A pesar de la atmósfera de terror reaccionario que la derecha recalcitrante alienta en Carabobo y a pesar de la muralla de mentiras que ha diario el periódico NOTITARDE levanta en contra del Presidente Nicolás Maduro, la FANB, al igual que contra el gobernador Ameliach, los colectivos de izquierda y el pensamiento del Comandante Hugo Chávez, no logra poner de su lado a las grandes masas de trabajadores, amas de casa, y sectores populares en general, que hay que reconocerlo, lee desde tempranas horas el pasquín de la valencianidad.
Las jornadas de protesta insurreccional en la región carabobeña, pasado ya largo, el mes de asedio, las caracteriza la reacción ciega y los equívocos desastrosos; al extremo que ya cobran varias vidas en Valencia, Naguanagua y San Diego, lo que les ha ganado, sin duda, el repudio mayoritario del pueblo humilde que ahora los ve como una banda de asesinos enloquecidos por el poder.
Con disparos alevosos y con el derramamiento de su propia sangre, producto de sus errores, han sembrado esta región de tragedia y muerte. El atroz tratamiento que le dieron al supermercado Hyper Líder, regándolo con gasolina y luego incendiándolo puso en evidencia, mucho más, la estrategia golpista de aumentar la violencia mediante el revanchismo político y contribuir así, según su creencia, a transferirle el poder de manos de Nicolás Maduro, mal sea al señorito veleidoso, o al patrocinado de Uribe Vélez, o al viejo falsificador llanero, o a la pendenciera señorona.
Precisamente cuando una ligera calma se iba imponiendo en Carabobo, volvieron los reaccionarios con furia renovada después de la detención y destitución del ex alcalde de San Diego, pero se equivocaron una vez más al creer tener la excusa necesaria para desatar sus instintos criminales y con ello presionar al poder del Estado para obtener la libertad de su jefe partidista; en ese accionar iracundo destrozaron la estructura física de unos cuantos establecimientos comerciales y de varios centros públicos de salud y comunicación saqueándolos y pegándoles candela en un abrir y cerrar de ojos a lo mero macho, ocasionando con esa conducta pérdidas millonarias. La acción terrorista contra las diecinueve (19) camionetas de la CANTV en La Quizanda no tiene nombre, y mucho menos los anónimos y las amenazas de muerte contra los dirigentes y militantes bolivarianos de la Isabelica y contra las familias que son indiferentes al conflicto.
Pero nada de eso debe sorprendernos, el Presidente Mao Tsetung, nos enseña algo muy sabio en sus escritos “Sobre las contradicciones en el seno del pueblo” lo que sigue: “Provocar disturbios, fracasar, volver a provocar disturbios, fracasar de nuevo, y así hasta la ruina: esta es la lógica de los imperialistas y de todos los reaccionarios del mundo frente a la causa del pueblo, y nunca marcharán en contra de esta lógica”.
Al tiempo que estas tropelías han estado sucediendo, el pueblo revolucionario carabobeño se organiza tranquila y firmemente para responder con la contundencia requerida y cuando haya que hacerlo. Cientos de asambleas y reuniones van teniendo lugar una tras otra al sur de Valencia, concretamente, en las parroquias Miguel Peña y Rafael Urdaneta, donde se debate horizontalmente la estrategia de la resistencia en caso de una invasión extranjera; se discute la presencia de paramilitares colombianos y mercenarios internacionales en la protesta insurreccional; la distribución de los alimentos en las comunidades; el plan de la patria también acapara el tiempo de los diálogos; igualmente, la protección de los CDI y de los hermanos cubanos; la falta de dirección política en el Estado, la invisibilidad de la dirigencia partidista en las luchas populares y acerca de la confianza que se debe tener en la victoria del pueblo bolivariano en esta nueva arremetida del imperialismo norteamericano, lo cual pasa por la unidad de todas las fuerzas chavistas.
Las asambleas permanentes de los trabajadores organizados en sindicatos se han convertido en otra expresión de unidad y lucha; espacios como la sede de la Comuna El Panal, el INCES de la Avenida Lara, la escuela Argimiro Gabaldón, la sala Danilo Anderson de Empresas Diana, la Aldea Húgo Chávez Frías, entre otros sitios, han servido para que el sector de la salud y de los educadores, así como los profesores universitarios, obreros, mujeres, motorizados, estudiantes, se encuentren en el que hacer político para razonar el momento que vive la patria y en consecuencia actuar, y aunque es notoria la ausencia de los partidos del Gran Polo Patriótico, esa realidad para nada detiene el avance de la organización popular: Luchar, fracasar, volver a luchar, fracasar de nuevo, volver otra vez a luchar, y así hasta la victoria, afirmaba el gran timonel de la Revolución China, siempre en la lógica del pueblo.
Pero, bien bueno, que la derecha ¡floridista! y ¡uribista! venezolana se ha dejado llevar por las supercherías, las mentiras y la vulgarización de las ideas de la banda gusanera de anticomunistas cubanos que residen en Miami, quienes les han hecho creer a los héroes y heroínas del Facebook y del Twitter que Maduro ya está listo y que pronto será depuesto. Viven en su mundo virtual y no logran comprender que los sin voz, los anónimos del ayer, hoy los fortalece el ejercicio de la participación y el protagonismo colectivo que impulsó con sus ideas y accionar el Comandante Hugo Chávez para la construcción del socialismo.
Amemos la paz, pero no le tengamos miedo a la guerra. Y a pesar de que el Presidente Nicolás Maduro está haciendo lo correcto con su empecinado llamado a la paz, ya que sabe que después en el tiempo solo quedarán, nombres y números fríos, escuetos, que no pueden reflejar cuanto dolor se esconde bajo ellos, preparémonos decididamente para una ofensiva victoriosa.
El complot de los grupos reaccionarios que se aprovechó del debilitamiento objetivo del gobierno tiene el sello de la derrota en su frente porque la tenacidad de las convicciones adquiridas por el bravo pueblo curtido en la lucha de los últimos veinticinco años, así lo garantiza. Esa derecha carabobeña y de todo el país seguirá arrastrada por la violencia de sus pasiones, asesorada y financiada por los gringos. Es en grado superlativo, temperamental, egoísta, y obstinadamente xenofóbica con la Cuba de Fidel.
La derecha está desesperada, son capaces de cualquier cosa. La dificultad que nos plantea es seria, ante ese cuadro, previsión y perspectiva, sugiere Antonio Gramsci. Mantener la unidad cívico militar es vital para defender la libertad del pueblo, la independencia y la integridad territorial. La fuerza piromaníaca y la estrategia de guerra de cuarta generación de la oposición no podrá someter a millones de compatriotas. Nuestro pueblo tiene la firme determinación de soportar cualquier sacrificio y de preservarse en la lucha. Si es la muerte por la paz de la República Bolivariana de Venezuela, por el futuro de la patria, por la felicidad del pueblo, tendrá que ser.
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