Después del salto de talanquera del partido PODEMOS y del General Baduel Mucho se ha hablado en estos últimos dias sobre el chavismo sin Chávez, pero para mi esta frase no es nueva, recuerdo que la escuche por primera vez en el año 2004, cuando estábamos en la campaña electoral para elegir Alcalde y Gobernadores, esta frase se la escuche decir al General (r) Francisco Rangel Gómez, quien era para ese entonces candidato a la gobernación del estado Bolìvar y hoy actual gobernador del mismo, para ese en aquel tiempo el candidato y hoy gobernador nos advertía en una asamblea con las Unidad de Batallones Electorales (UBE) que hay que tener cuidados con un grupos que se venia formando dentro del proceso revolucionarios de se denominaba “el chavismo sin Chávez” y que por eso el presidente Chàvez le solicito que aceptara ser el abanderado por el oficialismo y el asumió el reto de ser candidato a la gobernación del Estado Bolìvar con el objetivo de conquistarla y no darles paso a un grupito que haciéndose pasar por “revolucionarios-chavistas” promovían “el chavismo sin Chávez”.
Desde ese entonces he venido observando con mayor atención el comportamientos de ciertos grupos de poder del chavismo, en especial el comportamiento del partido PODEMOS y me pude dar cuenta que ese comentario de que se estaba gestando un grupo de “chavismo sin Chávez” que haciendo creer que apoyan al comandante presidente y por detrás conspiran para darle un golpe de estado lentamente al estilo del más vil traidor no era un cuento, si no que era una realidad, esa realidad vino a quedar completamente descubierta a plena luz de todos en el momento justo y preciso cuando se plantea el rumbo definitivo que debe tomar el proceso revolucionario que impulsa el Presidente Chàvez y que es apoyado por una gran mayoría, pero proceso este el cual no responde a intereses particulares de grupos políticos, económicos, religiosos y por supuesto a este grupitos de personas que dicen ser revolucionarios y socialista, pero se comportan y viven como unos oligarcas burgueses.
La reforma constitucional defiende los interese del pueblo y vas por encimas de todos privilegios partidistas, económicos y religiosos, es por esto que pone al descubierto a aquellos que ahora dicen estar con el comandante presidente Chàvez, pero expresan que no están con la reforma y aún van más alla diciendo que dicha reforma se trata de un fraude constitucional que pretende dar el presidente si la misma es aprobada por el pueblo en referéndum. ¿Será que le pueblo al ejercer su derecho al voto y elegir el cambio que quiere es golpista? Por otra parte, que ironía de la vida, decir, “yo estoy con Chàvez”, pero no lo apoyo, no voto por el “Si” a la reforma ni apoyo su gestión de gobierno, no voto por Chàvez, voy a votar “No” a la reforma… pero soy chavista. ¿Es que piensan que los verdaderos revolucionarios que apoyamos al comandante presidente somos tontos e ignorante? No señor nosotros no nos comeremos ese cuento, o se es chavista o no se he nada, es como decir, yo soy Cristiano, pero no sigo a Cristo, o soy Bolivariano, pero no quiero saber nada de la ideología del Libertador, por eso es que decimos que, ser chavista es seguir el proceso de cambio propuesto al país por el presidente Chàvez, o se está con Dios o se está con el diablo, porque de una misma fuente no puede manar agua dulce y agua salada a la vez.
Se puede concluir diciendo que estos dirigentes que dicen ser chavista y a la vez dicen no apoyar el proyecto de cambio propuesto por el presidente Chàvez no se les puede seguir llamando “chavismo sin Chàvez”, por los únicos calificativos que se les puede llamar es por el de traidores, oposicionista, conspiradores y oportunista por haberse infiltrado en el proceso revolucionario para obtener cuota de poder cuando en verdad nunca fueron chavista ni mucho menos verdadero revolucionarios.
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