Escasamente se van cumplir dos años de la partida física del comandante eterno, el comandante amigo Hugo Chávez Frías. Y expreso, el profundo dolor que el pueblo de Venezuela lleva en su corazón al saber que físicamente ya no estás entre nosotros. Decía el panita Alí Primera, como siempre lo llamamos cariñosamente en una de sus canciones “… los que mueren por la vida no pueden llamarse muertos…”. Por ello, ¡no te lloramos!, ahora más que nunca, tu pensamiento y acción, se levantan para guiar a los pueblos del mundo contra la opresión, el hambre, la miseria, la pobreza, el capitalismo depredador.
Ciertamente, al recordar con portentosa nostalgia, la conmovedora partida del comandante presidente Hugo Chávez Frías, se entrelazan en el contexto planetario diversas opiniones sobre el legado que deja a la posteridad de los pueblos. No solo sus vivencias como reconocido líder mundial, la famosa frase que lanzó en las naciones unidas ¡huele azufre!, o el cuestionamiento a la operación “plomo fundido” por la dictadura sionista, fueron demostración del temple que caracterizaron su personalidad, a decir en las palabras de István Mészáros el “tiempo histórico” que le tocó asumir, demostró cuál irreverente fue, de entender e interpretar la política desde sus intrincadas raíces. Si habría que referirse a alguno en particular, entonces es importante enfatizar que uno de sus innumerables legados fue enseñar, mostrar y demostrar que era posible la construcción progresiva de un liderazgo individual y colectivo; que si bien en sus inicios le fue criticado al punto de hacerle parecer que se trataba de un “caudillo” que rememoraba los viejos fantasmas post-independentista de aquel legado militarista de hacer política.
El estudio y la interpretación de los códigos sociales que inexorablemente se confrontan en la cultura del mercado, a decir de Carlos Marx “la sociedad dividida en clases sociales”, le permitieron con absoluto acierto transferirle y compartir paulatinamente la construcción del liderazgo social, disgregando el “Estado burgués”, con la creación de novedosas, leyes, instituciones y misiones. Incorporando viejos y nuevos protagonistas de la calle hasta entonces invisibilizados para otorgarles poder.
Los movimientos sociales en Venezuela incluyendo los viejos partidos de la izquierda al igual que su guerrilla, al ver frustradas sus esperanzas durante casi todo el siglo XX de hacerse al poder; encontrarán en la acción heroica del cuatro de Febrero (4F) y el 27 de Noviembre de 1992. Una posibilidad cierta de enrumbar el destino del país, que lejos de convertirse en una derrota militar, fue la maceración y el encuentro con el “mito” de sus ancestrales luchas esperanzadoras, de alcanzar su redención.
El comandante eterno, tuvo la capacidad de aglutinar la fuerza telúrica de un pueblo que se encontró consigo mismo. Es decir, la empatía entre el líder y la masa, que bajo su guía se transformó en el “mito real” y la razón a la que todos apostamos. Es esta simbiosis, lo que hará que a través de múltiples diálogos se permitiera establecer una nueva práctica y cultura política desburocratizada, directa. De allí la importancia de este legado, capaz de romper el viejo mito del “caudillismo” bajo el cual insurgieron y se levantaron las repúblicas del siglo XIX y XX. Incluso, atrás quedó, la rémora y superación del “caudillo igualitario” cuando al viabilizar constitucionalmente el protagonismo popular, fue desasiendo los calificativos de autócrata, dictador y otros adjetivos, que suelen usarse en la “comunidad internacional” cuando se trastoca el orden de las relaciones imperiales del poder, y del cual, sus adversarios, nuestros adversarios no lograron sostener en el tiempo.
Se recordará en una de sus alocuciones mencionar “yo no soy Chávez, Chávez es un pueblo”. Frase que desdobla el carácter dialéctico líder-masa, que abandona el ser individual, despojándose y fundiéndose en el pueblo, aleación senil del imaginario social que tendrá retos importantes en el futuro. Seguras han de estar las generaciones venideras como lo afirmara Martí “con los pobres de la tierra quiero mi suerte echar”, que el pueblo hecho líder sabrá asimilar y conducir el legado al socialismo que deja el bisnieto de Maisanta inconcluso.
Hoy, nos toca la inmensa labor de seguir labrando la semilla del socialismo que dejó sembrada en la patria. Y es oportuna la ocasión para priorizar la inmensa misión de difundir su pensamiento, práctica y sacrificio revolucionario. A decir, en palabras de ese gran maestro de la filosofía venezolano “Luis José Silva Michelena” apodado “Ludovico Silva” “…un pensamiento que sepa vincular dialécticamente teoría y práctica debe comenzar por afirmar el principio humanista de que son los hombres los que hacen la historia, y no al revés. Decía el maestro y comandante Fidel Castro “… Un revolucionario no puede sentarse a esperar que la Historia le brinde las condiciones revolucionarias; es preciso que él contribuya a crear esas condiciones revolucionarias…” Así vivió nuestro comandante eterno, tratando de que los pueblos alcanzaran los valores más sublimes de la humanidad, despertando sus conciencias. Retomando de las letras del patrimonio latinoamericano,¡ expreso!.
“…Yo tuve un hermano no nos vimos nunca pero no importaba.
“… Yo tuve un hermano que iba por los montes mientras yo dormía.
“… Lo quise a mi modo le tomé su voz libre como el agua, pero no importaba.
“… Caminé de a ratos cerca de su sombra no nos vimos nunca.
“… Mi hermano despierto mientras yo dormía Mi hermano mostrándome detrás de la noche su estrella elegida.
Gratitudes, Julio Cortázar por prestarnos tu poesía comprometida, agradecimiento comandante Chávez, tu ejemplo regará las alamedas que están por venir.
¡ Viviremos y Venceremos!
UBV- Táchira
stimachado@hotmail.com
Referencias
COMISIÓN PRESIDENCIAL PARA LA CONMEMORACIÓN DEL VIGESIMO ANIVERSARIO DE LA REBELIÓN CÍVICO-MILITAR DEL 4 DE FEBRERO DE 1992. (2012). “ EL CARACAZO”. Caracas. Venezuela.
DENIS, Roland. (2001) “Los Fabricantes de la Rebelión”. Editorial, Primera Línea. Caracas. Venezuela.
MÉSZÁROS István . (2009). “ El desafío y la carga del tiempo histórico”. Vadell Hemanos, Editores. Caracas – Venezuela – Valencia.
RENGIFO. César. “Un tal Ezequiel Zamora” . Fondo Editorial Fundarte. Caracas . Venezuela .
RODRÍGUEZ, Simón, “ Inventamos o Erramos” . Monte Ávila Editores Latinoamericana. 2004. Caracas. Venezuela.
SILVA . Ludovico. “ Teoría del Socialismo”. Fundación para la Cultura y las Artes. 2011. Caracas. Venezuela.