SOS al revés
La política es irónica e implacable. No perdona errores ni torpeza. Le gusta jugar al bumerang. La consignita inventada en Miami para azuzar las guarimbas –SOS Venezuela- se revirtió. Fueron los municipios de alcaldes opositores y las urbanizaciones clase media alta los que terminaron pidiendo auxilio para que el gobierno nacional los liberara del ecocidio, degollamientos, trancas, peajes y autosecuestros de los guarimberos. Sólo los medios privados niegan que el bumerang les estalló en la cara.
Ex Chacao
Chacao va rumbo a convertirse en un extraño municipio de puertas cerradas y vida en suspenso. Si no de casas muertas, sí de edificios fantasmas. Será uno de esos pueblos cuya realidad de fuego, escombros y guarimbas los volvió ficticios, de novela. Allí todo lo suspenden: feria del libro, procesión de palmeros, clases desde el preescolar hasta la universidad, incluso, la respiración por el ahogo permanente. No será el realismo mágico de Macondo o Comala, sino el realismo trágico.
Plaza Francia II
Los “campamentos” donde se extinguen las guarimbas reeditan los días finales de la Plaza Francia, en Altamira. Los guerreros de las carpas “Coleman” empiezan a sentir el rechazo de los escandalizados vecinos por lo que ocurre tras o bajo las lonas. Ya hubo un enfrentamiento con la policía antichavista de Baruta que El Nacional maquilla como choque por un piropo y los tombos remiten a un asunto de drogas. Los gringos financian, pero no dan cuenta a los padres por sus “adolescentes”.
El beso gringo
Estados Unidos le ha dado el abrazo del oso al estudiantado “manos blancas” de la derecha. La subsecretaria de Estado gringa, Roberta Jacobson, ha explicado “cómo podemos apoyar a los estudiantes” en Venezuela. Si usted revisa la historia del movimiento estudiantil latinoamericano desde la independencia, no hallará un caso semejante, sino todo lo contrario. El amamantamiento ya no se oculta ni disimula. Sentimientos y sensaciones se entrecruzan entre la perplejidad y la vergüenza.