El país se apresta a celebrar dentro de poco tiempo el proceso de campaña para las elecciones del 23 de Noviembre, elecciones regionales para la escogencia de Gobernadores y Alcaldes a lo largo y ancho de nuestro territorio, a excepción de Amazonas y una que otra alcaldía que por distintas circunstancias no le corresponde celebrar elecciones para esta fecha.
Tanto las fuerzas revolucionarias como los representantes de la derecha venezolana, aupada esta última con mucha fuerza por la embajada americana y por los medios pro-EEUU, se preparan y afinan detalles en la selección de candidatos y confección de listados para los cargos de Concejales Metropolitanos y Legisladores regionales.
A pesar que el temario de unas elecciones regionales debería ser el relativo a los temas locales, en Venezuela, escenario de una revolución, en estas elecciones regionales pasan a ser unas elecciones calificadas por el propio líder del proceso revolucionario, Hugo Chávez, como "unas elecciones de carácter estratégico para la revolución", la derecha no se queda atrás en esa misma apreciación, saben que si logran debilitar a Chávez y al PSUV en algunos puntos claves de la escena regional, los resultados descoloridos del 2 de Diciembre se pueden fortalecer como una opción real de poder nacional y además que crearía unas condiciones favorables a la hora de usar una agenda distinta a la electoral, siempre en la mente de avezados golpistas que siempre mantienen la esperanza de "salir de Chávez" mucho antes del tiempo estipulado, a como de lugar; por otra parte sería una derrota electoral del PSUV un duro golpe contra el proyecto socialista no solo en Venezuela sino en Latinoamérica toda. Todo eso lo sabe la derecha y por ello se esmera a punta de lo que sea a conseguir la unidad.
En este orden de ideas, en Venezuela no estamos en presencia de unas simples elecciones regionales, estamos en presencia de un momento muy crucial en donde el pueblo venezolano le corresponderá dimensionar acertadamente lo que está en juego el próximo 23 de Noviembre, sin embargo, a pesar de lo trascendental de estos actos, ni la derecha y amplios sectores socialistas parecieran no comprender la exacta dimensión de un evento de esta naturaleza. Por una parte, a pesar de los dólares de la embajada no todos los aspirantes de la derecha se han puesto de acuerdo y en lo que respecta a los socialistas a veces perdemos el verdadero objetivo y cuan perros y gatos nos hacemos daño nosotros mismos y por pequeñeces, por posiciones pequeño burguesas no construimos la unidad de las fuerzas revolucionarias. Me refiero a los escarceos por parte de algunos sectores a la hora de seleccionar candidatos; el PSUV, de la mano de Chávez, en lo que respecta a las candidaturas a Gobernadores y Alcaldes, realizó su proceso interno el pasado 1ro de Junio, salvo algunos problemas presentados en muy pocas regiones, sobretodo donde se produjeron cambios importantes en las candidaturas, 2 gobernadores de los 21, "descontentos", y que saltaron la talanquera, un gobernador enjuiciado por hechos de corrupción y algunos alcaldes seguramente, pero en términos generales algo muy marginal; salvo esas situaciones podemos decir hoy que ya el PSUV supera con creces las confusiones presentadas en primera instancia y cuan gigante adormecido se desespereza para enfrentar lo que ya todos saben es una de las confrontaciones más determinantes desde el referéndum revocatorio contra Chávez en el 2004. En ese sentido percibimos que ni siquiera la propuesta del presidente de reforma constitucional, sometida a referéndum el año pasado, generó tanto ambiente de "decisorio" por parte de las bases chavistas; hoy, en cualquier rincón del país, distintos dirigentes, a distintos niveles, cada vez se convencen más de la trascendencia de esta fecha electoral.
Chávez con su carisma característico dispara con toda la crudeza del caso, no ha ocurrido una sola vez en donde el presidente se interroga ¿Y si perdemos?, haciendo clara alusión a la derrota, por pequeño margen, pero, "derrota al fin", dice Chávez, en el referéndum de la reforma el pasado año. Esto es verdaderamente importante que se internalice, sobre todo nos aleja del triunfalismo dañino en todo momento. Esta vez el pueblo quiere participar, estar atento y cubrir su posición en la trinchera que le corresponde en cualquier sitio del país.
Todo lo antes señalado plantea un reto muy importante para un partido que apenas nace, el PSUV, heredando como es lógico fallas y desviaciones heredadas de las características aluvionales con que se fue organizando el chavismo, fundamentalmente movidos por un líder como Chávez, con extraordinario carisma, con claridad absoluta en la brújula que conduce al país hacia la construcción del socialismo, pero tema que hace poco tiempo se colocó en principalísimo primer orden, no es sino hasta la campaña para la reelección de 2006 cuando Chávez comienza a plantear la inexorable marcha hacia el socialismo, antes se comentaba el tema, pero con bastante timidez en muchos casos, hoy esa propuesta de la búsqueda del camino hacia el socialismo está en la calle, la gente la comenta, se plantea abiertamente y justamente esto le ha permitido a Chávez acercar las cosas hacia el punto de quiebre histórico necesario y al momento del salto cualitativo hacia la construcción del estado socialista, por eso es que entendemos la necesaria posición fuerte de Chávez contra los integrantes del resto de la alianza patriótica, sobretodo con respecto a que definan de una vez, pero sin los benditos repartos burocráticos de la cuarta república, eso no puede suceder con partidos socialistas.
