Katty Salvatierra, lucía preciosa, como la luna llena en una noche estrellada. Estaba ahí, donde supuestamente estudiantes cerraron una vía con escombros, postes tumbados, guayas, desperdicios sólidos, árboles tumbados, cauchos prendidos y hasta animales quemados, producto del fuego encendido en el sitio.
Ella paseaba su belleza entre aquellas personas “pacíficas”, y se tongoneaba de un lado a otro, luciendo su escote que dejaba entrever a dos palomas de silicona que reposaban en su pecho. En ese tongoneo estaba, cuando fue abordada por el periodista, quien estaba infiltrado en la actividad, y soltó la primera pregunta:
- ¿Tú estás protestando, por qué?
Katty con su coquetería se batió su hermosa cabellera y dijo: ¿Y esto es una protesta? ¿Quién te dijo a ti?
El periodista, quien no esperaba tal respuesta, tan fuera de lugar; interrogó: ¿Y entonces qué es?
- La verdad es que no sé, yo sólo estaba en mi apartamento y vi esta aglomeración y me gustó y ahora estoy acompañando a unos amigos que también están aquí, que, al parecer, tampoco saben qué es esto.
- ¿Y te parece esto correcto?
- Claro, señor, no ves que aquí nos divertimos y gozamos viendo cuando la gente no puede pasar y ponen una cara de película, que ni te cuento.
- Pero te digo que esos que están ahí, dicen que están protestando.
- Bueno si están protestando, en verdad yo no sé, ni me interesa; yo solo vine a divertirme.
- ¿Pero no te parece que ese acto tan bochornoso, de cerrar vía, tumbar árboles y quemar animales, es repudiable?
- Mira señor no se enrolle, cada quien goza a su manera.
El periodista, como haciéndose cruces por dentro, pensó: Dios mío qué pensamiento de ciertos jóvenes de ahora.
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