Cuando fue fundada la Unión Nacional de Trabajadores de Venezuela por dirigentes bolivariano afines al proceso revolucionario inédito y exclusivo de la visión libertaria del pueblo venezolano e impulsada por la mente preclara del presidente Chávez, tuvimos la esperanza de que los trabajadores venezolanos recobraríamos nuestra reivindicaciones laborales tantos años olvidadas y pisoteadas con la anuencia del cascaron vacío de la CTV. Hemos esperado un buen tiempo y no ha sido así.
El hecho es que uno como revolucionario se avergüenza que este tipo de cosas propias de la cuarta república sigan aconteciendo en pleno proceso revolucionario. Alguien no esta haciendo su trabajo y nos esta perjudicando tanto a los trabajadores como a nuestro proceso de cambio.
Para ilustrar esta tremenda falla, nada mas podemos ver a través de los medios, sin darles toda la credibilidad, como las manifestaciones de los trabajadores de gobernaciones, alcaldías e instituciones públicas exigiendo discutir sus respectivas contrataciones sin ver a ninguno de los líderes de la UNT tomar carta en el asunto. Donde esta Máspero, Vera, Chirinos etc. Deberían estar coordinando con el gobierno la obtención de los recursos. Pienso que el hecho de ser gobierno y aún más obrerista, socialista y humanista facilitaría las negociaciones de las diferentes Contrataciones Colectivas de estas instituciones para beneficio de las masas trabajadoras forjadoras de nuestra libertaria nación.
Peco de ser señalado como guarimbero al formular esta autocrítica, ¡coño! pero como revolucionario estoy y estamos en el deber de hacerla. De guarimberos fueron catalogados los trabajadores de la alcaldía Libertador y los trabajadores del Metro por los periodistas de La Ventana que moderan la hojilla en estos momentos. En el caso de la Alcaldía no tengo mayor información, pero los trabajadores del Metro no reciben aumento desde el año 2006, cuando se venció la pasada convención colectiva y desde allí comenzó una larga penuria que nos trae hasta este momento, sin lograr discutir la Convención Colectiva. La situación es critica, cualquiera que este interesado en corroborar puede detenerse en cualquier estación del Metro y preguntarle a cualquier trabajador.
Por último lamento que se desvirtúen las luchas laborales por personas que consideramos nuestros amigos y que están llamadas a tener mayor responsabilidad al hacer un señalamiento como este y a dar ejemplo de comportamiento revolucionario, verdad gordita.
Lewis Pereira
Periodista y trabajador del Metro de Caracas