El legado de Chávez en la Universidad venezolana

Escribimos este texto sobre el legado del Comandante-Presidente Hugo Chávez en la universidad venezolana a propósito de otro que me fue publicado el sábado reciente pasado (Chávez: ¿legado en discusión?), en que al final decíamos algo sobre el presupuesto de las universidades venezolanas en general y sobre los míseros sueldos de los docentes y aún de los empleados administrativos y obreros de los centros de educación universitaria; y que suscitó fuertes críticas en algunos compas que lo leyeron, no muchos porque uno no es que tiene tantos lectores como los robertos o el joven de la iguana; por eso ahora quisiéramos, si es posible precisar algunas cosillas, que en verdad merecen una mejor y más amplia atención. Aunque no para negar o desdecirnos en torno a que no compartimos la forma como desde el gobierno revolucionario atienden a las demandas de las universidades, o mejor su falta de atención con prontitud hacia las demandas que se han hecho de todas las formas y maneras, sobre la desatención al talento humano y trabajadores del conocimiento, como dice Peter Drucker, por eso nos preguntábamos si era que ciertos ministros u otros asesores de Chávez, consideraban que era mediante el sometimiento o la negación de un presupuesto justo y salarios precarios como pensaban poner al servicio del Estado y la Nación a las casas de estudios superiores en Venezuela… En ese sentido, igual que en lo referido a la democratización constituye, ciertamente, para qué negarlo un aspecto no muy grato; aspecto, además que no es para solazarse o ensañarse en ello, sino que representa un tópico donde hay que trabajar ahorita con mayor ahínco, con Nicolás Maduro y su ministra Marlene Yadira Córdova encabezando el asunto…Pero lamentablemente no dan señales en ese sentido, los trabajadores universitarios seguimos con las manos extendidas, ¿quién las hará ver hogazas del pan del conocimiento y el sustento material necesario?

Nos decían esos amigos que no serán precisamente los sectores de oposición y su inefable candidato, mal estudiante e incapaz de articular una idea coherente sobre cualquier tema de la realidad social universitaria y de los trabadores en general, quien nos mejore la situación actual. ¡Es con Nicolás Maduro, dándole continuidad al proyecto revolucionario iniciado por Hugo Rafael Chávez Frías cómo podremos superar esta situación de precariedad en que nos encontramos ahora! ¿Les parece contradictorio? Sí y no… A ver. Para nadie es un secreto que el trabajador universitario, obrero, docente, empleado, presupuesto, la infraestructura física, no pasa por su mejor situación en este momento coyuntural o antes, en los catorce años del período de la gestión del presidente Chávez. ¿Era mejor la situación en la Cuarta República? Quienes somos ya viejos profesores de algún centro de educación universitaria en Venezuela sabemos que la cosa tampoco era para lanzar cohetes, aunque las edificaciones estaban, ciertamente en mejores condiciones físicas en la década de 1990, cuando nos iniciamos como estudiantes universitarios y luego como docentes contratados en algunas cátedras de los primeros semestres, como la de Introducción a la Filosofía para estudiantes de magisterio, sabemos que nos es así. El neoliberalismo, que es hambre, sufrimiento y muerte, en esa noche oscura y marcada por el horror, que fue la década perdida, como decía en esa época en clases el compañero Javier, con su fiebre privatizadora de la educación y la liberación de precios, que también agregaba ese compa, hizo añicos las reivindicaciones sociales de nuestro profesorado universitario. Por eso se acordaron las muy famosas y anheladas Normas de Homologación, ya en la década de 1980; pero según testimonio de un muy apreciado profesor jubilado, que cada vez que habla en una asamblea dicta cátedra, tampoco fue que se cumplieron muy puntualmente para la época y de allí las grandes huelgas protagonizadas por los gremios de la época, soportando, además, la represión política y policial. Así que, contrario al bolero aquel, no todo tiempo pasado fue mejor en lo atinente a las reivindicaciones de los derechos de los trabajadores universitarios. Inclusive, nosotros recordamos que por ahí entre 1992, 93, 94, cómo perdimos todo un semestre; y donde inclusive nosotros en el sector estudiantil pedíamos un presupuesto más digno para todas las universidades del país y el pasaje preferencial estudiantil, bastante humo de bombas lacrimógenas que tragamos y echamos muchas carreras huyendo de la policía.

Llegó la revolución bolivariana y socialista con nuestro hermano, padre y compañero el comandante invito Hugo Chávez en 1998 a 2013, como un enviado de Dios, según una compañera nuestra, noble y piadosa cristiana, quien nunca ha tenido pena de hablar así desde la fe, ¿y qué legado dejó a este respecto, después de su paso como un relámpago por este mundo e iluminó a este pueblo que vivía en las tinieblas en la gran noche neoliberal? Se dedicó a atender uno de los problemas más notorios de nuestro sistema de educación universitaria, a saber, el problema del acceso, el cupo; romper la exclusión en el acceso y la permanencia a la universidad, que afectaba principalmente a los sectores socialmente más vulnerables: los pobres, habitantes de nuestros barrios, zonas campesinas e indígenas… De ello podemos hablar desde la perspectiva introspectiva-vivencial, pues en 1989, cuando el famoso Caracazo o rebelión popular del pueblo venezolano, peleábamos un cupo en la upel-ipb y nos lo gestionaron unos panas de la entonces Federación de Centros Universitarios, encabezada por el hoy nuestro colega y siempre revolucionario Prof. Nelson Ures, junto a otros, con quienes estaremos siempre agradecidos. Nos dijeron: Ud. luchó ese cupo, sépalo aprovechar y compórtese como un revolucionario, etc.

