Oposición para el equilibrio político…

Tenemos absoluta convicción sobre la necesidad de lograr equilibrio en todas y cada una de las dimensiones materiales-espirituales que conforman el Universo donde estamos inmersos los individuos y las sociedades, así como en la influencia que ejerce la acción humana en todas y cada una de tales dimensiones, en favor o en contra del equilibrio ambiental-territorial, social-cultural y económico-productivo según el accionar político realizado sobre éstos ámbitos.

La esencia de nuestra convicción se sustenta en la dialéctica que, como construcción colectiva con y para la sociedad, está implícita en determinado modelo de organización político, social y económico, en cuya organicidad sistémica confluyen indispensablemente fuerzas de diferente signo y magnitud pero de la misma naturaleza, las que al interactuar inducen al equilibrio del sistema, expresándose en el nivel y las condiciones de vida de tal sociedad.

Por nuestra convicción dialéctica reflexionamos hoy respecto a la necesidad de una verdadera OPOSICIÓN POLÍTICA para los PROCESOS POLÍTICOS que encarna la Revolución Bolivariana, cuya característica fundamental como modelo en expansión por Latinoamérica y el Mundo, ha sido justamente su CARÁCTER POLÍTICO, es decir: pacífico, electoral, democrático y participativo, con base en la batalla de ideas, en tanto rasgo central del avance civilizatorio presuntamente alcanzado por la humanidad en los albores del siglo XXI.

Entendemos ahora al Presidente Chávez cuando lamentaba no tener la oposición merecida y necesaria. Es la misma queja del Presidente Maduro por no tener opositores dignos para una verdadera discusión política, cuya médula sea la confrontación de las ideas, el razonamiento argumentado y no la lucha violenta que debería estar superada desde hace tanto tiempo. Nuestra Revolución Política merece y necesita una oposición realmente política…

Es en este sentido que clamamos por el surgimiento de una fuerza con diferente signo ideológico y distinta magnitud en la militancia, pero que posea la misma naturaleza política y democrática que la Revolución Bolivariana, con la suficiente capacidad para buscar civilizadamente el poder por la vía electoral y no mediante el chantaje bélico de la intervención extranjera, ni con la destrucción física y moral de quienes pensamos de manera diferente al pensamiento hegemónico neoliberal, instaurado globalmente por la vía de la guerra y a través de las armas de destrucción masiva.

Entendemos así que la Revolución Bolivariana venezolana, cual musa inspiradora de la Revolución Ciudadana del Ecuador y la Pluricultural de Bolivia, entre otras por venir, desequilibre al pensamiento imperial y por tanto sea atacada, procurando su exterminio y erradicación a toda costa, pues constituye una demostración científico-política de que "un mundo sin capitalismo es posible", otorgándole viabilidad a proyectos emancipatorios de los pueblos hoy oprimidos…

Del mismo modo entendemos que las élites burguesas, quienes se habían acostumbrado a ser los amos del poder en Venezuela, reaccionen desequilibrada y violentamente al ser desplazados de sus feudos por gente común y corriente del pueblo que ahora gobierna. Eso es normal en la lucha de clases por el anhelado equilibrio social.

Lo que no podemos entender ni aceptamos aún es cómo los sectores de empleados y profesionales, eternos desclasados y desatendidos de los gobiernos cuartorepublicanos, apoyen la reacción burguesa y manden sus hijos inocentes, novatos e inexpertos a "protestas tumbagobierno" junto a radicales extremistas entrenados y armados, quienes tienen la violencia como única bandera, el dinero como ideología y las drogas como estímulo a la osadía…no entendemos tal carencia de equilibrio socio-mental, que en vez de procurar la acción política del diálogo, se conviertan en proveedores de jóvenes como carne de cañón.

Como tampoco entendemos el poco equilibrio ético-político de quienes atacan hoy la convocatoria constitucional a una Asamblea Nacional Constituyente, misma que anteriormente exigían, para solicitar actualmente elecciones presidenciales adelantadas que no están previstas constitucionalmente…

Ojalá el debate Constituyente nos brinde la oportunidad como pueblo, como sociedad y como adversarios ideológicos de tener la oposición que merece nuestra revolución, esto es: una oposición equilibrada para el equilibrio político…

 

(*) Economista Agrícola.

Profesor de la UPT "Argelia Laya".



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Albano A. Zambrano

Economista Agrícola. Profesor de la UPT ?Argelia Laya?

 albanozam@hotmail.com

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