Supongamos que mañana el gobierno de EEUU y todas sus corporaciones deciden declararse derrotados por el pueblo venezolano y asumen dignamente que la guerra contra este pueblo fue un fracaso para ellos y decretan que no se inmiscuirán jamás en los temas internos de Venezuela, nos reconocen como país soberano y nos invitan a que hagamos negocios juntos, etcétera, etcétera... ¡Soñar es gratis! ¿Cuantos opositores recalcitrantes se infartarían? ¿Cuantos enemigos de este pueblo noble y luchador como es el venezolano se lanzarían por los balcones de sus mansiones al conocer una noticia así? Sin duda que much@s no soportan algo semejante, sin embargo, en política dos más dos no necesariamente sean cuatro; lo lamentable es que el imperio ha hecho la guerra contra los pueblos del mundo apoyados en mafias que están vinculadas a su principal actividad económica: las armas y la droga, el llamado complejo industrial militar y más recientemente las mafias de la droga, en donde el propio imperio tiene necesidades económicas vitales, de allí la famosísima DEA.
Este tipo de negocio por su naturaleza no es manejado con las manos de seda de otras actividades económicas desarrolladas por el capitalismo; allí lo que se forman son criminales, asesinos y seres llenos de rencillas y odios. Verbigracia Uribe, Luis Almagro, Duque, Guaidó, Julio Borges y toda esa pléyade de enemigos de Venezuela, de su pueblo, a pesar de haber nacido aquí, hecho carrera y fortuna, vivir cómodamente, pero ahora, llegada la revolución, nos odian, porque odian al pueblo, nos desprecian y en medio de sus traumas son capaces de lo que son... ¡Agredir sin compasión!. Gente llena de odio y de intereses económicos, pero sobretodo llena de odios. ¡Nunca antes la burguesía había captado tanto dinero del pueblo que en revolución, sobretodo en los momentos de crecimiento económico de la revolución!, por eso siempre tienen centrada su mente en la continuidad de la guerra multiforme contra el país, tipo de guerra diseñada por el centro imperial y aplicada sin compasión alguna, los cobardes títeres hacen su papel sin chistar. Eso es un peligro para el diálogo, habría que preguntarle a los negociadores imperialistas cómo podrían controlar a sus locos; nunca lo hacen, hay ejemplos regados por todo el mundo. Al Qaeda, DAES, los talibanes, etcétera, son ejemplos regados por el mundo de los "héroes" imperialistas que luego quedan por la libre cometiendo sus fechorías. Aquí serían los paracos, las autodefensas, las águilas negras, los "héroes" miameros y todos esos grupos terroristas y asesinos que el imperio ó con su consentimiento armó, los más peligrosos en medio de este escenario de diálogo y paz que se desarrolla en México, justamente porque intentarán sabotear un acuerdo del pueblo bolivariano y su vanguardia revolucionaria con la derecha criolla y avalada por el imperio.
Los voceros políticos de estas agrupaciones extremistas, aupadas desde el pentágono por el ala guerrerista del imperio, los vasallos más acérrimos del complejo industrial militar jamás querrán paz con Venezuela. Bien lo señala Diosdado, "el gran temor del imperio es que Venezuela logre convertirse en una potencia socialista en el hemisferio", eso será un golpe al hígado al imperio, un golpe muy fuerte. Hasta ahora se nota que dentro del imperio se mueven esos dos sectores, los guerreristas que quieren incendiar el mundo a costa de lo que sea, y los que abogan por bajar las tensiones con otras potencias como China, Rusia, incluso Irán, y que a mi modesta forma de ver las cosas le ofrece a Venezuela una oportunidad y un reto: abrirse un espacio con carta de navegación propia, diseñada por nosotros en los principios bolivarianos-chavistas del internacionalismo, la autodeterminación en búsqueda del equilibrio. La realidad es esa, un centro imperial con muchas contradicciones, en la actualidad dirigido por un presidente que ojalá tenga el tino y la osadía de ocordarse con factores de poder mundial que tienen un enfoque geoeconómico distinto, que coloque puntos en su agenda de política exterior que detengan la locura de la autodestrucción, auspiciada por poderosos grupos que conspiran contra la búsqueda de esos equilibrios mundiales que salven la especia, para usar frases fidelistas. Pero ese gran país, ese gran pueblo estadounidense, algún día, más temprano que tarde, se sacudirá el yugo de las corporaciones que los controla, los subyuga y los explota, mientras tanto nosotros no podemos bajar la guardia un instante, el objetivo es seguir abriéndonos espacios con nuestra política centrada en la paz, interna y en el mundo.
