El tipo debe estar desesperado. Douglas
Schoen es mejor conocido como un encuestador profesional. Su negocio es
descubrir cual es la tendencia de la opinión pública y, en el caso de Venezuela,
torcerla un poquito a favor de su cliente: la oposición venezolana
Por años él ha tratado de desestabilizar la
Revolución Bolivariana. Su empresa Penn, Schoen & Berland
hizo trabajo de consultaría para la oposición durante los días del referendo
presidencial. Esta es la misma empresa que publicó los famosos “exit
polls” indicando números que la daban la victoria a su cliente.
Ellos, Penn, Schoen & Berland,
mas tarde reconocieron que se habían cometido algunos errores pero que, por
supuesto, ellos no eran responsables. Quizás no lo eran directamente. Mas tarde
ellos aceptaron que era cierto que para la ejecución de los “exit
polls” ellos habían usado la ayuda “imparcial” ofrecida por
miembros de Súmate.
Aparentemente Douglas Schoen ha
llegado a la conclusión de que el negocio de manipular la opinión pública ya no
funciona. Ahora él ha debutado procesionalmente en el negocio de tratar de
influenciarla.
En un esfuerzo en conjunto con el columnista
anti-chavista Michael Rowan, Douglas hace lo mejor posible para asustar y
alejar a la gente de votar a favor de la reforma constitucional. El artículo
“Pelea la petro-recesión de Chávez” fue publicado hoy en el Miami
Herald. Si usted necesita ánimo para votar en contra de la reforma, lea el artículo.
Dice que, “el 2 de diciembre el Presidente venezolano Hugo Chávez puede
llevar al mundo a una recesión”.
Michael y Douglas deben saber algo que nosotros no
sabemos. Ellos inclusive predicen lo que pasará si “los ciudadanos
venezolanos aprueban las docenas de reformas constitucionales”.
Ellos dicen que ese día “fácilmente se podría
deteriorar en uno de violencia, ley marcial y suspensión de la producción
petrolera, esta última calculada a aplicar el máximo daño a la economía de los
Estados Unidos”.
¿Podría ser esto lo que el cliente de Schoen está
planeando? Conociéndolos, no me extrañaría.
En todo caso, le quiero dar la bienvenida a Douglas al
mundo de los opinadores y comentaristas.