Sube el telón y se ven dos jóvenes sentados cómodamente en dos poltronas colocadas en una amplia sala de un lujoso apartamento, y desde ahí observan la pantalla de 45 pulgadas de un televisor, que muestra una Guarimba, donde se ven cauchos prendidos, árboles tumbados y guayas atravesadas. Viendo esto conversan:
Richard: ¿Te acuerdas Milton cuando cerramos esa vía?
Milton: Claro, pana, ahí después, ¿te acuerdas? hasta lanzamos aquel perro que andaba por ahí y cuando apenas lo agarró la candela, pegó un grito y salió a tal velocidad que yo creo que aún no se ha detenido.
Richard: ¿Y cuándo tumbamos los postes de la avenida y le prendimos candela al banco que estaba por ahí cerca?
Milton: Eso fue una nota, pana, y más aún porque ahí estábamos protegidos, pues con tal apoyo, quién se iba a meter con nosotros.
Richard: Y ¿te acuerdas de esto?
Milton: Claro, Milton. Pero sigue pasando con el control las imágenes.
Richard, apretando el botón del control, dice: Fíjate este espectáculo, este viejo peleando porque no lo dejan pasar y quiere hacerlo, porque tiene que buscar su nieto a la escuela.
Milton: La cara de arrechera del pure es de cuento, pana, es como para morirse de la risa, pues esa misma excusa la usó la otra vieja que se ve al fondo, pero con la diferencia de que tenía su mamá enferma en un hospital, quién le iba a creer esa coba.
Los dos jóvenes guarimberos hacen silencio y el televisor, empieza a mostrar imágenes de escuelas incendiadas, patrullas y metrobús quemados; personas heridas y asesinadas, llantos de niños entre la humareda y una fila de medios troncos en una avenida por los árboles cortados.
Richard: Viste mi pana que todo este material que tengo, es como para hacer una película, que reafirme que nosotros queremos este país bastante.
Milton: Así es, mi pana, aunque mucha chusma no lo crea.
Al decir esto Milton: Empieza a bajar el telón y se observa un letrero que dice: “Menos mal que quieren al país”.