Entra el período del fenómeno de La Niña según noticias desde Centro América. En palabras del sub comisionado del Comité Permanente de Contingencias de Honduras (Copeco), Randolfo Funez en el marco del Foro Climático Centroamericano realizado en El Salvador esta semana. La Niña comenzó en junio pasado y aumenta en intensidad en este mes de julio. La Niña aumenta la humedad de la atmósfera sobre el Atlántico, cargando a los vientos Alisios parta provocar lluvias en los países del Caribe.
Este fenómeno explica la alta pluviosidad de la República Bolivariana de Venezuela. Se pronostican en este marco dieciocho tormentas tropicales de las cuales diez serán huracanes, la mitad de ellos de alta intensidad. No olvidaremos nunca “La tragedia de Vargas”, por lo cual estamos pendiente de las lluvias. De esta tragedia escribiremos hoy y que sabemos no fue consecuencia del fenómeno conocido como “La Niña”.
En el marco del la celebración del nacimiento de Bolívar el 24 de julio de 2010 el líder de la revolución y presidente de nuestro país, Hugo Chávez anuncia que la hostilidad del gobierno colombiano es parte de un complot de Estados Unidos para desestabilizar al país, justificar ante el mundo cualquier incursión externa sobre Venezuela y la posibilidad de su captura al estilo Noriega (expresidente de Panamá).
Esto nos hizo reflexionar sobre todas las formas en las cuales Estados Unidos interviene con el clima, entre las cuales están:
*la manipulación climática sembrando nubes como arma de guerra a la usanza de Vietnam (operación Popeye),
*el proyecto hoja de trébol (cloverleaf) para la subida rápida de los gases de invernadero con dispersión de sustancias químicas y que genera las nubes en cruz o en equis,
*el sistema de antenas de alta frecuencia en Alaska (High-frequency Active Auroral Research Program o HAARP) generadoras de ondas de extrabaja frecuencia (ELF) tan mal visto ante la sospecha internacional,
*y por último el no querer aportar para solucionar el calentamiento global, lo cual constituye un arma de guerra que exterminará mucha gente de los países subdesarrollados.
Tratemos de enlazar con Venezuela estas armas de guerras climáticas. Recordemos que en 1999 se había consultado el 25 de abril para aprobar sustituir la Constitución vigente desde el año 1961. Se activó una Asamblea Nacional Constituyente que realizó con una participación masiva del pueblo y terminó con una consulta electoral el 15 de diciembre de 1999. La pregunta era ¿Aprueba usted el proyecto de Constitución elaborado por la Asamblea Nacional Constituyente? con dos respuesta para escoger una: “SI” o “NO”.
En ese contexto aproximadamente por seis días seguidos desde el mismo treinta de noviembre de 1999 había empezado a llover (tres veces más de lo habitual según el reporte de la F.A.V), con alrededor de doscientas familias afectadas con sus casas destruidas, desplazándolas a refugios y alejándolos de la tranquilidad y quizás de las elecciones.
Ya para el 10 de diciembre de las carreteras de Vargas unas mil quinientas toneladas de escombros y derrumbes habían sido removidas. Para el 13 de ese mismo mes se reporta 282 milímetros y para el 14 de diciembre unos 400 milímetros de lluvia record histórico que superaba cinco veces las precipitaciones habituales. Para el 17 de diciembre se acumuló 1.200 milímetros en dos semanas de lluvias.
A pesar de esto las elecciones se llevaron a cabo, los estados costeros sufrieron lluvias y el más afectado fue Vargas. La participación en el estado Vargas en esa fecha electoral fue de 70.583 electores (39,27%) y la abstención 109.161 (60,73%) con un apoyo mayoritario del 82,99% a la opción “si”.
No se sabe exactamente la cifra de fallecidos en la tragedia de Vargas pero se estima entre cinco mil a siete mil (hay quienes dicen que llegarían a 25.000 fallecidos contando los indocumentados que oficialmente no existen), casi veinte mil familias damnificadas (94.000 personas), veintiséis mil familias (unas 130.000 personas).
Esta afectación climática sin parangón en la historia ha sido controversial por cuanto en junio 1998 terminó un período de El Niño que dio paso de inmediato de ese año al fenómeno de La Niña hasta desaparecer su influencia en junio de 1999. Pero piensa mal y acertarás, el profesor Franz Lee lo insinuó en aporrea.org el 10-10-05, sobre la guerra climática.
Imaginemos el escenario del avance de la instalación del gobierno de Chávez, lo cual constituyó una amenaza en 1999 para la hegemonía de Estados Unidos sobre Nuestramérica, algo se debía hacer y ante el referéndum para aprobar la nueva constitución nacional. No bastaban las alianzas de los tradicionales y mal vistos para la época partidos de derecha sino debía alejar a los electores de las mesas de votación.
Comenzaría la intervención “por obra de la naturaleza” de los Estados Unidos, al estilo de la “Operación Popeye” sobre Vietnam y Laos para inundar el camino del tío Ho (Ho Chi Minh) y dificultar el proceso logístico para sus tropas rojas. Como a Chávez lo llamaban Tribilín, seguramente usaron su nombre: “la Operación Tribilín”.
Solo hay que sembrar nubes con Ioduro de Plata en el Caribe oriental o en el Atlántico oriental para realizar la “Operación Tribilín”, la alta nubosidad y una efectividad sobre la actividad de un 85% de éxito para que llueva, alejaría a los electores afectos a Chávez de las mesas de votación y de la vida. Los Estados Unidos les es fácil hacer unas operaciones de este tipo por cuanto poseen unas bases aéreas en el Caribe y en Suramérica al mando del Comando Sur.
En las Antillas Holandesas hay bases aéreas, con las cuales cubren el espacio aéreo del Caribe oriental. Recordemos la operación “Date con Furia” (“Unget Fury”) cuando invadieron al insular país de Granada derrocando al Presidente Bernard Coard demostrando su caribeña presencia amenazante. En noticias de los últimos años ya hemos tenido problemas de invasión del espacio aéreo venezolano sobre el mar Caribe y últimamente reactivó después de cincuenta y ocho años, la Cuarta Flota que opera con cuatro buques de guerra y el portaviones George Washington, más evidencia y me ahogo.
Así como lo hicieron desde el 20 de marzo de 1967 y durante la estación lluviosa (Marzo hasta Noviembre) hasta el año 1972 la 54ª Escuadrilla de Reconocimiento Meteorológico sembró el cielo una zona de Laos y al Norte del Paralelo 20, incluyendo parte de Vietnam del Norte de nubes desde de tres aviones C-130 y dos F4-C, con los vuelos los cuales eran oficialmente misiones de reconocimiento, con tripulaciones rotatorias para mantener el secreto.
La Operación Popeye fue escándalo a nivel del Congreso de Estados Unidos y en la desclasificación de esta información se verificó que en total se realizaron 2602 misiones, “sembrando” 47.409 nubes, y con un costo de 21.6 millones de dólares.
Quizás “La tragedia de Vargas” fue ocasionada por una manipulación del clima, sembrando las nubes, como ya se dijo para alejar a los electores de las mesas de votación y exterminar “enemigos”, las personas de sectores de bajos recursos, los cuales son los quienes apoyan mayoritariamente al Presidente Chávez. ¿Existió la “Operación Tribilín? Solo el tiempo lo dirá cuando se desclasifiquen esos documentos probatorios y Eva Golinger no los informa.
Más información en:
http://www.aporrea.org/actualidad/a17253.html
http://es.wikipedia.org/wiki/Tragedia_de_Vargas_(1999)