ningún precedente en nuestra región. Ni siquiera el Gral. Francisco de Paula Santander, a su turno, se arrastró tanto como este conspicuo lacayo del imperialismo norteamericano, hoy para mayor desgracia emperrado a una nueva reelección presidencial,  de espalda a la historia y al sentimiento integracionista latinoamericano.

Producto de su canina obediencia a la CIA y el Pentágono, Uribe de manera progresiva ha venido aislando a Colombia de sus aliados naturales, y con ello estrangulando su propia burguesía en posición desventajosa con el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos. Y como bisnes son bisnes, no debe extrañarnos que sea esa propia oligarquía bogotana que mañana decida lanzarlo al precipicio, donde debió estar hace mucho tiempo por traidor y pitiyanqui. En síntesis, a Uribe mientras más distante, menos dañino, pues quien podría soportar semejante inmundicia anti-latinoamericana.

      Mas falso que saludo de alcabala

Perspectiva de la alianza Sudamérica-África

Ciertamente esta enorme potencialidad económica y cultural de las naciones que integran la Unión Africana (UA), y de la que conforman la Unasur, son garante de que nos aguardan momentos estelares en la vida de estos pueblos que decidieron ser libre y dueños absolutos de su gran destino. Ya no es posible quemar etapas en la concreción del desarrollo integral, sin la cooperación entre las naciones afines en propósitos enaltecedores. Se trata pues de unir la voluntad de 850 millones de africanos con 386 millones de sudamericanos, todos en un solo haz dispuestos a conquistar sin intermediarios imperiales, a mejorar niveles de confort a sus integrantes.