Para alejarnos de los alacranes y volver a la rebeldía

Reflexiones desde el seno de los estudiantes Socialistas

La crítica es un arma para el avance. Es por eso que reflexionamos con el compromiso revolucionario por delante y en aras del crecimiento del sector combativo y revolucionario de las y los estudiantes venezolanos.

I

Hace 6 años, un grupo impórtate de estudiantes lograron destapar la caja negra de las universidades. La toma del rectorado e la UCV abrió las posibilidades de un Movimiento Estudiantil renovado, combativo y crítico, con banderas que defender y con caminos concretos que recorrer.

En aquel entonces, el movimiento de transformación recorrió todo el país, comenzaban a gestarse debates y acciones en varias universidades, comenzaban a tejerse redes de solidaridad y de acción revolucionaria para profundizar la Constituyente Universitaria. Una de las características más importante de ese movimiento era su carácter autónomo, ni había tutelaje partidista, lo que por supuesto lo hizo más interesante en la crítica y en la posibilidad de avance como parte del abanico que representa el movimiento popular venezolano.

Este importante ensayo de unidad, de movimiento, de crítica y autonomía fue mermando a la hora de no lograr hegemonizar el discurso transformador de la universidad, sectores importantes de la sociedad acompañaron la propuesta transformadora, sin embargo no logró calar en las grandes mayorías, ni siquiera logró entrar dentro de la agenda de los sectores que gobiernan y dirigen el procesos revolucionario.

II

Luego de este ensayo, el llamado movimiento estudiantil fue menos movimiento, el fracaso de la toma del rectorado, nuestra incapacidad para articular las fuerzas allí presente terminó fragmentando a los estudiantes revolucionarios en diferentes colectivos y movimientos que unos asumieron otros escenarios revolucionarios, otros terminaron en la lógica de resistencia de sus colectivos y acumulando a partir de los organismos de representación estudiantil dentro de las universidades.

En medio de estas lógicas, se dio le golpe de estado de abril del 2002, el paro petrolero de ese mismo año, y en ese marco las luchas estudiantiles se fundieron junto al pueblo en su gloriosa resistencia ante las agresiones imperialistas y de la oligarquía criolla.

Seguidamente, comenzaron a empujarse organizaciones nacionales en la búsqueda de articular a los estudiantes revolucionarios, instrumentos organizativos que recibieron la mayor de las críticas desde las bases, por los criterios burocráticos con que se fundaron, por otro lado a demás de las criticas, por supuesto, recibieron mucho apoyo político y financieros por parte de sectores del gobierno, en la procura de un instrumento político de las y los estudiantes revolucionarios.

Estos últimos ensayos tampoco funcionaron, el tutelaje, la burocratización y la vieja cultura política se impuso ante la crítica y la buena voluntad de muchos que trataron de empujar desde adentro el debate por la autonomía y por nuevos valores políticos como la horizontalidad, la democratización de la toma de dediciones, así como la toma de posición en cuanto a la necesidad de criticar a las mafias (hoy alacranes) de la Burocracia y la Corrupción.

III

Cuál es el balance que nos queda de todos los ensayos, buenos y malos, que hemos hecho los estudiantes revolucionarios por la unidad y la construcción de un movimiento revolucionario acorde con las necesidades de empujar este procesos con la rebeldía, la autonomía y la beligerancia de los movimientos estudiantiles históricos que han movido la historia en muchas ocasiones.

Existen muchas expresiones revolucionarias dentro del seno de las y los estudiante, sin embargo no pudiéramos hablar de un consolidado movimiento estudiantil, ocho años de revolución y no hemos logrado hegemonizar la rebeldía histórica de los estudiantes en los espacios que así la reclaman. Pareciera borrarse la histórica dinámica de calle, de agitación y de avanzada de los estudiantes.

Hoy el movimiento estudiantil, ha perdido espacios, la agenda esta signada por otras tareas muy diferentes a las históricas. La burocratización y el ceder la autonomía ha permitido perder la dirección de nuestros propios intereses.

El movimiento estudiantil ha coronado importantes logros, su movilización, su combatividad, sus reflejos de lucha en la calle, la violencia de la cual hemos nacido y con la cual combatimos al capitalismo no pueden ser sustituidas por la conducta burocrática, por convertirnos en ejecutores de políticas públicas, o por querer ser funcionario u ocupar un puesto en la foto oficial. La acción revolucionaria, no puede estar dirigida desde la burocracia, no podemos construir un país con el lenguaje que fue destruido, la hegemonía no la construiremos convirtiéndonos en ejecutores de políticas gubernamentales, para eso están los funcionarios.

Ese actor o actriz, de pantalón jeans, de franela y zapatos de goma, ese que en la universidad agita, se rebela contra la violencia académica y política de estos claustros, ese que visita en los barrios para atender a las y los jóvenes, trabajadores, mujeres, el que organiza en la comunidad, sin ningún afán que no sea el de convertirnos en poder y en hegemonía, ese mismo que combate en las calles, el de las consignas “con capucha y sin capucha vamos a la lucha”, ese mismo personaje sigue siendo necesario, es con ese tipo de estudiante que retomaremos un verdadero movimiento estudiantil, sin tutelajes, con agendas propias, capaz de criticar y auto criticarse, capaz de asumir el reto de construir una nueva sociedad sin explotación del trabajo, sin dominio cultural y sin opresión política.

No podemos alimentar, desde los sectores más rebeldes por naturaleza, las imposiciones, las direcciones o la burocratización. Hay que romperle la cara al burocratismo, al protagonismo pequeño burgués, al tutelaje y al chantaje, hay que abrirle paso de nuevo a la rebeldía, a la reconstrucción colectiva de un autónomo, combativo y creativo movimiento estudiantil revolucionario, que le pare más pelota al combate diario, a la construcción de redes, de instrumentos de lucha autónomos y beligerantes, a la construcción del poder popular estudiantil, que le pare pelotas a la necesidad de radicalizar la revolución dentro y fuera de las universidades que ha las cámaras de VTV o de Globovisión o a las ganas de ser diputado o diputada o parte de las y lo alacranes de la burocracia y la corrupción.

Finalmente, hoy día de los estudiantes recordamos la fuerzas con que los estudiantes han movido muchas veces la historia de este país, recordamos a Pío Tamayo, a las y los estudiantes contra la dictadura de Pérez Jiménez, a los acecinados, recordamos a los de la renovación, a los que cogieron monte a sumarse a la Guerrilla, recordamos con la misma fuerza a los que se alzaron contra Carlos Andrés y el paquete Neoliberal, con ellos recordamos a los que pelearon con capucha o sin capucha en las calles. Y los recordamos para decir que tenemos historia y que desde ella hay que pronunciarse para acompañar la democratización de las universidades y la reivindicación de la democracia socialista y los consejos populares de Estudiantes, los cuales hoy la Reforma Constitucional los eleva como parte del programa de transición al socialismo.

VIVA LA REBLEDÍA DE L@s ESTUDAITNES

Por un movimiento estudiantil autónomo, combativo y crítico

SI A REFORMA

Nuestro SI es Rojo y Negro

Nuestro SI es autónomo y Rebelde

jesus49@cantv.net


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Jesús Silva / Movimiento Revolucionario Solidaridd

Doctor en Derecho Constitucional. Abogado penalista. Escritor marxista. Profesor de estudios políticos e internacionales en UCV. http://jesusmanuelsilva.blogspot.com

 jesussilva2001@gmail.com      @Jesus_Silva_R

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