El CNE realizará un simulacro para la familiarización del votante, con el proceso electoral pautado para el 6D. No tiene nada de novedoso esta acción, toda vez que este tipo de evento se realiza como normativa para las jornadas de consulta pública, tampoco es novedoso el escándalo que tienen por los medios de comunicación de la derecha, los aspirantes oposicionistas a cargos de elección popular, toda vez que ellos no han entendido que el poder político se gana con trabajo comunitario, respetando al que sufraga y con propuestas de país viables; tampoco es novedoso que descalifiquen al arbitro y a su presidenta -en este caso a Tibisay Lucena- como tampoco es novedoso que “la opudrución”, como dice el camarada de Campo Lindo: Argenis Torrealba, desconozca los resultados y tampoco es novedoso el saboteo -meses antes de las elecciones- por parte de organismos del Estado burgués, como lo es la CANTV, para retardar el dinamismo propio del proceso electoral -no les parece extraño que desde hace un mes las comunicaciones vía celular estén colapsadas- situación que estoy seguro se presentará el 6D.
Lo que es novedoso y extraño a días del simulacro, es la llegada al país de un sujeto de la vida política gris nacional, como Manuel Rosales; eso sí debe sorprender a los electores y debe encender las alarmas al gobierno socialista, debido a que su presencia, mas que una casual eventualidad, es un acto premeditado y alevoso para iniciar -a menos de 55 días de las votaciones- actos violentos contra la constitucionalidad de la patria. Veamos: Leopoldo López está tras las rejas, aun cuando su actividad por las redes sociales digitales y las diligencias de su esposa se han “recrudecido” gracias al respaldo de Jhon Kerry; Enrique Capriles ha pasado de ser un cuatri derrotado, a un oscuro declarante de oficio ante los medios; María Corina, Delsa, Ledezma y Henry Falcón no son precisamente líderes que motiven, muevan masas o generen confianza en el votante opositor; ¡ah!, pero Manuel Rosales si tiene las credenciales: uno, es un “exiliado político”; dos, se enfrentó a Chávez en una elecciones y horas después de los resultados “reconoció su derrota” y tres, es prófugo de la ley, ley que los escuálidos aseguran es parcial, aspecto que le brinda el “carisma político” de hombre abusado, vulnerado y acusado injustamente.
No nos dejemos engañar, sobre Rosales pesa un orden de captura y su llegada a Venezuela, más que un acto de valentía es un claro desafío a la jurisprudencia nacional, a no ser que él y sus compinches sepan algo de las postulaciones postergadas de magistrados de TSJ, que el resto de los mortales no sepamos y se atreva a venir de los más tranquilo. Lo que si puedo decir, de manera jocosa, es que esta decisión fue tomada en una reunión en Washington, hace 15 días, como toda acción que ejecuta la MUD y sus acólitos, ello no hacen nada a favor de la patria o de los venezolanos sino le dan la orden desde la Casa Blanca. Otra cosa, nada novedosa ni extraña es el bojote de plata que le dará el FMI a la oligarquía política, para derrocar al camarada y amigo presidente obrerista: Nicolás Maduro, desde el mismo inicio de la magistratura de Hugo Chávez, por allá en el año 2000, la conspiración contra la revolución, el bolivarianismo y el chavismo se ha mantenido a lo largo de esta década y media y ahora que Maduro ejerce el poder popular, la arremetida ha sido más encarnada y brutal.
Tampoco es novedoso que se reinicien las guarimbas, se recrudezca el acaparamiento y la escasez, como tampoco será raro que algunos servidores públicos -entre uniformados y personal civil de instituciones que deben garantizar el orden público y el abastecimiento- sigan en el mantequilleo y la ineficiencia, haciéndole el juego a la derecha y a los intereses de los pelucones, ignorando que son carne de cañón y juguetes de los amos del valle.