"La gente no busca razones
para hacer lo que quiere hacer,
busca excusas"
Somerset Maugham
La inhabilitada siempre ha querido demostrar sus arrebatos de arrechera, dispuesta a desafiar al gobierno, pero muy mansa y dócil, como un peluche, cuando está al frente de algún funcionario del gobierno de los Estados Unidos. Ahora, cuando se encuentra medio escondida, esperando el 10 de enero para desatar toda la furia y odio contenido, después del fracaso del 28 de julio, cuando tenían todo preparado con el funcionario del CNE, Juan Carlos Delpino, quien emprendió vuelo, antes que lo metieran en la jaula, por formar parte de la tramoya para presentar unos resultados alejados de la realidad, un verdadero fraude a la vista y al no poder materializar sus deseos, desataron la locura, con varios muertos y casi dos centenas de heridos, para finalmente terminar sin castigo los autores intelectuales de estos abominables hechos, empezando por la propia María Corina y el viejito mimado Edmundo González.
Ahora, María Corina, se encuentra armando y desarmando rompecabezas, como un niño travieso en un corral, porque el tiempo pasa, las navidades se acercan y el estrechón del año nuevo nadie lo puede evitar, mientras el rostro le cambio de expresiones antes una tarea casi imposible, que no la deja dormir en paz, aunque ella de eso sabe muy poco, desde el mismo momento de haber pisado la Casa Blanca, para relacionarse con el verdadero criminal de guerra de los últimos años, después del monstruo israelí Benjamín Netanyahu, quienes fácilmente pueden ser utilizados en las películas de Drácula, porque hasta las caras los ayuda. No parece fácil, lo tarea de la rabiosa pitiyanqui, convencer a Edmundo González, de regresar a Venezuela para poner la cómica en cualquier esquina caraqueña el próximo 10 de enero, después de las exquisitas atenciones, que le han brindado en España.
Las lenguas de los jodedores callejeros se han desatado, con varias especulaciones sobre el posible regreso del fracasado candidato del pasado 28 de julio. Unos piensan, en la desesperación de la inhabilitada y al no verle solución inmediata a su problema, piensan, que debe aprovechar las fiestas de navidad para mandarle de manera disimulada y camuflada varias cajas de fino escoces – una no basta–para ver si sus compinches (Henrique Otero, Ledezma y otro beodo de la pandilla) le meten una "mona" de varios días y se lo mandan en su estado somnoliento algo normal en él, desde su llegada a Madrid, donde no ha parado de echarse los tragos para celebrar su exaltación inesperada a héroe, por parte del presidente español Pedro Sánchez.
Aparte de esa posibilidad de su regreso, está la que asoma una señora, que busca cualquier argumento para andar con sus chanzas y hasta se ríe de su misma persona, cuando expresa ¡Que mala suerte tuve yo, al salir tan fea, pero no importa, hay unos más feos y desgraciados a la vez! En su hablar muy alegre el cual compagina con su diminuta figura, que parece una presumida adolescente, faltándole solamente uno de esos tatuajes a la moda, le manda la solución a la Corina ¡Tiene que buscar la manera de disfrazar al Edmundo de algún personaje de esos, que, con solamente verle la cara no provoca ni hablarles y me parece el más indicado, ese que parece a uno de los tres chiflados, que ahora no me acuerdo! Uno de los presentes en la conversación, rápido levantando la voz para identificarlo ¡Luis Almagro! Y la mujer, con una sonrisa le dio las gracias, no sin antes recordarle ¡Ese no vale la pena, ni nombrarlo!
La otra opción es la que siempre ha utilizado el imperialismo para solucionar cualquier problema creado por sus representantes, donde son los protagonistas y tienen todas las de perder, como sucedió en Haití, cuando de la noche a la mañana se llevaron al presidente electo democráticamente Jean-Bertrand Aristide, sin dar ninguna explicación, aunque no hacía falta. Ahora, pueden hacer con el Edmundo González, lo contrario, traerlo en un viaje relámpago y soltarlo cerca de Miraflores el 10 de enero, para saber a manera de prueba ¿Qué pasa? Hace poco un funcionario de la Casa Blanca, lo dijo muy claro ¡Sí, nos piden ayuda para regresar se la damos! A nadie sorprende esa verborrea de los funcionarios gringos, empezando por el presidente electo Donald Trump, muy dado a soltar la lengua sin importarle la opinión de sus vecinos, y menos los cambios por el respeto mutuo. Están ensayando con la pólvora al lado de la hoguera.