La ampliación del acceso a la educación universitaria es un excelente legado de Chávez, es lo que se ha dado en llamar “la explosión o revolución de la matrícula universitaria”, algo así. Y eso es una verdad, el poder estudiantil es una realidad; otro legado lo es sin duda la ampliación de la infraestructura y la cobertura del sistema de educación universitaria, con los nuevos dispositivos de docencia a través de la UNEFA, ALMA MATER, UNIVERSIDADES POLITECNICAS TERRITORIALES, MISIÓN SUCRE, UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA DEL DEPORTE… los convenios de cooperación educativa con la República de Cuba, con la CELAM, como que es que se llama; también las llamadas SALAS-OPSU, los INFOCENTROS, entre otros tantos. Pero, siempre hay un pero, como dicen en mi pueblo y decía un personaje en el siglo xix, esto de la situación universitaria es como un cuero seco y recordaba Alí Primera, si se pisa por lado por el otro se levanta. Véase, se gradúa un grupo de ciudadanas/os por efecto de la municipalización de educación superior y quedan como profesionales que requieren ser insertados en el mercado de trabajo; los docentes que prestan allí sus servicios profesionales, lo hacen en condiciones de precariedad y sin estabilidad laboral y derechos sociales, y así, pare Ud. de contar… En lo que respecta a nuestras universidades tradicionales, tan queridas por unos y mal queridas por otros, la revolución bolivariana mantiene desde hace buen rato una importante deuda social que no ha podido saldar, a veces inclusive, pensamos que por un problema de falta de comunicación y un largo tejido de prejuicios de parte y parte, es decir desde las universidades mismas, a través de sus autoridades y gremios ¡y elegidos democráticamente!, frente a las autoridades gubernamentales de la revolución que, hay que decirlo, no siempre han diseñado una política pública en educación universitaria adecuada sino que en muchos de sus representantes han tenido un discurso de tono descalificador, cuando en realidad deben sentarse y oír la voz crítica del claustro, por más críticas que sean, y principalmente asignar el presupuesto necesario ya que en ello se nos va la vida. Aún a sabiendas de que los rectores y gremios, junto a sus docentes de amplísima trayectoria tengan de entrada posiciones políticas e ideológicas contrarias, permitiendo un debate abierto, con la confrontación de ideas.

Sobre esta última cuestión a nosotros nos llamó mucho la atención las palabras del Presidente y Comandante Hugo Chávez aquella vez cuando, cómo es que se dice, no puso el ejecútese sino que vetó el proyecto de educación universitaria en 2010, para sorpresa de muchos usó para ese veto las mismas palabras de varios rectores universitarios (Arocha, Maldonado, Virtuoso, etc., o de ex ministros de educación del chavismo mismo, entre ellos Navarro y Acuña): “…Esta ley es inaplicable…”, palabras más, palabras menos…¡El comandante oyó la voz de los rectores de la AVERU!

Mutatis mutandis, como dice el Larousse, allá como aquí, entonces como ahora, la dirección política y ejecutiva de la revolución bolivariana, debe oír la voz de los universitarios, cualquiera éstos sean, en cuanto y en tanto sus demandas son de una justeza abrumadora, pues no es manteniendo un cerco presupuestario y sitiando a las universitarias cómo van a alinear la gestión de las casas de educación universitaria con el proyecto de la patria sino buscando consensos, que por cierto creo que avanzó bastante durante el tiempo que estuvo al frente del ministerio de educación universitaria el Dr. Luís Acuña, un académico de larga tradición y que contaba con un cuerpo de colaboradores y asesores muy morigerados y sabios. Alguno de los cuales hemos conocido y departido en ambientes académicos. Pero en fin, somos herederos de una tradición que a veces cree que transformar el Estado y sus instituciones como la universidad como tal es cercándolas y destruyéndolas, pero no que vuelvan a sus funciones básicas y a la inspiración, en este caso con una docencia, investigación y extensión de excelencia, avanzando también en la formación de una clara conciencia ciudadana, en la corresponsabilidad social, el amor a la patria y otras cosas del humanismo, que de tan simples y profundas, como esa premisa de buscar la verdad y afirmar los valores trascendentales del hombre, solemos olvidar. Volveremos sobre el tema en cuanto podamos.

¡Chávez vive, la lucha sigue! Con Chávez y Maduro el pueblo está seguro…

luissaavedra2004@yahoo.es


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Luís Saavedra

Docente, Trabajador popular.

 luissaavedra2004@yahoo.es

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