Lo que hace 24 horas era un sentimiento de consternación por el vil asesinato de los hermanos Faddoul y Miguel Rivas, ha sido convertido por los medios privados de comunicación en un motivo para promover la anarquía e intentar reactivar la protesta callejera contra el gobierno nacional que preside el Comandante Hugo Chávez Frías.
Todos los programas de “opinión” de los cuatro principales canales privados dedicaron este miércoles 5 de abril espacios editoriales en los que llamaron abiertamente a manifestar “contra la inseguridad” y otras consignas de clara orientación oposicionista.
Todos los invitados, sin excepción, analizaron desde distintos puntos de vista la situación y, como un buen libreto teatral, llamaban a manifestar contra lo que denominaban la responsabilidad del gobierno nacional en la muertes. Algunos incluso justificaron la intervención de fuerzas extranjeras en el país para “garantizar la seguridad”, tal como lo demostró el programa La Hojilla del mismo miércoles 5 de abril.
Desde primeras horas de la mañana dieron cobertura a las manifestaciones que, aunque no fueron masivas, obstaculizaron el tránsito en las principales vías de Caracas, generando un caos en toda la ciudad.
Inmediatamente, un partido político en prematura campaña electoral, ocuparon, con apoyo televisivo, la Avenida Urdaneta frente al Ministerio de Interior para exigir justicia. El descaro es tal, que su cuña televisiva fue inmediatamente cambiada para llamar a la protesta callejera.
La sensibilidad que genera el caso por el sufrimiento de las familias de las víctimas ha sido explotada al máximo por los noticieros. Globovisión mostró 15 testimonios de mujeres y de 7 hombres (nunca hubo tanto espacio para la opinión de las mujeres), con mensajes claramente político-partidistas como: “Renuncie Ministro”, “No tengo ganas de votar”, “Presidente váyase”, “En el país ha habido más muertes que en la Guerra de Irak”, “Hay que parar toda la educación”, “Salgan a protestar”, “Las autoridades hicieron caso omiso del secuestro”.
Compartimos el dolor de las familias de las víctimas, pero repudiamos la intención mediática de utilizar y manipular a la ciudadanía para desestabilizar en un libreto muy similar al empleado el pasado año 2002.
Rechazamos el amarillismo con el que algunos medios impresos han publicado fotografías de los cadáveres de las víctimas en una clara intención de manipular y exacerbar los ánimos de un país que, a 4 años de los fatídicos hechos del golpe de estado del año 2002, ha logrado superar las consecuencias económicas y sociales de esa irracional forma de dirimir las diferencias políticas, haciendo el juego a los intereses foráneos que aspiran repetir en Venezuela el formato intervencionista que han aplicado en el mundo para su beneficio económico.