Los Judas de América

La humanidad cristiana conoce la lamentable historia de la conjura y traición de Judas al bien amado Maestro galileo, Jesús el redentor de los pueblos. El conspirador sabía muy bien que entregando al Rabí a los secuaces gobernantes imperiales y sequitos, le esperaba el castigo terrible de la crucifixión. Los traidores se creen tener las razones intelectuales suficientes y libre albedrio necesario para justificar sus juicios y confabulaciones. Normalmente estos insidiosos personajes que reniegan de los suyos, ocupan cargos importantes en la vida de la sociedad de su tiempo.

Tienen vocería y grandilocuencias en sus exposiciones y no pasan desapercibidos. El tristemente recordado personaje de Malinche en la conquista mexicana, cobra especial vigencia cuando los pueblos de América batallan decididamente por otros derroteros de independencia y democracia protagónica. El imperio Norteamericano requiere y alimenta estos interlocutores inicuos en sus desequilibradas pretensiones. En Venezuela cohabitan algunos nacidos en esta tierra de gracia, que abiertamente expresan su lealtad a esas potencias poderosas. No dudamos en afirmar que en el oposicionismo mas rancio de la derecha y burguesía, cohabitan estos conspicuos lacayos y cachorros del imperio gringo. No solo son posturas racionalmente políticas y crematísticas, se percibe en estos farsantes que les mueven emociones de envidia y encono en la profundidad de sus almas.

Nadie duda que los traidores hayan sido perniciosamente inteligentes para saltear los borrascosos caminos del poder de sus países, buscando mantenerse en las esferas del poder y la política. No se percatan que son indignamente utilizados como capataces palaciegos de la nueva esclavitud y abominación imperial que desean implantar a favor de las potencias extranjeras. La actitud traidora de estos personajes no es nada nueva en la historia sagrada de los pueblos de América en su lucha por su liberación, soberanía y redención; simplemente esta actitud, es la vil condición humana y lúgubre carga infame de la ingratitud y el egoísmo. La traición de los coterráneos en la guerra es un elemento clave y vital que se utiliza en todo proceso de conquista y dominación, y que lamentablemente se repite como constante de la apostasía y deserción de los intrigantes y fementidos.

Tozudamente siempre han existidos estos actores de la vida pública, que complotan y traicionan a los suyos para escalar siniestramente su estatus político y social ante una eventual aniquilación de la nación. En la patria de Bolívar y Chávez sabemos de estas amenazas y quiénes son estos personajes; vamos por ellos con toda la fuerza moral de la soberanía de la república y del poder del Estado venezolano, ante que sea muy tarde para vivenciar las terribles consecuencias de este germen satánico de la traición a los pueblos. Venceremo

@williamfarinas


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William Fariñas

Diputado a la Asamblea Nacional


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