Conceptualmente chivo expiatorio es la denominación dada a una persona que ha sido culpada por una falta que no cometió, eximiendo a alguien más de ella. Algo de eso ocurre con el Presidente Maduro, a quien pretenden echarle la culpa de los desmanes de una crisis artificial e inducida, y calculada con toda la maldad por laboratorios de guerra sucia Mande in USA. El plan es muy sencillo de entender sin hacer mayores esfuerzos. Habiendo fracasado la MUD en sus repetidos intentos de ganar elecciones, ahora Washington y sus lacayos deciden cambiar de maniobras con el propósito de desestabilizar la revolución bolivariana. Tanto el imperialismo norteamericano, como sus borregos tarifados que vienen operando en el país, están movidos solos por el interés de echarle manos a nuestras enormes reservas, tales como petróleo, gas, hierro, agua, bauxita y demás importantes recursos que la madre naturaleza nos obsequio.
Entrando en materia y tocando el meollo de la cuestión, cabe precisar que el problema no consiste en que sea o no Nicolás Maduro quien comande la revolución chavista. Por ello debe quedar claro que la agresión externa e interna no cesará, mientras el capitalismo esté afectado por la crisis energética y Venezuela posea las más grandes reservas petrolíferas del mundo. La historia de la humanidad nos enseña que es regla de las sociedades mercantilistas que los intereses crematísticos estén por encima del respeto a la autodeterminación de los pueblos. De modo que habrá que estar alerta, pues la fiera está herida de muerte, y por lo pronto no se vislumbran posibilidades de que las potencias occidentales cesen en sus recurrentes intromisiones y groseras amenazas.
Y para no alargar el cuento y precisar conclusiones, podemos afirmar que la oposición fascista no bajara la guardia, que por el contrario se emperrara más en arreciar su locuaz conspiración. Y porque las encuestas no mienten y revelan la poca aceptación de la contrarrevolución, a la MUD no le queda otra que acudir a instancias internacionales para acusarnos de Estado forajido. ¿Y serán tan desarmados y canallas que ahora se conformaran con acarician la infeliz idea de solicitar la intervención extranjera contra Venezuela?