El pueblo venezolano está venciendo, porque esta batalla contra la guerra económica ha sido una batalla de todos y todas. Un mérito especial, súper especial para nuestras mujeres que han hecho de tripas corazones en cada uno de sus hogares y lo siguen haciendo para soportar una asquerosa y cochina guerra que a veces, a pesar de sentir los golpes y cañonazos, much@s compatriotas no saben aún quien le está golpeando. Eso a sido quizás el mayor logro del imperio contra Venezuela, ocultar sus planes, sus acciones, sus actos terroristas; pero los que si sabemos de donde viene los golpes, hemos sabido tolerar, y los que no saben también, aunque parezca paradójico. Aún cuando siguen creyendo que "todo es culpa de Maduro", cada quien se ha fajado en la batalla de resistencia, incluso de sobrevivencia; eso sin duda tiene un mérito colectivo gigantesco, es esa especie de protección espiritual que nos une a tod@s l@s veenzolan@s. Eso lo trataremos en un tema aparte, sin embargo, siempre debemos hacer referencia a todo esto que es propio de nuestra genética social, definida por el mismo Bolívar como una raza original, con simientes en todas las corrientes Indio, europeo, negro que nos hacen ser como somos, originales, aunque las fuerzas hegemónicas del mundo nos han tratado de enajenar, muy en el fondo de nuestro ser hoy la inmensa mayoría de l@s venezola@s le pedimos a nuestros santos y santas para que le vaya bien a Maduro y los representantes de la oposición que están sentados en México, incluso, deseamos que le vaya bien a Biden y logre sortear, el y su equipo, las contradicciones que grupos supremacistas de ese país han llevado a la humanidad casi a una guerra termonuclear que tendrían "efectos debastadores" en todo el planeta. Pareciera que los últimos acontecimientos nos abre un horizonte mucho más promisorio que con el loco Trump.
Ojalá el sector que manda en ese imperio asuma conciencia también de que no podrá derrotarnos, y que a pesar de las heridas traicioneras que nos han causado, este pueblo, el pueblo de Bolívar, el pueblo de Chávez, es incapaz de guardar rencor. Sabemos y reconocemos que no será fácil, por más voluntad política que haya de parte de las autoridades estadounidenses, controlar el poco de locos que han sembrado contra esta patria, pero que al menos abra un espacio de encuentro político con las fuerzas bolivarianas, cada día más consolidadas en su hegemonía, que es la hegemonía del poder popular, digan lo que digan, esa es la realidad. Por eso tampoco le guardaremos rencor a nadie, eso si: rodilla en tierra nos defenderemos hasta con las uñas, tengan la seguridad de eso, en ese aspecto, millones de venezolan@s hemos "quemado las naves". No nos han podido doblegar ni podrán: este es un pueblo de libertades. Nuestro corazón es tan gigante que hemos tenido arrestos para dar libertad a otros pueblos y un pueblo que es capaz de dar libertad, de obsequiar libertad, jamás podrá ser derrotado por el oscurantismo, después que nos abren los ojos jamás nos podrán derrotar.
Peligros hay y habrán muchos, no será impune nuestra independencia, pero de que habrá independencia, ¡la habrá!, a pesar de los pesares.!!!