Asumo la sospecha que efectivamente el título de esta columna nos ubica en el panorama electoral del 16 de diciembre. Saben los entendidos del mundo boxístico que hay golpes de los cuales el peleador no se recupera y es muy posible que sea la causa para no salir en el próximo asalto o sencillamente o para bajar de manera notoria el rendimiento, caer en cualquier momento por la vía rápida o estar condenado a perder por decisión.
Me disculpan la ilustración boxística, pero viene al caso con lo ocurrido con quienes hasta los meses previos al 7 de octubre se identificaban con la mesa de la unidad, MUD. No sé si en otros estados ocurre lo de Sucre, aquí se han venido a menos y el trauma postelectoral les ha pegado bien fuerte. Al punto que sin ánimo de descalificar el acérrimo antichavismo que los ha caracterizado y sin desestimarlos, uno no sabe si existen o no. Es posible que con lo terco que son salgan de ese mar de llanto y el 16-D se enfilen a corear en las urnas que efectivamente nos equivocamos, para decir una vez más que no estaban muertos ni de de parranda.
A la pregunta, ¿por qué la gente de la MUD está desmovilizada y desanimada? Respondemos de esta manera:
1.-Los candidatos Bolivarianos, para seguir en el argot boxístico, están bien ranqueados. Son dirigentes de primera línea y con una bien calificada trayectoria en los compromisos que se les ha encomendado. El PSUV, el Polo Patriótico y Chávez se preocuparon por presentar sus mejores hombres, quienes tendrán el compromiso de consolidar y profundizar los logros de la Revolución Bolivariana. Dirigentes para avanzar en la construcción del Socialismo como estadio de la real democracia popular.
2.-A propósito de la candidatura del Profesor Luis Acuña Cedeño a la gobernación de nuestra entidad he oído a mucha gente decir, con la sinceridad y la esperanza en los labios, que “nos cayó del cielo”. Esto significa la excelente receptividad de quien, con su nominación, efectivamente es una de las causas de la citada modorra y caligüeva, como dicen por estos lados, que embarga hoy a la oposición en Sucre y en casi toda Venezuela, lo cual no significa que ese despecho sea causa para demostrar su antichavismo. Lo cierto es que aquí, como en otras partes, hay sectores de la oposición que han comenzado a abrir los ojos y darse cuenta de la trampa en que se encuentran. ¡Bienvenida la rectificación! Lo del Profesor Acuña es la prueba de una candidatura que ha calado más allá del Chavismo, sin que ello signifique entrega o dudas del compromiso que hay por delante.
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