Como una saga de películas de zombis rebrota en algunos lugares del país el terror sin mesura ni lógica. Tanto se parecen a los muertos vivientes que escenifican el peor cine del mundo, que al igual que estos, los que colocan obstáculos en la vía y queman vehículos oficiales, se mueven sin consignas ni significados con un comportamiento irracional, que pensándolo bien es superado por los zombis, puesto que en la trama, su motivación es mitigar un hambre insaciable mientras que en los terroristas de las guarimbas no se aprecia ninguna reivindicación.
Este rebrote no cuenta con la fuerza que adquirieron entre febrero, marzo y abril; luce más deslegitimada la violencia, pero lo compensan aumentado el daño hacia el colectivo. El fracaso en los términos de colocar al pueblo a pelear contra el propio pueblo, los exacerba y enloquece aun más de lo que están, que ya es bastante decir. A menos apoyo popular recurren a más violencia, con cada vez menos estudiantes, tienen que echar mano de más mercenarios y paramilitares.
Ante este rebrote sería de esperar que la oposición como gente decente y pensante que asumen ser, saliera al paso a la locura, conteniendo a los EEUU diciendo “Para ya la vaina que nos estamos hundiendo y Maduro no se entrega ni lo tumban”. Pero eso sería mucho pedir y hasta el mismo Rosales sentenciaría “No se les pueden pedir peras a esos hornos opositores que no calientan ni entibian a nadie”.
A lo sumo se escuchan susurros timoratos que de manera demagógica se anuncian contra la violencia y acto seguido nos espetan que ésta favorece al gobierno, en una anti lógica que pretende echarnos la culpa de la subversión de esquinas, patiquines y de todos los males habidos y por haber. En eso es categórico el razonamiento… la violencia no beneficia a nadie, todo lo contrario, la primera víctima de ésta, son los violentos y mercenarios que corren el riesgo de ser procesados por la justicia.
Estos episodios, aunque aislados y microfocalizados hay que tenerlos en cuenta y no descuidarse, su objetivo es incendiar la pradera con una chispa, que como ellos, no tiene que ser grande si se manipula la opinión pública exasperando miedos y sembrando odios entre conciudadanos; tal como ocurrió en la antigua Yugoeslavia, en Serbia o mas recientemente en Ucrania, en donde lograron que el pueblo se dividiera y que luego se mataran entre ellos por razones inhumanas basadas en la limpieza étnica. Estos niveles atorrantes de ver y asumir la política es lo que pretenden para Venezuela.
A pesar de los pesares, con la poca violencia mercenaria y guarimbera que les queda, vayan o no a la mesa de diálogo, el gobierno y la revolución continuarán avanzando, entregando casas y vialidades, mejorando y construyendo escuelas, obteniendo triunfos deportivos, culturales, científicos, hasta en el tema económico, el cual es uno más que se está atendiendo y avanzando en la coyuntura.
Estaremos atentos a los movimientos de los terroristas y de los sectores de la oposición, hay antecedentes de violencia que los marca y caracteriza. Por eso es que avanzamos siempre atentos, ante la acechanza permanente y el zarpazo a mansalva.
Al terminar de escribir este artículo, se hizo pública la denuncia sustentada sobre el magnicidio preparado por connotados activistas y financistas de la oposición, demostrando claramente la vinculación de la violencia desatada desde febrero con el intento de derrocar y ultimar al presidente Maduro. Las pruebas son contundentes. Se anunció igualmente que en los próximos días se informará con la misma seriedad sobre el intento de golpe de estado y quiénes están vinculados; este al igual que sus antecesores fracasará rotundamente.
@joseramonrivero