Se precipitan los días, el mes de agosto esta por extinguirse y es poco lo que resta, para la celebración del proceso electoral del 26 de septiembre, el cual definirá la conformación de la Asamblea Nacional, cumplidos los 5 años correspondientes a los integrantes del actual Parlamento. Los sectores que se disputan el poder en el país, ya han dispuesto sus baterías en procura de controlar tan importante plaza. Dando inicio esta semana pasada, a sus actividades proselitistas y electorales, con marchas y caravanas, proporcionales a los apoyos con los que cuentan. Por supuesto, que algunas fueron de mayor magnitud que otras.
En vista de la existencia de algunos obstáculos, que detienen la fluidéz y la fuerza trepidante de la marea roja en nuestro estado Sucre, se hace necesario hacer algunas reflexiones que permitan sobrepasarlos, y poder acumular los niveles adecuados para una victoria contundente y caudalosa.
He conversado con algunos militantes revolucionarios recientemente, sobre las próximas elecciones parlamentarias y sus ánimos no se perciben como en otras oportunidades. Expresan algunos descontentos sobre como se viene manejando la política revolucionaria en la región. En otras palabras, reflejan mucho desanimo y una posición casi abstencionista. Así como estos dirigentes, algún sector de nuestra base chavista, anda en lo mismo.
En lo particular no voy a calificar, ni mucho menos descalificar la percepción que tienen estos camaradas sobre algunas cosas que han ocurrido o que suceden. Con muchas de sus críticas coincido plenamente, pero la forma de colocar correctivos a los desvíos que puedan existir, no debería ser, dejar de votar por la revolución y mucho menos, en este proceso tan trascendental y determinante. La sanción que podemos dar a los que persiguen a los camaradas, a los que desvirtúan el proceso, a los que implosionan el proceso, no puede ser imprimirle mayores debilidades a la revolución. De esta forma se estaría afectando al todo y no al particular.
Estas elecciones próximas, no son cualquier cosa, se estará eligiendo a los hombres y mujeres que tendrán voz y votos en la Asamblea Nacional. Y este organismo, no es cualquier poder dentro del Estado Venezolano. Si nuestras diferencias internas nos llevan a quedarnos en la casa, estaríamos entregando a esta oposición mediática, apátrida, desestabilizadora y arrodillada al imperio, un arma letal para la aniquilación de la esperanza en este continente. Entendiendo, que a la Asamblea Nacional le es concedido por la Constitución, un inmenso poder, incluso sobre el Ejecutivo. Donde podemos mencionar: El ejercer funciones de control sobre el Gobierno y la Administración Pública Nacional, Discutir y aprobar el presupuesto nacional, Autorizar los créditos adicionales al presupuesto, Autorizar la salida del Presidente de la República del territorio nacional, Aprobar las líneas generales del plan de desarrollo económico y social de la Nación, elegir y autorizar a altos funcionarios de la nación. Imaginen a estos saboteadores con semejante poder.
Conducir una revolución pacífica y enmarcada en la democracia real, no es para nada fácil. Y se haría mucho más difícil, si los saboteadores de oficio, los que no encuentran nada positivo en estos años de revolución, le es entregado el control del Parlamento. Ya demostraron su talante el 11 y 12 de abril.
Por esta razón, le hago un llamado a nuestros camaradas, a que entendamos que a la revolución y a nuestro pueblo, no le hace falta un gobernador o un alcalde, tanto como una Asamblea Nacional consiente e impulsora de los cambios. Si no lo podemos ver por la trascendencia de la Asamblea, veámoslo entonces por lo numérico. Mientras más manos se levanten por la opción revolucionaria, avanzaríamos más y rápido. Por ello, como militante del partido, y precandidato que fui a las internas, le hago una invitación a que no dejemos que otros nos hagan perder las perspectivas. Este 26 de septiembre, todos debemos salir a continuar consolidando los espacios de la revolución, y la profundizacion sus logros, ejerciendo el voto, por los candidatos del conductor de este proceso de transformación.
Lcdo.
PEDRO.G.FIGUEROA@GMAIL.COM
