Dios, Katrina y Bush

Nota de Aporrea: Publicado originalmente en el el web del Círculo Bolivariano de Miami www.bovmiami.org
¿Qué tiene que ver Dios con el desastre que causó el huracán Katrina? Absolutamente nada, por lo tanto, ni se le ocurra buscar respuestas por esos lados. No es correcto seguir repitiendo ese refrán catastrófico que nos dice que Dios aprieta, pero no ahoga. Una teología disparatada como esa es una vergüenza mística la cual no deja de ser una religiosidad hereje inventada por la clase dominante, por un lado para encubrir sus despotismos y por otro lado para poder seguir domesticando y controlando al pueblo.

O sea, esta teología oportunista se la inventaron quienes están controlando el poder con la intención de encubrir las realidades socio- políticas y económicas en las cuales la mayoría de la gente vive aquí en Estados Unidos.

Ahora bien, ¿qué tiene que ver la naturaleza con todo este asunto? Los desastres naturales suceden y en muchas ocasiones nos confrontan con una serie de realidades y desafíos. De aquí las famosas palabras de José Martí cuando nos sigue diciendo: La batalla no se da entre la civilización y la barbarie, sino entre la falsa erudición y la naturaleza. La falsa erudición, la cual puede ser reconocida por mantener al pueblo en la ignorancia, es la que en la mayoría de los casos no nos permite ver las realidades existentes de cómo ante estos desastre de la naturaleza la gente pobre siempre sale muy mal. Por un lado por los lugares que tienen para vivir y por otro lado por el tipo de vivienda que tienen que construir.

Todo esto por supuesto deja al descubierto la realidad de cómo se excluye a una gran parte de la población y se les mantiene en la pobreza y por otro lado la violencia por omisión por parte del gobierno quien tiene la capacidad de gastar en equipos militares billones de dólares pero no pueden invertir en su gente.

De aquí el que crea que el huracán Katrina como desastre de la naturaleza se encargó de desenmascarar una vez mas la hiperindiferencia de nuestra mal llamada democracia. O sea, que la naturaleza volvió a conspirar contra nuestro sistema socio-político y económico. Esta actitud de indiferencia de nuestr@s gobernantes pretende el poder seguir promoviendo la falsa dicotomía entre la economía y la naturaleza.

Las fotos y los videos de televisión de lo ocurrido en New Orleans – por solo usar un ejemplo- dejan al descubierto lo que los medios de comunicación y el gobierno no quieren discutir abiertamente y es que la pobreza, la falta de oportunidades y el racismo se convirtieron en ingredientes letales y en esta complicidad el pueblo oprimido y excluido pagó injustamente las consecuencias. De aquí los rostros de tanta gente negra, latina y pobre que hemos visto en las fotos de los periódicos o en la televisión. Un 80% de la ciudad en este momento está bajo agua, no hay electricidad, no hay agua potable, no hay comida y en algún momento puede surgir una epidemia de cólera.

No es un secreto que la ciudad de New Orleans siempre ha sido vulnerable al paso de los huracanes. Sin embargo, lo curioso en todo este asunto es que en esta ciudad, la cual está rodeada de agua por tres partes, nunca se han tomado las precauciones necesarias para por lo menos minimizar el impacto de un huracán. El dinero federal que estaba destinado para estos fines a través de la creación de la Southeast Louisiana Urban Flood Control Project (SELA), fue reducido a solo un 20% solo porque el Presidente George Bush necesitaba dinero para su guerra en Irak. Súmele a esto también la realidad de los gastos de la seguridad nacional. Ahora vemos las consecuencias de no haberse desarrollado un plan de contingencia.

Encima de todo esto está la respuesta de dejadez, racista y antitética por parte del Presidente Bush para enfrentar esta crisis nacional la cual es vergonzante. La misma debió de estar a la altura de cómo se respondió a los acontecimiento del 11 de septiembre en la ciudad de Nueva York. Yo me imagino que como en esta ocasión no existe una oportunidad para invadir y bombardear países y a la misma vez poder robar petróleo esto no es importante.

El desafío del huracán Katrina ha dejado al descubierto lo que nuestra sabiduría Indoamericana siempre nos ha dicho: solo cuando el último árbol esté muerto, el último río envenenado y el último pez atrapado, te darás cuenta que no puedes comer dinero. Mientras seguimos al servicio de la justicia dándole la mano a nuestr@s herman@s y mientras seguimos denunciando y combatiendo las salvajadas de nuestro sistema capitalista, sigamos construyendo un mundo diferente en donde la paz con justicia salga triunfante.

Padre Luis Barrios
Iglesia San Romero de Las Américas
New York, New York
2 de septiembre de 2005
lbarrios@jjay.cuny.edu

“Una religión que te dice que sólo hay que mirar hacia arriba y que en la vida terrenal todo es bajeza y ruindad que no debe ser mirado con atención es la mejor garantía para que tropieces a cada paso y te rompas los dientes y el alma contra las piedras rotundamente terrenales”. Roque Dalton



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