Pero nos vamos a referir fundamentalmente al reto del PSUV, aunque esto debe ser de importancia para todo el que se siente socialista, con escasos meses de nacimiento este partido, la estructura socialista que fue seleccionada efectúa una vertiginosa carrera contra reloj en eso de crear estructura, organizar batallones y se le presenta esta batalla electoral en donde es necesario la escogencia de candidatos a distintas instancia, tarea nada fácil por demás; no obstante, todo esto se ha enfrentado y poco a poco se consolida la plataforma electoral y también se hace intentos en la consolidación de la estructura política, ya seleccionada y escogida, pero con desajustes normales producto, la mayor de las veces de lo novedoso del sistema, y a un terrible mal de la izquierda, el problema de la praxis; si bien es cierto que algunos camaradas se han preparado y formado como cuadros, una amplia base del tejido social del partido no posee el nivel político suficiente incluso para entender la dinámica del propio proceso, entonces sucede que quienes saben mucho de teoría hacen poca practica y viceversa, quien hace mucha práctica, poco o nada se preocupa por la teoría. Por esta razón es común observar aún posiciones enmarcadas en la vieja forma de hacer política que escogía las fórmulas impositivas como "la fórmula ideal" a la hora de escoger candidatos, en la actualidad, aún con los avances, seguimos muchas veces con las viejas costumbres.
Sería no vivir en Venezuela, ni tener ningún tipo de vínculo con la acción social del PSUV, el no reconocer que los 2 últimos procesos internos del partido relativos a la selección de candidatos nos han dejado ciertas heridas, eso sería desconocer la realidad. En las pasadas elecciones para escoger legisladores regionales se observaron realmente prácticas deleznables que son importantes corregir, sin embargo, la corrección jamás se producirá sino se lucha por la consolidación de un partido socialista, es decir, convertir al partido socialista en socialista, suena paradójico pero es la realidad, aún falta convertir en socialista al partido socialista, y cuando decimos esto nos referimos a la práctica socialista.
Cuando suceda lo que señalamos, es decir, cuando tengamos un partido con una estructura socialista, ¿Que importa quien sea el candidato si éste debe ejecutar el programa del partido? Llámese Pedro, Juan, José o Manuel; si ese gobernador, Alcalde o Legislador responde a la política del PSUV, estaremos construyendo el socialismo y estaremos consolidando al partido socialista. Igualmente debemos entender que el candidato no es Pedro, Juan, José o Manuel, el candidato es el Socialismo Bolivariano que estamos construyendo. Si las cosas la entendiéramos de esta forma, qué nos importa el nombre del camarada que ocupe el cargo y tenemos que entenderlo así, de lo contrario no estamos haciendo absolutamente nada.
Me permito comentarles a los camaradas que escriben sobre el tema de las elecciones internas y pedirles que solo se detengan a observar a los partidos de la derecha en sus "batallas internas" para la escogencia de las candidaturas y mirémonos en el espejo del alma y hagámonos la siguiente pregunta: ¿Estoy haciendo lo mismo que la derecha? Si eso fuere así, camarada, le invito a que nos revisemos.
Jamás los reclamos de un militante del PSUV pueden ser al nivel ruin de los partidos de derecha...nos estaríamos engañando a nosotros mismos si permitimos los "debates" de baja ralea en donde incluso hasta los insultos y agresiones personales forman parte del decálogo de ciertos personajes que dicen llamarse "socialistas", obviamente que es condenable toda actitud maniobrera de tal o cual "dirigente" que incluso utiliza artificios como la manipulación y la mentira para lograr "ventajas" a la hora de quedar como candidatos, pero tampoco la respuesta de la base puede ser caer al mismo nivel de estas personas debatiendo algo que no puede formar parte de la agenda de un partido socialista. Debata en su batallón, organícelo, cree colectivos, círculos de estudio y todo lo que requiere una estructura orgánica como un partido socialista, promueva el trabajo voluntario, invite al candidato que quedó seleccionado y si no está claro oriéntelo, edúquelo, fórmelo para el socialismo y para la vida que en definitiva es la misma cosa, llénelo de esperanza en esta lucha y abráselo como hermano y si se equivoca ayúdelo.
Si esa persona que usted hace todo aquello para que rectifique y sin embargo no lo hace, esa persona es de derecha, no cabe duda, por lo consiguiente estará en la acera de enfrente cuando tarde o temprano cuando sea alcalde o gobernador y no tendrá jamás el respaldo del PSUV, no puede tenerlo. Ese día, el día en que ese personaje no es capaz de seguir en la lucha por el socialismo, usted recordará los momentos de rabia que ese mismo personaje le causó en ese proceso interno, pero usted se habrá dado cuenta que no vale la pena ser alcalde o gobernador y a cambio de ello dejar de ser socialista.
Este debe ser el comportamiento de todo socialista, perdamos o ganemos una competencia interna, lo importante no es que nosotros perdamos o ganemos, lo importante es que siempre gane el socialismo y para que gane el socialismo el PSUV debe ser la gran estructura unida que necesita este pueblo para construir nuestro socialismo...Camarada, si usted es socialista se dará cuenta que el problema no es quien quedó candidato y que a lo mejor hizo uso de su poder circunstancial para imponer algún candidato, el problema es la mentalidad capitalista y de derecha que muchos tenemos...que esto no nos alarme ¿De donde venimos? ¿Acaso vamos a superar todo esto de un solo viaje? Tenemos fallas, la virtud es reconocerlas (crítica y autocrítica) no nos olvidemos de ello, no nos dediquemos solo a "ver la paja en el ojo ajeno, pero no vemos la viga que tenemos en nuestros propios ojos", reflexionemos camaradas y "quien este libre de pecado que lance la primera piedra".
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