Asumiendo que Luisa Ortega Díaz no está loca, como algunos tratan de demostrar para pedir su inhabilitación como Fiscal General de la República, vale la pena preguntarse ¿por qué la Fiscal ha decidido "enfrentarse" al "régimen" de Nicolás Maduro?
Dice un analista, tratando de responder esta pregunta, que la Fiscal se apoya en "fuerzas poderosas y subterráneas que están por aflorar". Nadie puede creer que Luisa es estúpida y que creyó que bastaba con que ella denunciara como "fraudulenta" la designación de los Magistrados del TSJ, ocurrida hace año y medio, para que estos fueran destituidos y la derecha tomara control político del Tribunal Supremo.
¿Por qué las fuerzas poderosas y subterráneas, en las que se apoya Luisa, no aparecen?.
De boca de la misma Luisa oímos denuncias de amenazas a sus familiares, de las cuales acusó al Ejecutivo, sin atreverse aún a decir que responsabilizaba al Presidente Maduro por la integridad de su persona y la de sus familiares. ¿Por qué Luisa actúa con tanta timidez si ha decido enfrentarse a un "régimen tiránico y despiadado" que no dudaría en aniquilarla si la considerara una piedra en el zapato para perpetuarse?
Hemos visto muy nerviosa a Luisa en las declaraciones públicas, en las que insiste recurrentemente en que hay violación de los derechos humanos en contra de quienes "protestan pacíficamente", ¿por qué una mujer tan mesurada se ha notado tan desencajada cuando acusa a las autoridades de violar los derechos humanos?.
Algunos analistas ligeros han dicho que tras lo que hace la Fiscal está la mano de su esposo, un gris diputado del PSUV, la realidad parece indicar que nada de lo que ha dicho y hecho su cónyuge se corresponde con las fuerzas poderosas y subterráneas que están detrás de ella.
Nadie echa por la borda una exitosa carrera profesional, menos si vive en lo que muchos podrían considerar su máximo esplendor, ¿Por qué Luisa con todo el poder y beneficios que tuvo con el chavismo decide enfrentarlo, de la noche a la mañana?.
Quizás Luisa pensó que definitivamente el chavismo está muy cerca de su fin, que después de 17 años el sueño se terminó, que sin Chávez Maduro y su gobierno no dan para más, que ella tenía la responsabilidad de ser leal a Chávez y evitar que Maduro impusiera una Asamblea Constituyente, en fin que el chavismo que ella durante 17 años había defendido era ya indefendible y que por tanto era preferible tomar distancia.
Pero lo único que queda claro es que Luisa parece haber sido dejada en la estacada, que apenas los disidentes y renegados del chavismo le han brindado su apoyo y consuelo, que dentro de poco la MUD se ensañará también contra ella al considerarla inútil en la tarea que le asignaron de ayudar a "derrocar" al gobierno de Maduro.
Mientras tanto ella sigue esperando que afloren las fuerzas poderosas y subterráneas que vengan a salvarla y a salvarnos a todos del régimen tiránico de Maduro. ¿Será la "ayuda humanitaria" lo que espera Luisa?
Juan González