Los procesos electorales que se llevaron a cabo el 25 de mayo a escala internacional, han dejado en evidencia las grietas de la crisis de hegemonía que atraviesa el imperialismo en el marco de su crisis internacional, en esta ocasión los resultados de los sufragios en Colombia y para el Parlamento Europeo, aunado a la crítica situación que se desarrolla en Ucrania, muestran un claro agotamiento de las sobre-estructuras políticas hasta ahora dominantes (democracia liberal burguesa) y los sistemas de consenso sobre los que el capital monopolista se ha apoyado durante los últimos años para garantizar la expansión y el cuido de sus intereses.

La Unión Europea se debilita ante recesiones económicas, poca participación en comicios electorales y avance de las tendencias euroescépticas

En las elecciones al parlamento europeo resaltaron como datos trascendentales la abstención de más del 50% y que en algunos países llegó a ser más del 70%, también se evidenció el avance político electoral de factores nacionalistas de derecha, los denominados neonazis y los movimientos de izquierda antiimperialistas, signo claro del debilitamiento de la Unión Europea como expresión político-económica de los monopolios imperialistas en la región.

En España, que registró una abstención de 65%, quedó en evidencia la crisis del bipartidismo, las expresiones tradicionales de la burguesía de ese país, a saber, el Partido Popular y el PSOE que en los comicios anteriores habían conquistado el 80 % de los votos, en estas elecciones solo obtuvieron el 49% del 45% de las personas que salieron a votar, es decir menos del 22% de la población española respalda tales partidos, situación que ha llevado al propio presidente Mariano Rajoy a anunciar un plan de emergencia para dinamizar su sistema de partido y recuperar el apoyo perdido. La expresión política que ha logrado acumular en corto tiempo el descontento, es la coalición revolucionaria Podemos. Partido creado hace un año por algunos profesores de izquierda de la Universidad Complutense, logró 1.245.185 votos este domingo.

Igual llamado de emergencia ha efectuado el presidente de Francia Francois Hollande, que frente a la derrota de su partido y la amenaza propiciada por la dirigente de ultraderecha Marie Le Pen, quién lo exhortó a disolver la Asamblea Nacional por una de los franceses para los franceses.

En Portugal, El Partido Socialista (PS) venció, con un 31,5 por ciento de los votos, a la gubernamental Alianza Portugal en las elecciones al Parlamento Europeo en esta nación, marcadas por un alto índice de abstención, "El Gobierno actual llegó a su fin. Los portugueses votaron por el cambio y en contra del desempleo y la desigualdad. No querer comprender ese mensaje significa frustrar las expectativas de miles de personas y colocar al país en un punto muerto, del cual es imprescindible salir", afirmó Antonio José Seguro dirigente del partido Socialista.

Por su parte en Grecia, el partido revolucionario Syriza logra imponerse en estos comicios obteniendo más del 25% de los votos, el dirigente progresista de ese partido Alexis Tsipras expresó su satisfacción señalando el hecho de que es la primera vez que la izquierda ha ganado unas elecciones en ese país, situación que el primer ministro y dirigente de la coalición derechista Nueva Democracia justificó "el gobierno resistió los ataques extremos, se lo que hay que cambiar y cambiara rápidamente" sentenció el dirigente derrotado.

En el resto de los países, la derecha nacionalista registró un crecimiento y se muestra desafiante ante problemas como la inmigración y el tutelaje de organismos multinacionales en sus respectivas naciones, panorama muy oscuro para la Unión Europea que además se enfrenta a un conflicto político- militar con la Federación Rusa ante la actual situación en Ucrania.

Los procesos de recesión, los ajustes sociales, el desempleo crónico y el endeudamiento sostenido con los fondos financieros internacionales forman los rasgos fundamentales del terremoto económico que viven los pueblos de Europa, esta ha sido la causa del debilitamiento de las estructura políticas y los sistemas de consenso del imperialismo en el viejo continente, y su tendencia es al crecimiento mayor del descontento social.

La gestión de esta crisis económica y política, la ha realizado por un lado el imperialismo levantando al fascismo o neo nazismo como expresión política preventiva que puede guiar a las clases medias y a ciertas capas de trabajadores nacionales volcándolos hacia el descontento frente a la presencia de inmigrantes, a las estructuras políticas “antinacionales” y presionando enormemente la persecución de movimientos revolucionarios, por otro lado, la izquierda tiene hoy condiciones sobre las que es posible crecer y consolidar nuevas fuerzas políticas, el crecimiento de Podemos en España y la consolidación de Syiriza en Grecia representan signos del despertar de políticas revolucionarias de masas, finalmente, la democracia liberal burguesa como envoltura política del dominio del capital presenta síntomas de debilitamiento, las masas en corto tiempo podrían buscar respuestas a la crisis por fuera de los parlamentos, elecciones, estructuras gubernamentales y los sistemas de partidos, he allí el gran escenario.