Es innegable que la oposición venezolana luce en estos momentos con un rostro distinto, más risueños y alegres, producto de la esperanza que les da el golpe de Estado en plena marcha alentado, financiado y dirigido, además de anunciado descaradamente, por el propio imperio norteamericano, ante el mundo.
Diputados de la oposición, que no tienen la menor idea de lo que significa un programa económico, los vemos ya que han comenzado a tomar los Medios de Comunicación Social, sobre todo a Globovisión, en donde los periodistas le hacen la reverencia, para disertar como todos unos suman cum laude del tema económico, y con la idea de presentarle a la nación la panacea del momento que es el "Plan País", que no es otra cosa que el mismo "Paquetazo" , del ex tinto presidente Carlos Andrés Pérez, que dio origen a "El Caracazo", que dejó miles de muertos.
A todas luces, quienes ya se consideran miembros del gabinete ministerial del auto proclamado presidente interino, Juan Guaidó, reiterando lo dicho, comenzaron a destacar, pero muy por encimita, sin profundidad y sin certeza, los lineamientos de este plan macabro, que prevé en su arranque inicial, endeudar al país a través de la banca multilateral, pero especialmente con el Fondo Monetario Internacional. (FMI).
Desde luego, todo esto cumpliendo las directrices que desde el imperio, el propio presidente Trump, vía telefónica, le ordena a quien ahora es el "presidente" de todos los venezolanos, sin que haya sido candidato, ni mucho menos elegido a través del voto popular, su excelencia Guaidó.
Está claro entonces que el país después de tanto esfuerzo para quitarse el yugo del FMI, como lo logró a lo largo del tiempo que ha durado la revolución, volverá a caer, por los vientos que soplan, en sus garras, quizás emulando el mismo camino que ha dado la Argentina, con el presidente Macri al frente, que ha llevado a ese país a sufrir una pobreza espantosa, aun cuando su gobierno está alineado con las políticas del imperio.
Adelantándonos a cualquier comentario, sobre este último punto, cualquier opositor dirá que los venezolanos no la estamos pasando tampoco nada bien, bajo el principio de un gobierno socialista, pero la diferencia estriba en que al gobierno venezolano, desde el imperio, se le han puestos una serie de trabas y artilugios para buscar su fracaso, sobre todo a través de las sanciones económicas impuestas, mientras que el de la Argentina se mantiene libre de presiones.
Así vemos pues que el "Plan País", o el disfrazado "Paquetazo", prevé en lo específico solicitar dinerito al FMI, que desde luego impondrá, como lo ha hecho antes, sus recetas perversas en perjuicio de la población venezolana, como lo hizo muchas veces bajo los gobiernos de la cuarta República.
Voceros del "Plan País" aseguran que el mismo prevé, en su primera parte, una propuesta integral para el rescate de Venezuela, que incluye la "emergencia humanitaria", repleta de marines armados hasta los dientes, "estabilización económica" y "energía", estimamos que esta última dirigida a sacar fuerzas para llevarse todo el petróleo posible, quizás a 8 dólares el barril.
La segunda parte, incluye propuestas en las áreas de seguridad y soberanía territorial, abastecimiento y seguridad alimentaria, servicios públicos y justicia, instituciones y democracia. Desde luego no se explica cómo se consume eso.
En materia alimentaria, hace días atrás explicó la diputada Mariela Bolívar, se atenderá la escasez de alimentos, es decir, se entiende que se ordenará que cese la "guerra económica", diseñada desde el imperio, con miras a garantizar la transferencia directa de la comida al 31.8% de los hogares del país, que viven en zonas urbanas y rurales, porque el resto, en porcentajes, se les considera pudientes o ricos.
Ya antes el diputado Ángel Alvarado había informado que el Plan País iba a eliminar las contribuciones parafiscales, reestructurar las empresas del Estado y establecer un programa de ajuste de precios de los combustibles y de las tarifas de los servicios públicos.
Es evidente, en este último punto, alineados a las recetas del FMI, que de ahora en adelante, de consolidarse el gobierno golpista desde la Asamblea Nacional, cada hogar venezolano pasará en el futuro inmediato a cancelar mucho más caro de lo que debería ser, el precio de la gasolina, los servicios de luz, agua, aseo urbano, telefonía e Internet, entre otros.
También el plan estima reestructurar y redimensionar a Pdvsa, es decir, la estatal petrolera dejará de subsidiar los programas sociales en favor de las familias más vulnerables del país, para convertirse en la empresa de élites del pasado, que solo sirvió para mantener por muchos años a una clase privilegiada de venezolanos, que incluso residían fuera del país.
Seguramente, como lo hemos advertido en otras oportunidades, el "Plan País" o "El Paquetazo" camuflado, buscará también la posibilidad, de que las personas de la tercera edad no puedan continuar cobrando su pensión indexada al salario mínimo.
Sobre este último punto es bueno aclarar que los pensionadas no podrán más nunca cobrar los aumentos que decrete el gobierno para establecer un salario mínimo, es decir, cientos de miles de viejitos quedarían en la orfandad cobrando una irrisoria pensión, que la devoraría en solo escasos días o meses la inflación.
Igualmente cumpliendo las exigencias del FMI, se pasaría luego a reestructurar totalmente, no solo la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, sino también la Ley del Trabajo, para defenestrar las conquistas sociales logradas en favor de la masa trabajadora del país.
Recuérdese también que parte de las propuestas de la oposición establece entre otras cosas privatizar igualmente, como ocurrió en la cuarta república, las empresas del Estado venezolano, es decir Pdvsa, Cantv, Corpoelect, las hidrológicas e incluso el sistema de salud y educación.
Pero además, la faja petrolífera del Orinoco, la más grande reserva de crudo del mundo, también pasaría a manos directas del imperio norteamericano. Más atrás se privatizarían las empresas básicas de Guayana, entre ellas la de hierro, aluminio y acero.
El oro, el diamante y el coltrán, además de otros valiosos minerales, serían igualmente explotados y comercializados directamente por las empresas transnacionales, incluso los sistemas hídricos de producción de agua potable pasarían a ser privatizados, en claro perjuicio del pueblo que tendría que pagar altas tarifas por el servicio.
Las cartas al parecer están echadas. La oposición gana terreno con apoyo del imperio, se cercena el estado de Derecho, la legitimidad y la Constitución, ante lo cual la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Fanb), acompañada de las mayorías del país, no estaría dispuesta a que semejante despojo se nos imponga.
A todas luces, nos enteramos, se ha ordenado ya el "Plan de Contingencia", porque todo hace vislumbrar, hermanos venezolanos, que lo que viene es plomo, pero valdrá la pena y el esfuerzo de morir por la patria, tal como lo hicieron nuestros libertadores.