El socialismo es pluralismo

Una de las nuevas vertientes de ataque contra el anteproyecto de Reforma Constitucional, es acusarlo de violar el principio fundamental del pluralismo, por el hecho de mencionar frases como “democracia socialista”, “economía socialista”, “solidaridad socialista” y “Estado socialista”.

Esta afirmación, de la que ya se han hecho eco el rector del CNE, Vicente Díaz, así como los estudiantes universitarios derechistas, comete el error de asumir que el socialismo que se construye en Venezuela es una corriente de pensamiento único, aunque el contenido del propio anteproyecto de reforma reconoce y garantiza la pluralidad de posiciones políticas, económicas, sociales y culturales de la sociedad venezolana.

Así se puede apreciar elocuentemente en la propuesta de modificación del artículo 115 referente a la propiedad. La Constitución de 1999, con todas las bondades que posee, no es pluralista en términos de propiedad, toda vez que asume la propiedad exclusivamente como privada, e incluso promovida por el Estado, siguiendo los postulados de la economía capitalista neoliberal como doctrina única, excluyendo al resto de las opciones. En cambio, cuando el anteproyecto de reforma reconoce y garantiza “las diferentes formas de propiedad” y se propone fomentar y desarrollar “distintas formas de empresas y unidades económicas de propiedad social (…), así como empresas y unidades económicas de producción y/o distribución social, pudiendo ser estas de propiedad mixtas entre el Estado, el sector privado y el poder comunal, creando las mejores condiciones para la construcción colectiva y cooperativa de una Economía Socialista”, se rescata y honra el carácter pluralista que debe tener la Constitución Nacional.

Lo mismo ocurre con la propuesta de una nueva geometría y distribución territorial del poder. La inclusión del Poder Popular, solo agrega diversidad, opciones amplias, democráticas y descentralizadas en el ejercicio del Poder, lo cual contradice el modelo vertical de democracia representativa defendido por la oposición que desestima la pluralidad y convergencia de posiciones que pueden surgir de la propia diversidad social que ejerza la conducción del Poder Popular.

Cuando el anteproyecto de Reforma Constitucional establece e su artículo 16 que “la unidad política primaria de la organización territorial nacional será la ciudad (…) integrada por áreas o extensiones geográficas denominadas Comunas; [y] las Comunas serán las células geo-humanas del territorio y estarán conformadas por las Comunidades, cada una de las cuales constituirá el núcleo espacial básico e indivisible del Estado Socialista Venezolano, donde los ciudadanos y las ciudadanas comunes tendrán el poder para construir su propia geografía y su propia historia”, se establece de manera inequivoca el carácter pluralista de la Constitucion, característica intrínseca, indivisible y fundamental del Socialismo del Siglo XXI.

Precisamente, la promoción de la participación protagónica del pueblo, “transfiriéndole poder”, tal y como lo propone el nuevo artículo 158, es en efecto un medio que busca garantizar el pluralismo de las opciones democráticas emanadas del pueblo, a fines de crear “las mejores condiciones para la construcción de una Democracia Socialista.”

En este contexto, no existe contradicción entre las menciones de la “democracia socialista”, “economía socialista”, “solidaridad socialista” y “Estado socialista”, y el pluralismo como principio fundamental de la Constitución referida, porque a fin de cuentas, el socialismo es también pluralismo.

(*) Internacionalista


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Antonio Guillermo García Danglades (*)


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