Aunque soy de los que piensan que en este país lo que hace falta no son leyes sino el hacerlas cumplir, voy a dar mi humilde y modesta opinión en torno a la Reforma Constitucional que se avecina y que tiene temblando a los ricos de este país, a los que aun manejan y son dueños de los medios de producción y que para colmos (no sé por qué), se dan el lujo de hacerle la vida insoportable a este gobierno.
Y tienen miedo, simplemente, porque por algo muy natural que parezca, tienen la urgente y vital necesidad de defender y mantener un sitial que se han ganado con el sudor de la explotación de los recursos del país y lo que es más grave, la explotación del pueblo venezolano. Tienen miedo a que esta reforma que se les viene encima, sea el certero y final puntillazo que de por término a esos estertores agónicos que aun experimentan estos hambreadores, que solo piensan en como aumentar sus ganancias sin importarles un ápice el sentir del quien menos tiene.
En que afecta al pobre esta reforma si nadie hasta el presente había tenido conciencia de que en esta Venezuela existían los pata en el suelo, los olvidados, los utilizados. Los que por su condición siempre fueron mirados por los sectores oligarcas como simples y vulgares herramientas de trabajo.
Es que acaso se piensa todavía que los venezolanos, somos tan toches que no vemos a diario como se muestran con desparpajo tantos politiqueros de oficio. Hipócritas, vende patrias, defensores a ultranza de una contrarreforma que cuando estuvieron en función de gobierno lo único que hicieron fue acumular dinero, llevar una dolce vita y ayudar a los dueños del país en su labor miserable y ruin de expoliación de nuestros recursos.
Es que acaso se piensa todavía, al igual que Juan el Mandón, que somos los indiecitos que daban hasta el corazón por unos cuantos abalorios y que hoy como ayer somos los tontos que se les puede comprar con cuatro pacas de cemento y varias latas de zinc.
Escúchenme bien sinvergüenzas, mercaderes y sobre todo alienadores de conciencias.
Este comandante que hoy tenemos como gobernante, hizo lo que ustedes por desidia e interés malsano, jamás hicieron por los pobres. Considerarlos como seres humanos. A darles el papel de primera que les corresponde como venezolanos. A brindarles la oportunidad de comenzar a deletrear y escribir una hermosa historia patria. A rescatar y profundizar en los valores de la convivencia solidaria, de la participación en un trabajo comunitario.
Los ricos y politiqueros de este país, los mismos que causaron y protagonizaron el ayer aciago y golpista, argumentan que esta reforma a la constitución acabará con la propiedad privada, se eliminará la libertad de expresión, Chávez se convertirá en un Matusalén, y se hará dueño del tesoro nacional.
Y nuevamente, subestimándonos en nuestro raciocinio y entendimiento, juzgándonos como macacos ignorantes señalan que sus mansiones serán ocupadas por los que menos tienen.
Y señalan en su idiotismo reaccionario que hasta el pobre culo va a quedarse negro de por vida porque el papel va a ser eliminado.
Miren, si esta reforma le va a quitar al rico lo que por la vía de la corrupción y del enriquecimiento ilícito ha obtenido. Tiene que ser bienvenida. Seria un acto de humanismo y de justicia sobre todo a favor de los desposeídos.
Con respecto a la libertad de expresión. Bueno y hasta cuándo quieren hablar libremente estos pendejos en contra de este proceso? Si la reforma va a servir para cortar tanta lengua viperina y destructiva. ¡Viva la reforma!
Que Chávez se transformará en un Matusalén en el poder? Y cuál es el problema,
Si el comandante lo hace bien pues que se quede. Es preferible ver la cara del comandante por muchos años, que soportar los rostros de traidores. Esos amantes de gobiernos puntofijistas, que están allí dispuestos nuevamente a hacerse del poder a como de lugar.
Y lo que más les duele y les horroriza es el que Chávez maneje los dineros del pueblo y lo reparta entre quienes menos tienen.
Se acabo el pan de piquito señores!
Los ricos y los politiqueros, los que hicieron su agosto con las regalías de Lusinchi y Carlos Andrés y Caldera ya no tendrán más billetito fácil.
Ricos y oligarcas de Venezuela, Temblad! Estáis cagados del miedo, porque la reforma no va a joder al pobre más de lo que vosotros le jodisteis. Ustedes, explotadores, lacayos del imperialismo, son los que vais a resultar directamente afectados. Así que os recomiendo en vez de acaparar la leche, los huevos y el aceite para comprometer al comandante, llenad vuestras despensas con bastante papel toillete porque lo vais a necesitar.
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