“No soy de aquí, ni soy de allá, / no tengo edad, ni porvenir”, así se la pasa cantando en coro el grupo de cabrioleros de la política desde que el secretario general de Acción Democrática, Henry Ramos Allup, aseguró que “no apoyarán a quienes son chavistas y hayan saltado la talanquera”.
El secretario general de Acción Democrática explicó que tampoco respaldarán candidatos que dicen ser chavistas, pero aceptan el respaldo opositor. "Si una gobernación o alcaldía se pierde por no apoyar un chavista que se pasa para la oposición para chupar de aquí y de allá pues se perderá pero hay que dignificar la política" -expresó Ramos Allup.
El dirigente adeco le disparó a quemarropa a los salta talanqueras de esta manera: “No es aceptable que un chavista que brincó la talanquera, y se pasó al otro lado, venga a ser ahora candidato de la oposición”.
"Nosotros no andamos ni en plan posibilista ni en plan logrerista. Que si de repente hay que lanzar en un municipio a un chavista que le dedicará su triunfo a Chávez y porque está liderando encuesta salga la oposición sin vergüenza a apoyarlo".
Después de lo dicho por el dirigente de AD, a todos los que se dedican a “chupar de aquí y de allá” les endosaron el remoquete de “Candidatus interruptus”.
En la condición de “candidatus interruptus” se encuentran Marisabel Rodríguez, candidata a la Alcaldía del municipio Iribarren del estado Lara por el partido UNT, e Ismael García, quien sonaba como aspirante a la Alcaldía Mayor. Es decir, cuando estos “candidatus interruptus” estaban cobrándole el mayor rendimiento al brinco de talanquera, el secretario general de AD les estropea, les hace venir a tierra el salto estelar para santificarse como paladines al servicio del oposicionismo en los comicios del próximo 23 de noviembre.
La negativa de Ramos Allup, se fundamenta en que el oposicionismo considera postizos, falsos, artificiosos, ficticios, engañosos, a todos los saltadores de talanquera, o sea los vividores de la política dedicados a “chupar de aquí y de allá”.
Por consiguiente, el sector opositor prefiere -a pesar de sus numerosos antecedentes penales- a Carlos Andrés Pérez, Cabeza ‘e Motor, Manuel Cova, Antonio Ledezma, Claudio Fermín, Carlos Melo y a todos los inhabilitados por corrupción administrativa. La derechona se queda con los antes nombrados, porque son la versión original y perfecta del dirigente ubicado en la oposición.
Cierto es, que Ramos Allup deprecia, devalúa, con su actitud, el salto de talanquera. Es más, convierte a los susodichos en unos políticos fracasados, los desvaloriza, los sataniza, los traumatiza y los hace quedar en el limbo ideológico como auténticos parias. De allí, que los aludidos pasen los días con sus noches, en un solo lloriqueo borincano: “No soy de aquí, ni soy de allá, / no tengo edad, ni porvenir”.
Aunque muchos lo critiquen, el salto de talanquera es un mal necesario en las organizaciones partidistas. Decimos que el brincador político es útil e imprescindible, porque actúa como un purificador. El brinco de talanquera es un acto de sanidad que depura a los partidos de gente que estaba demás y convertida en militantes con problemas de disciplina que quebrantaban la moral y la ética partidista.
Imaginemos la catástrofe que estuviese causando, si Luis Miquilena y su combo de corruptos todavía permaneciesen militando en el chavismo, sin atreverse a dar el salto de talanquera hacia el oposicionismo. Supongamos que Ismael García aun formara parte del PSUV, cuando con sólo verlo hablar sin poder controlar el tic nervioso de acomodarse los lentes con el dedo índice veinte veces por segundo era causa irrebatible para expulsarlo ipso facto del mencionado partido. En estos casos, incluyendo el de Baduel, como en todos los que brincaron hacia la derechona, sentimos como una sensación de liberación, como si nos hubiesen quitado un peso de encima.
Así que el brinco de talanquera es un ejercicio político inmejorable, que contribuye al desarrollo personal y económico de quien lo da (el salto). Por ejemplo, en el caso de Ismael García, nadie se imaginó que pudiera tener un programa semanal en Globovisión. García se atrevió, dio la pirueta, hizo la contorsión, la cabriola política hacia el oposicionismo y cayó parado en el estudio del canal del tuquito Mezerhane, porque para todo salta talanquera que se respeta tiene su precio y valor.
Ahí tienen a Ismael García, moderando un programa televisivo de opinión. Que hace el ridículo; que es chusco y tosco; que dice disparates; que es desacertado en sus opiniones; que parece un cachorro del Pentágono, eso es otra cosa. Para eso lo puso Alberto Federico Ravell antes las cámaras de Globovisión: para que pareciese una mansa y devaluada paloma.
Lo que nos parece inaceptable es que Henry Ramos Allup actúe como un aguafiestas de quienes dieron el salto hacia la derechona venezolana, después que el oposicionismo los animó y enamoró para que dieran el salto estelar.
Es descabellado que el dirigente adeco diga ahora a quienes “chupan de aquí y de allá” que no van para el baile del 23 de noviembre, porque son malqueridos por el oposicionismo, lo cual es un crimen de lesa humanidad.
De tal manera, tenemos a los numerosos inhabilitados de Henry Ramos Allup, quien no está investido de autoridad alguna para impedir que un salta talanquera le quite el puesto a un candidato que siempre fue un derechista auténtico.
Consideramos que el oposicionismo debe revisar de manera urgente la decisión del secretario general de AD, porque un salta talanquera, sin dignidad y desempleado, se puede convertir en un problema de seguridad pública, tanto para la izquierda como para la derechona.
Mientras tanto, el grupo de saltadores de talanquera que fue inhabilitado por Henry Ramos Allup, seguirá cantando despechados y sin esperanza alguna: “No soy de aquí, ni soy de allá, / no tengo edad, ni porvenir”.
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