Cuando la derecha vuelva a gobernar este país se comenzarán a solucionarse los problemas que desde 1998 se padecen.

Al incrementar los precios de productos básicos, léase: harina, arroz, leche, azúcar, etc., se acabarán las colas y “cualquiera”, exceptuando a las mayorías, por supuesto, podrá ir a la hora que quiera a buscar cualquier producto y lo conseguirá, sin ninguna dificultad.

Al suprimir la Ley Orgánica de los trabajadores vigente, que además de garantizar dos días libres a los trabajadores, así como un conjunto de derechos que favorecen a los trabajadores y trabajadoras, entre ellos el derecho a un bono de alimentación de 30 días, florecerán las empresas privadas y vendrán máquilas para producir las mercancías a bajos costos y suplir las necesidades del mercado global.

El ingreso petrolero será administrado con la racionalidad de antes, donde apenas migajas recibía el pueblo, priorizando las necesidades del sector productivo, léase la clase empresarial, y los intereses de la clase media, la gente pensante, con lo que se garantizará el progreso de la sociedad civil y el regreso a un sistema político verdaderamente democrático.

El chavismo, que inevitablemente pasará a ser minoría política, recibirá el mismo trato “democrático” que en la cuarta república se le dio a quienes se oponían al régimen de entonces. Se reactivarán los “teatros de operaciones” y la GN, que por su puesto dejará de ser bolivariana, volverá a su papel de cuerpo represivo del Estado. La policía Metropolitana, que renacerá, será dirigida por López Sisco y será monitoreada desde el Departamento de Estado (EE UU).

La gasolina subirá a precios internacionales y se eliminará el control de cambios, se iniciará un proceso de dolarización oficial de la economía venezolana, como viene soñando hace tiempo la derecha económica.

Vendrá un plan de ajuste macroeconómico que obligará a reducir en un 50% los sueldos y salarios; se eliminará la pensión a los todos los viejitos y viejitas que desde la creación de la Misión Amor Mayor la disfrutan, y se aumentará la edad a los 70 años para mujeres y 80 para los hombres, asumiendo la tesis que pocos recibirán el beneficio y de que además será por menos tiempo, en comparación al sistema que rige hoy; La Misión Vivienda será reestructurada y quienes ocupan una vivienda otorgada por el Estado en los últimos 10 años deberá pagar un alquiler en dólares a una Junta Administradora que dirigirá la Cámara de la Construcción Privada y se encargará de consolidar el negocio inmobiliario.

Las Fuerzas Armadas volverán a sus cuarteles y los militares de alto rango tendrán entre sus funciones asistir a las esposas de los dirigentes políticos y a ellos mismos, así como llevar sus hijos al colegio, etc. Se instalarán oficinas del Comando Sur en Fuerte Tiuna y se iniciará la construcción de 10 bases militares norteamericanas esparcidas por la geografía nacional para consolidar el Plan Colombia y el control geoestratégico de Suramérica.

Se penalizará la mención de Hugo Chávez y de cualquier planteamiento alusivo al “pensamiento bolivariano” en escuelas, liceos y cualquier institución educativa, pública o privada del país. Así como cualquier ideología afín a la “revolución bolivariana”.

En un plazo de 2 años se presentará para la aprobación de la Sociedad Civil de una Constitución democrática que promueva la transición pacífica a la sociedad venezolana, después de 16 años de desastre.

P.D: Para aquellos que sueñan con esto, vote el 6D por la MUD y sus candidatos; para los que han olvidado que la derecha es fascista, recuerden el 2002, y piensen mejor por quien van a votar; para los chavistas que no entienden aún que a pesar de vicios y defectos de la revolución y de sus dirigentes, estamos condenados a mantener el apoyo electoral a la revolución.