Hillary Clinton se hubiera quitado la ropa mucho más rápido si hubiese sido ella la ganadora del partido demócrata en la pelea para la postulación presidencial.
El stripper ha sido más minucioso y lento entre las copas de la barra trasera., más todavía en la que beben los latinos.
No ha podido tener la negritud con la que su antecesora Condoleezza impusiera las malcriadas políticas de Bush, el fondo musical de este streap tease es con ritmo de bolero, Hillary se quita el disfraz y nos tira en la cara su camisa sucia con la derrota que le quitara la banda presidencial.
Obama y ella van lanzando al público las prendas de aquella vestimenta electorera y cada vez es mas obvio el “change” a su desnuda sumisión al imperio, terminarán en la misma cama en donde Bush se fornicaba la madre que nos parió. Cada prenda que se quitan los asemeja más y más a lo mismo de siempre.
Obama ratificó el bloqueo a Cuba y Hillary acusa a Venezuela de comenzar una carrera armamentista. Aun así aun queda mucha ropa puesta.. Digamos que ya andan en sus prendas íntimas, falta show aun, pero ya se les ve la desnudez en la que nos resulta fácil intuir las contorsiones con las que acercará su liguero a las manos del pentágono para que le cuelguen su premio en dólares en las ligas de sus medias.
El gobierno de este par de demócratas, eso si, es menos estridente, pero mucho más veloz al actuar. ¿De diciembre a esta fecha que encontramos en nuestra América?
Un frenazo gorila al “expansionismo chavista y Albático” aplicado con toda la fuerza sobre el pedal en Honduras, facto sin paternidad reconocida pero obviamente con facturas en ingles. Colombia con 7 bases para operar sobre la región, Cuba sentenciada nuevamente a bloqueo perpetuo y el abandono de todo diálogo con nuestros líderes.
Obviamente que Bush les dejó un patio trasero en donde hasta las cucarachas se habían sindicalizado, un motín subversivo y peligroso que están abordando con mucha cautela, ya el sueño de la unión suramericana avanzó más de lo debido como para enfrentársele a gritos o a bombas, las viejas técnicas de acaramelamientos con los presidentes menos radicales están en curso, el desenlace del conflicto de Honduras en proceso y el equipamiento de las bases colombianas consumirá el tiempo que resta del año 2.009.
El reto para nosotros, los sureños, es crucial, por ello Lula y Chávez, los dos países con más recursos se han visto obligados a aumentar y hacer compras de emergencia a los mercados de armas de Francia y Rusia respectivamente. Ambos mandatarios nada ingenuos saben muy bien lo que encandila las pupilas al duo Black and White de la casa blanca: las reservar de energía: el petróleo, el agua y la siembra; la virginidad de Latinoamérica amenazada por el ultraje imperial.
El 29 de Noviembre se tratará de aliviar la situación de Honduras, se subirá el telón a la farsa electoral más descarada de nuestros tiempos, será nuestro deber retomar las banderas de lucha. El pueblo de Honduras se ha organizado en la resistencia al golpe y de nuestra denuncia se deberá lograr que no se permita a ningún país reconocer los resultados de la contienda electoral, a esto lo más probable es que se suceda una invasión de la cuarta flota, que aun vestida de “salvadores de la democracia” no hará otra cosa que montar en escena la misma obra, pero traducida al ingles y con un repertorio digno de la calle Broadway. Convocarán a otra elección varios meses después, pero su presencia, al derrocar a Michelletti, ya será “aceptada” y reconocida internacionalmente. De allí se comenzará a “oficializar” el mismo grupo de los poderes económicos nativos. Es una obligación que el resto de los pueblos acompañemos a Honduras en su derecho a exigir una Constituyente.
Tarde o temprano quedarán desnudas las intensiones ocultas detrás de las siete bases, las políticas frente a Cuba y Suramérica.
De nuestra unión y lucha depende que logremos mandar de regreso a su casa a Obama y a Hillary, al finalizar la función, con una mano adelante y otra atrás.
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